*Narra Equim*
Las horas de clases pasaron como una tortuga vieja y cansada. No había dormido nada, incluso hasta el sonido de la tiza en el pizarrón me irritaba.
Había cortado con Sebastian después de que apareció borracho en mi casa y me hizo sentir un cualquier cosa.
Yo lo quería pero también quería disfrutar nuestro amor. La gente de la escuela hablaba de mí y esta vez lo rumores llegaron desde los labios de Brenda.
-Dicen que vos estás con Sebastian Denver, el jugador de fútbol, que se conocieron en el gimnasio de la madre y no pueden decir nada porque el juega al fútbol por eso tienen un contrato de silencio.-
¿Un contrato de silencio? Pensé y me reí de la estupidez mental de la gente. Ahí entendí porque ese día cuando entré todos se decían algo en oído y me miraban pasar.
De cierta manera había un contrato silencioso, Sebastian Denver y yo no éramos con exactitud la mejor pareja para ser feliz según los ojos de los demás. Pero era si éramos polémicos y eso la gente del pueblo lo distributaba como a un poema de Bécquer.
Solo miré a Brenda y me admití que ser el centro de atención era lo mejor que me podía pasar en mi adolescencia. Fue lo mejor hasta que empeoró, pero no voy a adelantarme.Volví a casa y mi prima Vilma de misma edad me pidió salir a conocer más Maipú. Mamá me prestó su auto y me recalcó que vaya a escondidas por tener carnet de conducir.
Fuimos a los sitios con mejor vista del lugar y pasamos por el paisaje donde Sebastian me había llevado la primera vez.
-¿Que pasa que lloras?- Me preguntó cuando nos sentamos en un tronco y recordé la segunda tarde con él.
E:-Me enamoré de alguien que nunca va a poder amarme libremente. Ahora somos el centro de atención de acá y todo mundo se va a encargar de destruirnos.-
V:- ¿El chico que fue por la madrugada a tu casa?
E:- Si Vil, no puedo seguir así más.-Vilma fue mi escucha y mi contención por un rato donde le conté todos los detalles. Sebastian no había llamado o aparecido. Su mensaje hizo que amara la canción de su banda favorita y pensé en decicarle una en inglés, pero habíamos terminado.
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2:30 am (parte I)
Teen FictionSi hay una brisa que me dice que tenga esperanzas, no soy un chico que disfrute de lo que se parece a todo. He oído decir que cada uno escucha lo que quiere escuchar. ¿Por qué yo siempre escuché lo que me obligaron? Siempre hasta que un día la angus...