Sweet [Lutteo]

Capitulo 15

─ Gastón ─ Digo abrazando a mi amigo. Él me abraza con fuerza y besa mi cabello.

─ Te he extrañado ─ Me dice y yo sonrió y beso su pecho.

─ También lo he hecho, sé que quieres que te cuente todo lo que está pasando y lo haré. Sólo dame unos días más.

─ Vale, pero estas bien, ¿no? ─ Pregunta preocupado y yo asiento.

─ Si lo estoy ─ Digo y él me sienta sobre sus piernas.

─ Te felicito, al fin has terminado con Simón.

─ Gracias, sucedieron cosas y me di cuenta que era el fin, no había vuelta atrás. Él no volvería a ser el Simón que yo quise.

─ ¿Te ha golpeado? ─ Pregunta y yo niego.

─ Ya te contaré ─ Le digo y el asiente.

─ Me preocupas. Nina esta rara conmigo y sospecho que tiene que ver contigo. ¿Qué sucede? Todos están raros...me siento afuera.

─ No es eso Gastón ─ Digo rápidamente.

─ Hope... Ella también está preocupada, pero necesito un poco de espacio. ¿si?

─ Ella lo sabe, ¿Cierto? No me molestaré.

─ Lo sabe.

─ ¿Matteo? ─ Me pregunta

─ Matteo...también.

─ Entonces sólo yo falto ─ Dice mirándome mal.

─ Lo siento, ya lo sabrás. Entenderás todo.

─ Eso espero ─ Susurra y yo me apoyo en su pecho.

Miro como Matteo habla con Simón, quien ríe y mira hacia donde estoy yo. Matteo me mira y noto que tiene la mandíbula tensa.

Simón deja de reír y comienza a caminar hacia donde estoy con Gastón. Se para en frente y me analiza con su mirada.

─ ¿Ahora son novios? ─ Pregunta él y Gastón bufa.

─ ¿Qué haces aquí? No tienes nada acá.

─ Luna tenemos que hablar ─ Dice y yo niego rápidamente. No pienso hablar con él y menos a solas.

─ No, no hay nada que hablar. Tú y yo terminamos.

─ Luna nosotros vamos a hablar ahora ─ Dice ya molesto.

─ Ya déjala Simón. Ustedes terminaron y no hay nada que hablar ─ Dice Matteo y Simón lo mira molesto.

─ Tu no te metas Matteo. Sólo quiero que hablemos.

─ Yo no quiero hablar contigo, entiéndelo. El momento de hablar fue hace meses, no se habló, ahora se terminó. Déjame en paz.

─ Por favor Luna ─ Suplica.

─ No me valoraste cuando me tuviste, no me vengas a prestar atención ahora. Se terminó, vuélveme a hablar y te denunció por lo del otro día. Yo no me lo olvido.

─ ¿Qué paso el otro día? ─ Pregunta Gastón.

─ No importa, basta Simón ─ Digo bastante molesta.

─ Averiguaré que paso el otro día. Y si la golpeaste prepárate porque no te será leve ─ Amenaza mi amigo.

Me pongo de pie y me alejo de ellos. Camino hacia el salón de clases y me siento en una banca, saco mi carpeta y me pongo a escribir cosas sin sentido para matar el tiempo.

─ No te preocupes, no va a pasarte nada con Simón ─ Dice Matteo entrando al aula. Lo miro y él camino hasta sentarse frente mío.

─ ¿Me culpas por tenerle miedo? ─ Pregunto y él niega con la cabeza.

─ No, entiendo. Reaccionó muy mal y tampoco me gustaría verlo cerca tuyo.

─ ¿Entonces porque me dices que no me preocupe?

─ Porque te tengo bajo mi vista, no voy a dejar que te haga daño.

─ ¿Y si te descuidas un momento?

─ No voy a hacerlo. Confía en mí, los voy a cuidar.

─ Gracias ─ Susurro y lo miro. Me está sonriendo.

─ Espero y no nos odies cuando Simón y tú... No hablen.

─ Umh, sobre eso... No dejaré que nuestra pelea afecte las cosas con nosotros.

─ Debo decirle a Gastón... Me siento mal ocultándole.

─ ¿Él sabe de lo nuestro? ─ Pregunta y yo niego.

─ Nada, no sabe nada.

─ Vale, hay que decirle... Es nuestro amigo y vaya que se enojará.

─ Tengo miedo que si le digo a él alguien escuche y se lo cuenten a otra persona y así hasta que todos lo sepan.

─ En algún momento eso pasará, Luna. Hay que prepararnos. No lo podemos ocultar por mucho tiempo.

─ Lucas dice que en un par de semanas se va a empezar a notar un poco.

─ Lo que diga él no significa que así sea.

─ Él tiene muchos bebés en su familia, vivió muchos embarazos.

─ No importa, no todos son iguales. No quiero hablar de tu amigo, no me simpatiza.

─ Es un excelente amigo. Me ayuda mucho...

─ Sólo quiere follarte Luna ─ Me dice el de mala gana.

─ Tiene una novia preciosa, no quiere eso de mí. Él es mi mejor amigo, siempre lo será.

─ Como sea, yo tenía novia hace meses e igual quería follar contigo. Jessica era preciosa, pero quería contigo.

─ Jessica era una zorra ─ Digo mirándolo y él se encoje de hombros.

─ No lo niego, me gusta lo fácil respecto a las mujeres.

─ Eres un idiota ─ Le digo enojada.

─ Tú no has sido fácil, pero me has gustado. Así que no te lo tomes literal.