Capitulo 38

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─ ¿Por qué insistes en que seamos solamente amigos? ─ Pregunta molesto. 

─ Porque te quiero ─ Digo casi en un grito ahogado ─ Te quiero y no quiero que nada nos haga perder nuestra amistad. 

─ Eso es estúpido Luna ─ Dice y yo lo miro con el ceño fruncido ─ Esto así nos hará separarnos. Querer estar juntos y evitarlos solo nos llevará a lastimarnos. 

─ Basta Matteo, por favor. No quiero tener toda esta charla ahora.

Él bufa nuevamente y se tira sobre la cama. 

Yo lo miro y me encierro en el baño para terminar de arreglarme. 

Cuando salgo, Matteo esta aun en la cama. Me acerco a él y pongo una mano en su pecho.

─ Aprovechas cada circunstancias para tocarme ─ Me acusa y yo niego con la cabeza. 

─ No lo hago ─ Digo y él ríe de forma ronca. 

─ Sí, ahora mismo me estas tocando. Que yo recuerde, hemos tenido una charla solo ser solo amigos. 

─ Los amigos se abrazan ─ lo contradigo y pone en blanco sus ojos. 

─ Pero no hacen el amor y tampoco tienen ganas de hacer el amor todo el tiempo ─ Me dice y yo me levanto para mirarlo. 

Él lame sus labios y yo suspiro.

Me lo quedo mirando fijamente durante un momento, acaricia mi mejilla y me empuja para ponerse sobre mi cuerpo.

─ De verdad, quiero algo más que amigos ─ Me dice y yo no respondo.

Él presiona sus labios sobre los míos mientras que con su otra mano acaricia mi muslo. 

Profundizamos el beso y de a poco, la ropa comienza a desaparecer.

Cuando estamos completamente desnudos Matteo acaricia mi mejilla y lleva un mechón de cabello detrás de mí oreja.

─ Eres la chica más linda que mis ojos vieron ─ Susurró y yo muerdo su labio. 

─ Mejor solo cállate ─  Le digo y él asiente. 

Se acomoda entre mis piernas y se va adentrando de a poco y lentamente. Clavo mis uñas en su espalda y el comienza a moverse.

Me quedo sobre la cama mirando el techo mientras Matteo comienza a vestirse. Cuando acaba se tira a mi lado.

─ Ha parado de llover. Iré a ver si puedo hacer arrancar mi auto. 

─ Espérame ─ Le digo poniéndome de pie rápidamente y comenzando a ponerme mi ropa.

Cuando acabo, me miró al espejo de la habitación. 

Matteo se pone de pie y toma su billetera y su celular.

─ Mientras arreglas tu cabello, iré a pagar la habitación. No te tardes.

Se acerca a mi y da un pequeño beso en mis labios antes de salir de la habitación. 

Miro sorprendida por donde se fue y luego llevo una mano a mis labios y suspiro. Ya estoy siendo estúpida.

Paso mis dedos por mi cabello y luego me hago una cola de caballo. 

Cuando salgo de la habitación, no me olvido de tomar el bolso de Matteo y corroborar si no quedo algo nuestro. 

Al confirmar que nada se nos quedo, cierro la puerta y comienzo a caminar hacia el Lobby del hotel.

Cuando llegamos a mi casa, Matteo aparca el auto y me mira. 

Lamo mis labios y me acerco a el para besar su mejilla pero el corre su rostro haciendo que bese sus labios. 

Toma mi rostro entre sus dos manos y me planta otro beso.

─ Matteo ─ Susurro y él me suelta. Acaricia mi mejilla y bufa ─ Te quiero... Y de otra forma. Piénsalo ¿Sí? 

─ Hasta mañana ─ Susurro bajando del auto y corriendo a mi casa. 

Abro la puerta a las apuradas y me meto. 

Cuando cierro la puerta, me doy vuelta y me encuentro a mi madre y a mi padre... Y ninguno de los dos se ven felices.

No les he avisado que pasaba la noche afuera y este es el momento donde me gustaría que la tierra me trague.


Sweet [Lutteo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora