*Narra Equim*
Caminé solo dos cuadras hasta llegar al supermercado de letras color naranja. Sebastian no estaba ahí. ¿Tardé demasiado? ¿Se fue porque se dió cuenta que lo de anoche fue solo una aventura? Pensé mientras sacaba mi celular.
Ni había ningún mensaje, solo el ruido de los autos y motos que pasaban.
Un cuatriciclo tocó bocina y cuando levanté la mirada lo ví llegando con su sonrisa y un casco en el brazo.
-Fui a dar una vuelta porque me cansé de esperarte, ¿Subís?- Me dijo el rubio.
-Me tarde porque mamá empezó con sus charlas de madre preocupada por el hijo, es agotador.- Respondí mientras subía.
-Que lindo que te cuiden, la mía no sabe ni dónde estoy en este momento. Ponete este casco, ¿Porque no me diste un beso de buenas tardes?- Preguntó y se dió vuelta a besarme.
Antes que lo hiciera corrí mi boca y me puse el casco.
-Espera Sebastian, pasa todo el mundo por acá.- Aclaré y su cara parecía un poco sorprendida.
-Bueno, ¡Vámonos lejos de la multitud!-Gritó mientras salíamos en un cuatriciclo negro con franjas rojas que estaban prohibidos pero el era Sebastian Denver, debía tener un permiso por ser él o por oler rico.
No tardamos mucho en llegar a un parque lleno césped verde y montañas pequeñas, era un lugar para correr, pero ese domingo solo estábamos nosotros dos. En el viaje pude notar cada parte de Sebastian, lo observé y lo imaginé desnudo de nuevo.
Su espalda ancha, su olor a perfume amaderado, su cabello con corte militar y mis sensaciones de lujuria.
-¿Habías venido acá?- Me preguntó cuando bajamos, me tomó las manos para bajar yo y en la bajada del cuatriciclo me acercó a él para besarme.
-¿Porque no querés besarme? ¿Pasa algo malo?- Preguntó cuando por segunda vez cuando corrí mi cara.
-No, estoy bien, me siento un poco raro y nervioso que estemos acá, que vos seas vos y que yo no pueda ser importante en tu vida. Tengo miedo.- le dije y lo abracé.
-¿Porque pensás que mi vida es tan importante como para querer serlo conmigo?- Me preguntó mientras me apretaba con sus brazos llenos de fuerza.
-¿Cómo un chico como vos quiere estar con alguien como yo? No quiero que me hagas sentir especial y después te vayas, todos dicen que lo único que te gusta es tener sexo y después irte.
-Porque te veo y no veo lo que todos dicen, te ve a vos con tus miedos y con toda tu sensualidad. Anoche fue la primera vez en la que todo me importó un carajo porque no podía dejar de mirarte y cuando te fuiste todo volvió a la normalidad de una vida hecha por las críticas. Mirá yo no sé qué querés demostrarme pero no hace falta, porque sos transparente y se te nota todo. Tus ojos no mienten aunque parezcas un modelo frío- Me respondió conquistando mi alma y sacando afuera, una vez más mis nervios.
El pensaba que yo era transparente, yo pensaba que él era transparente. ¿Que era eso?
Lo besé y acaricié toda su espalda con pasión. Hacía calor ese día, no más que dentro de nosotros y el parque con césped no era una amenaza con Sebastian.
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2:30 am (parte I)
Teen FictionSi hay una brisa que me dice que tenga esperanzas, no soy un chico que disfrute de lo que se parece a todo. He oído decir que cada uno escucha lo que quiere escuchar. ¿Por qué yo siempre escuché lo que me obligaron? Siempre hasta que un día la angus...