Sweet [Lutteo]

Capitulo 14

Matteo empuja la silla de ruedas hasta la habitación donde me encontraba anteriormente. Cuando llegamos allí, me bajo de la silla y me subo a la camilla yo sola sin ayuda alguna.

─ No fue tan malo, ¿eh? ─ Dice él y yo lo miro.

─ Fue incómodo, no malo. Creo que lo que más me daba miedo era que me digan que mis test habían dado mal. Yo ya me he encariñado con mi bebé.

─ ¿Cómo reaccionaste ante la noticia? ─ Dice sentándose en la cama.

─ Como tú seguro que no ─ Digo y él me sonríe un poco lo que logra hacerme reír a mí también ─ Vale, reaccione ¿normal? No llore, tampoco me lo tome como algo malo. Es mi bebé ... y fue culpa mía o tuya, de ambos de no habernos cuidado... Él solo fue un bichito que ha ganado la gran carrera. ¿Qué clase de premio seria que tu propia madre no te quiera?

─ Me resultas adorable, Luna. Siempre me resultas así.

─ Bueno, espero que ser adorable sea algo bueno. No pretendo cambiar lo que soy y menos por alguien.

─ Y luego eres así... Y me parece fantástico, pareces sensible, vulnerable. Pero no lo eres.

─ Si lo soy, pero no dejaría que alguien me pase por encima.

─ Lo sé, ¿Cuánto tiempo te quedaras aquí? ─ Pregunta él y yo me encojo de hombros.

─ Era para cuidar a mi bebe, nos han dicho que mi bebe está bien así que supongo que solo debería llamar a mi padre para que me venga a buscar.

─ Yo te llevo ─ Me dice él y yo asiento.

─ Pediré los papeles para darte de alta. Ya regreso ─ Me dice y yo asiento.

Veinte minutos después vuelve Matteo dándome la noticia que podía cambiarme para irnos a casa.

......

─ Tus padres lo saben, ¿Verdad? ─ Pregunta Matteo y yo asiento.

─ Sí, se los conté el día que terminé con Simón. Temía que el golpe que me dio haya afectado al bebé.

─ Nada pasó. ¿Verdad? ─ Pregunta mirándome y yo asiento.

─ ¿Tus padres saben que seré yo el padre?

─ No, solo saben que estoy embarazada de otra persona que no era mi pareja.

─ ¿Cómo reaccionaron?

─ Me dieron su apoyo, ellos me apoyan y me metieron a la clínica para cuidarlo. Después que tú...te fuiste tuve un brote nervioso de miedo.

─ Lo siento, reaccione muy mal. Pero esperabas que me digas cualquier cosa menos que seriamos padres.

─ ¿Qué te hizo cambiar de opinión?

─ Nada, no pensé nada cuando me lo dijiste. Solo estaba algo shockeado con la noticia.

─ Tengo sueño, creo que este embarazo me la pasare durmiendo día y noche.

─ Lo que a mí eso me gustaría Luna. Un lado bueno del embarazo eh.

─ Tiene más lados buenos ─ Digo algo molesta ─ Mi bebé es un lado bueno. Matteo no quiero que mires a mi hijo como un estorbo o algo malo en tu vida. Yo preferiría que te vayas y nos dejes solos antes de que hagas eso.

─ No quise darte a entender eso, Luna. Lo siento, soy estúpido cuando estoy nervioso.

─ De verdad lo digo, Matteo. No tienes la obligación de quedarte, te estoy dando la opción.

─ Luna ¿Quién soy? Soy Matteo, tu amigo. Fui abandonado por mi padre cuando nací, volvió y se fue, volvía solo por mi madre y yo no le interesaban mis sentimientos. No quiero que él bebé ese pase eso, yo no la pase nada bien.

─ Por eso, por él bebé. Tienes casi siete meses para pensarlo y tomar la decisión.

─ No hay nada que debo pensar, no hay decisión que tomar. Yo estoy aquí para él bebe y para ti.

─ Espero y sea así ─ Susurro apenas audible.

─ No voy a defraudarlos. Sé que no tuve una buena reacción, pero por favor, no demos vuelta a este asunto. Yo estaré aquí.

─ Te tomaré la palabra ─ Le digo y el me regala una hermosa sonrisa.

─ Gracias Luna.