Capitulo 80

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MATTEO.

Una vez sólo con mi novia en la habitación me dejo caer en la silla que se encuentra justo al lado de su camilla, donde su cuerpo está sin ánimos. Acaricio su mejilla y largo un suspiro. Lo que debería ser el mejor momento de nuestra vidas no lo es. Hay posibilidades que mi novia no salga de este coma.

Cierro los ojos y apoyo mi cabeza en la camilla. Me dedico a pensar unas cuántas palabras para poder darle ánimos.

─ Te amo y con Alex te necesitamos. ─ Le susurro en apenas y un hilo de voz.

Me vuelvo apoyar contra el respaldo de la silla y no puedo evitar sacarme de la cabeza que mis suegros crean que yo no quiero a mi hijo o peor, que lo estoy culpando cuando solo es un bebé inocente. 

Jamás se me habría pasado por la cabeza culpar a mi hijo por lo que le esta pasando a Luna. Únicamente no quiero tenerlo conmigo ahora porque se que los bebés están de alguna forma vinculados con sus padres y muchas veces suelen sentir que ellos están mal y no quiero que eso sea así para mi hijo.


......


Camino hacia donde esta el sector de bebés recién nacidos y a través del vidrio, intento encontrar a mi hijo. No es difícil, pues parece que no han nacido muchos niños y mi hijo es fácil de divisar. Lo veo moviendo sus pequeños bracitos hacia arriba mientras hace algunas muecas y segundos después llora. Rápidamente una enfermera lo toma y comienza a intentar calmarlo, pero al no poder, sale con él de la habitación así no despertar a los otros bebés. Me acerco a la enfermera para poder verlo de cerca y una vez que estoy así de cerca es imposible no querer tener en brazos a mi Alexander.

La enfermera que me reconoce me lo tiende y no lo pienso al tomarlo en brazos y llevarlo hasta mi pecho. Es pequeño, muy pequeño de hecho, nunca he estado tan cerca de un bebé tan pequeño. Lleva bastante cabello en su cabeza, deberíamos rasurarlo así crece un mejor cabello. Acerco mis labios a su frente y deposito un pequeño beso. El bebé deja de llorar y yo sonrió con lagrimas en mis ojos, este es un momento que Luna se está perdiendo y aunque sea terriblemente dulce lo siento agridulce.

Lamo mis labios y tomo una de sus pequeñas manitos, él presiona su mano alrededor de mi dedo y sonrió. Miro a la enfermera que se encuentra sonriendo ante la imagen que proyecto con mi hijo. De repente, un nudo se forma en mi garganta.

─ Ella estará bien ─ Me dice y yo la miro con el ceño fruncido. ─ El señor sabe lo que es mejor para la gente.

─ Lo mejor para todo el mundo es que mi novia disfrute este momento conmigo y nuestro bebé, no que este en coma. ─ Le digo algo molesto. Ella no borra su sonrisa y eso me enoja. 

─ El destino esta escrito, todo lo que pasa sucede porque algo mejor esta esperándote. ─ Me dice y yo miro a mi hijo e ignoro a la enfermera porque eso me parece estúpido. ¿Qué cosa mejor puede estar esperándome si mi novia esta entre esa delgada linea entre la vida y la muerte?

Me siento en una de las sillas que se encuentran allí y me quedo observando a mi hijo. Así no se parece a ninguno de los dos, pero eso es comprensible porque aun esta un poco colorado. Suspiro nuevamente, Luna de verdad quería un parto y yo quería estar a su lado, soportar sus insultos y que me eche la culpa de que este como este. Pero que al escuchar el llanto de mi hijo, sus ojos se llenen de lagrimas y me diga un Te amo. Pero eso no pasó, mi hijo nació por cesárea porque mi chica entro en un coma.

De repente un pensamiento llega a mi cabeza y miro a la enfermera que momento anterior me hizo enojar. Ella no aparta la mirada de nosotros y me remuevo incómodo. Acomodo a mi bebé y vuelvo a mirarla.

─ ¿Ha comido algo? ─ Pregunto mientras que mi hijo succiona mi dedo.

─ Le hemos dado un biberón hace rato. ─ Me dice y yo asiento.

─ En un rato mas le daremos otro así duerme. ─ Me continua diciendo y yo asiento. 

─ Vale. ─ Le digo y miro que ella se acerca. 

─ Una de las enfermeras ha hablado con la asistente social, pensó que usted no iba a querer a su bebe. ─ Dice ella y yo frunzo el ceño. ─ Y como una pareja andaba buscando a un bebé para adoptar propuso al suyo. ─ Dice algo nerviosa.

─ ¿Qué? Mi hijo no sera dado en adopción. Yo me iré en cuanto a mi novia le den el alta. Y mi hijo vendrá con nosotros. 

─ Pero ¿Y si su mujer no despierta?. ─ Pregunta ella y yo lamo mis labios. 

─ Ella despertará. Pero si no sucede... Mi hijo sera criado por mi, por su padre.


Sweet [Lutteo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora