*Narra Equim*
Vestía una gorra negra, un pantalón de buzo y sus particulares ojos rojos.
Me paralice, estaba con sus amigos con los que compartí la madrugada de las zapatillas rojas.
-Vamos para alla.- Agarré a Sara del brazo y caminé rápido.
Salimos al patio del lugar, toda la borrachera había pasado a segundo plano y la alegría al último. Estaba realmente asustado, Lucas estaba en el mismo lugar que yo, con su presencia que me había enamorado y después destrozado.
-¿Que te pasa? Te cambió totalmente la cara.- Me dijo Sara prendiéndose un cigarrillo.
-No sabía que fumabas. Quiero irme de acá Sara, me siento muy mareado.-Respondí apoyándome en la pared en donde no había demasiada luz.
-Llegamos hace media hora Equim, la música está genial. ¿Que pasó?- Sara comenzaba a preocuparse.
-Nada, solo que siento que algo va a salir mal Sara, si querés quedate. Necesito respirar otro tipo de aire.- Agregué angustiado.Sara me abrazó y junto con su abrazo me comentó que lo que me pasaba era que estaba más grande y cumplir años sensibiliza.
-¿Me estás diciendo viejo?- Le dije sacándola de mí.
Todavía me sentía mareado, pero pensé en que si evitaba que me vea o verlo, podríamos compartir ese viernes por la noche.
Compramos otro trago y notamos cómo entró una gran cantidad de gente en grupos distintos, lo que me dió la pauta que Lucas no me vería y que estaba a salvo.Con el trago en la mano observé minuciosamente el lugar, todo el grupo de él vestía muy distinto al resto de la gente, era fácil reconocerlos.
Tomé fondo blanco del trago que compramos con Sara y mi baile sensual, que atraía la mirada de todos, me hizo olvidar que él estaba allí. Nada puede más que el punto desde cual observamos la situación, me repetí en la fila del baño, unos minutos después.Tenía miedo, Sara no entraba al baño conmigo y estaba lleno de muchos adolescentes más grandes que yo. Uno me ofreció un trago en la fila para entrar y me preguntó si tenía sobra de un polvo blanco en la nariz.
-No, no tenés nada.- Dije devolviéndole el vodka sin probarlo.
Miré a todos los que estaban ahí con detenimiento, ví como todos buscábamos resaltar y pertenecer a un lugar, a un grupo, todos estábamos ahí para demostrar porque debíamos ser el centro de las miradas. Ver gestos y miradas me hicieron ver que yo también podía ser como ellos, aquellos que parecían relajados y midiendo a los demás.
Acá empezaba la edad donde imitaba patrones de personas para cumplir roles y crecer.
La fila se hizo eterna y ya imaginaba como había perdido a Sara entre la multitud.
Cuando llegué a la puerta para entrar mis ojos con forma de almendra se agrandaron y mis manos comenzaron a temblar al escuchar en mi oído susurrar;-Hola.-
ESTÁS LEYENDO
2:30 am (parte I)
Teen FictionSi hay una brisa que me dice que tenga esperanzas, no soy un chico que disfrute de lo que se parece a todo. He oído decir que cada uno escucha lo que quiere escuchar. ¿Por qué yo siempre escuché lo que me obligaron? Siempre hasta que un día la angus...