"Meriendaría tu boca",

44 7 0
                                    

*Narra Equim*

"¿Cómo es eso  que tu foto de perfil de Facebook tiene muchos likes y son todos de hombres? Estoy ansioso para que sean las seis, ¿Que te gusta merendar? ¿Que te gusta hacer por la tarde? ¿Cuando vas a responderme? Extraño la suavidad que le da tu voz a mis oídos"

Era el mensaje de voz más lindo que había escuchado. Sebastian Denver parecía un niño inglés sin tanta preparación cuando hablaba. "Meriendaría tu boca", "te abrazaría cada tarde", pensé en contestarle pero no lo hice. Escuché el mensaje una y otra vez y otra vez y otra vez.  Eran las 17pm, tenía que irme, tenía que verme bien y seguía escuchando el mensaje de Sebastian.

-Sara, despertate hija de puta, no paras de dormir, ¿Esto me queda bien? - Desperté a Sara que muy dormida me dijo;
-Si amigo, te queda hermoso, ¿Querés que te saque una foto?-
-¡No! Quiero que me mires bien, porque no estas abriendo los dos ojos, ¡¡¡Despertate!!!!- Grité tirándome arriba de mi amiga.
Mi celular comenzó a sonar, ya estaba listo y Sara se había ido.
Mi cabello rojizo con rizos definidos me devolvían sensualidad, mi remera color verde clara y mis jeans azules ajustados con mis Vans rojas eran un poco de lo nuevo que era yo. Agregué una cadena de plata que le robe a mamá, una sonrisa que provocaba ese horario y Sebastian que me esperaba en el supermercado con letras naranjas hacia veinte minutos.
-Equim, ¿Adónde vas?- preguntó mi mamá pintándose las uñas en el sillón con forma de L que estaba en el living.

Mi casa era grande y cómoda, mamá tenía un gusto muy sofisticado para elegir donde criarnos, solo por fuera, por dentro le faltaban algunas materia que aprobar en la crianza.
-Voy a ver a Rosario que volvió de vacaciones, vuelvo temprano estoy apurado me está esperando.- Respondí saliendo por la puerta.
-¡Equim acordate que dentro de poco comienzan las clases, tenes saber que tenés que empezar a dormirte temprano!- Escuché ese mini testamento saliendo  por el jardín.
-Ay me olvidé de ponerme perfume ¡La concha de la lora! -Grité solo y volviéndome.
-Porque no me respondes cuando te hablo Equim, te estas pareciendo a tu padre.- Se quejó Leticia que seguía en el sillón.
-Te escuché Ma, todo bien, todavía no empezaron las clases, ¿Esto me queda bien?- Pregunté sin escuchar ni una palabra de lo que me decía mamá.
-Si me encanta el cuerpo que se le está firmado a mi bebé.- Leticia me hablaba como un bebé y se paraba a abrazarme.
-Espacio personal mamá, me voy.- Le dije y fui a buscar al que si quería que me abrace.

2:30 am (parte I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora