*Narra Equim*
-¡La puta que lo parió!, ¡mamá vení!-Estaba furioso.
-¿Qué pasa hijo?.- Dijo mamá preocupada.
-Se me cayó el celular al inodoro, estaba levantándome y ¡Pum! Terminó ahí; no me animaba a sacarlo.
-¡Que te he dicho de usar todo el día el celular! ¡Ahora no anda mas!-Me gritaba Leticia.
Mi mamá nunca se enojaba, pero ese día no estaba de buenas.
-¡Recién pasaron dos meses que empezaste el colegio!, gastamos mucha plata en útiles y ropa, no te voy a comprar un celular ahora.-Seguía gritando pero ahora en la cocina.
-Fue si querer, lo tenia en el bolsillo, no lo estaba usando.-Traté de explicarle pero no me escuchó.
Habían pasado dos meses desde el comienzo de clases y un poco menos que lo conocía a Lucas. Nos íbamos todos los días juntos del colegio y todos los días él tenía algo más para hacer notar que yo era un nene de mamá y él un pobre chico al que lo despreciaban. Nunca le contestaba nada porque creía que lo decía desde el dolor.
Después de una semana sin celular, sin poder hablar con él en las noches, solo vernos en la escuela y un rato después, Lucas apareció con uno.
-Mirá lo que te conseguí.- Me dijo mientras estábamos encerrados en el baño de la escuela.
-¿Qué? ¿De donde sacaste esto? No hace falta Lucas no puedo aparecer de repente en casa con un celular.
-Si hace falta, necesito saber todo el tiempo que haces.- Me dijo e intentaba besarme.
Algo en él me transmitía mucha ternura, su voz, su vocabulario, todo en él me generaba confianza y me sentía a salvo.
Lo acepté y le dije que iba a devolvérselo.
-Ahora sos todo mío.- Me dijo y yo insistí en volver a clases.
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2:30 am (parte I)
Teen FictionSi hay una brisa que me dice que tenga esperanzas, no soy un chico que disfrute de lo que se parece a todo. He oído decir que cada uno escucha lo que quiere escuchar. ¿Por qué yo siempre escuché lo que me obligaron? Siempre hasta que un día la angus...