Conocía el barrio donde vivía Lucas, era de clase media. Vivía con su abuelo y a dos casas más vivía su mamá con Tiago, su hermanito de seis.
-El gil de mi abuelo siempre deja la puerta mal cerrada.- Lucas abrió y el ruido hizo que se me pusiera la piel de gallina.
-Pasá Equim..., tu nombre es de gitano.- Se rió mientras prendía como el quinto cigarrillo.
-¡Jajajaja!; y el tuyo es lo más normal que existe.- Dupliqué.
- Es el que tenemos los capos que nos bancamos todas.- me respondió muy pedante.
-Claro, si.- ¿Qué edad tenés vos?- Había querido saber eso desde que lo conocí.
-16, en unos meses cumplo 17 ¿Qué me vas a regalar?- Me dijo mientras se acercaba a mí.
Yo seguía parado cerca de la puerta y empecé a retroceder. Dobló y me dijo:
-Veni.- se sentó en el sillón.
-Prefiero probar tu café con leche.- le respondí yendo directo para la mesa de la cocina.
Fue a un mueble sacó café y leche.
-Quiero que me hagas vos la lágrima esa que me dijiste que te gustaba y otro día yo te hago un asado.
¿Otro día? ¿Un asado? Pensé y sonreí.
-Es fácil, mira y aprende.- me sentí poderoso.
¿Tenés novia?- me preguntó repentinamente.
Pasó un minuto
-¿Vos que crees?- Se me había ido todo el poder.
- Que te la estas comiendo a Rosario.- Volvió a acercarse a mí y me acorraló contra la bacha de la cocina y todos mis nervios.
-¿Los gays y las evángelicas? Incorrecto, no combinan.- Dije.
-¡Jajajaja!- Cuando Lucas se reía yo sentía todos mis sentidos correr de alegría.
-No sabía que Rosario leía la biblia y que vos... bueno enseñame a hacer la cosa esta.- Me dijo nervioso.
-Si me das lugar, tal vez pueda mostrarte.- Respondí apartándolo y retomando poder.
-A mi me encanta estar apretado.- Dijo mientras se sentaba arriba de la bacha.
Me puse rojo y azul y todo un arcoíris. Con la cabeza para abajo sonreí y dije:
-Hasta acá va de café y todo lo demás es leche, mientras agregas vas revolviendo, tomá.- Expliqué.
-Si no tenés novia ¿Tenés novio?- Acarició mis dedos mientras recibía la taza.
-¿Y vos? ¿Y Ximena?- Respondí sacando la mano.
-Es mala educación responder con otra pregunta.- me dijo.
-¿Sos siempre tan preguntón?- Dije y me fui a la mesa.
¿Y vos siempre tenés los labios agrietados y muy colorados?- Se sentó en frente mío.
-Es mala educación responder con otra pregunta.- Tomé un sorbo de mi lágrima.
-Me gusta preguntar e investigar y a allanar la zona, no como los milicos, sino zonas mas íntimas.- Dijo cambiando su voz.
- Yo odio responder tonterías.- Respondí con mi tono siempre tan despectivo.
-A mi me encanta besar.- Me miró la boca de nuevo y mi taza casi va al piso.
ESTÁS LEYENDO
2:30 am (parte I)
Teen FictionSi hay una brisa que me dice que tenga esperanzas, no soy un chico que disfrute de lo que se parece a todo. He oído decir que cada uno escucha lo que quiere escuchar. ¿Por qué yo siempre escuché lo que me obligaron? Siempre hasta que un día la angus...