Lucas, ¡espera!

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*narra Equim*

-Lucas, has pasado las 25 faltas; una tardanza o falta a clases y te quedas libre, no podés venir más.- Dijo Betty, la preceptora de la escuela.

Los celos de Lucas no habían parado después de estos meses, el era fiel a la idea de lo iba a engañar, que provocaba a todos. Sus celos me hacían sentir lindo. Mi belleza dependía de con quién él suponía que iba a engañarlo cada noche.

Nos sentábamos juntos y él era el payaso de todo el curso, cada cosa que dijera o hiciera era la risa de todos los demás.

Ese día cuando llegué a casa me miré al espejo e imaginé como podía hacer reír a mis compañeros con mis comentarios en clases.

Una semana después de lo que Betty le dijo a Lucas, volvió a faltar y quedó libre de asistir a clases.
Pero si me esperaba en la salida. Ese día tenía el ojo morado.

-Sos un re culiado gato, toda la tarde estuve llamándote.- Me insultaba mientras gritaba.

-¿Qué te pasó en el ojo?- Susurré con miedo.

-Tuve un bardo por guita, camina, vamos a mi casa.- respondió.

-Tengo que ir a mi casa Lucas, mi mamá me llamó y me está esperando.- Sonaba muy asustado.

-¿A ella si podes contestarle? Te di ese celular para que hables conmigo, no con tu vieja.- Lucas estaba fuera de sí.

Con miedo, acepté ir a su casa. Sentía que con un beso y abrazos, su enojo se iba a ir.

-Veni que te voy a poner hielo en el ojo.- Dije.

-No me toques gil, hago todo por vos y ahora no voy a verte mas en la escuela porque estoy libre, ¿estas contento?- Dijo y caminaba de un lugar para otro.

-La preceptora te advirtió que no faltaras más.- Respondí enojado.

-Ya sé lo que dijo, ¿sabes? No soy un gil, excepto con vos que me usas para entretenerte.- Seguía gritando.

-¿Vos desapareces y la culpa es mía?- Grité yo furioso.

-Callate mejor porque estoy sacado.- Se prendió un cigarrillo.

-No me voy a callar más, ya no quiero sentirme más culpable de las cosas de las que vos sos responsable.- Dije con voz quebrada.

En ese momento me agarró de los brazos y me empujó hacia su dormitorio, me tiró a la cama y forcejeo con quitarme la ropa.

-Lucas ¡esperá!- Dije agitado y con mucho pánico.

2:30 am (parte I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora