Sweet [Lutteo]

Capitulo 61

Cuando abro los ojos me encuentro sola en la habitación de Matteo. Me siento en la cama y me quedo sentada por unos cuantos minutos.

La puerta de la habitación se abre y entra mi novio. Cuando me ve su sonrisa se borra lo que me preocupa un poco.

─ Vaya Luna, nunca me dejas efectuar mis planes ─ Dice él mientras deja la bandeja con nuestro desayuno en la mesa de noche y deposita un beso en mis labios. 

─ ¿Por qué dices eso? ─ Pregunto confundida. 

─ Quería despertarte con el desayuno y tú te adelantas. ¿Como has dormido? ─ Pregunta depositando otro beso en mis labios. 

─ Bien ─ Digo con una sonrisa y lo abrazo por el cuello.

─ Bien, me alegro ─ Dice acariciando mi vientre ─ Mi campeón no ha estado moviéndose otra vez ¿No? ─ Pregunta y yo niego con la cabeza. 

─ Ya se moverá para ti ─ Le digo poniendo mi mano sobre la suya. Él asiente y vuelve a besarme. 

─ Eso espero. Ven, vamos a desayunar ─ dice y yo asiento.

Comenzamos a desayunar en silencio, pero como siempre, eso dura poco entre ambos. Charlamos de algunas cosas y nos besamos.

─ ¿Hablaste con tus padres? ─ Pregunta él y yo niego con la cabeza ─ Creo que deberías llamarlos. Sobretodo a tu madre, debe de estar llorando por ti...y tu hermano también. 

─ Tienes razón ─ Le digo y toma mi mano y hace que lo mire. 

─ ¿Estas bien aquí? Quiero que estés cómoda y feliz aquí ─ Me dice y yo le doy una sonrisa. Me acercó a sus labios y depósito un beso. 

─ Te quiero ─ Le susurro el me sonríe y acaricia mi mano.

Seguimos desayunando en silencio. Cuando acabamos el me dice que llevará las cosas a la cocina. Yo mientras tomó mi celular y marco el número de mi mama.

─ ¡Hija! ─ Exclama ni bien atiende ─ ¿Estás bien? 

─ Hola mamá, estoy bien. Matteo me trata muy bien ─ Le digo y ella suspira. 

─ Me alegro que estés con el. Por un momento pensé que ibas a pedirle que te deje en un hotel. 

─ No, estoy viviendo con él  ─ Digo y veo como Matteo entra a la habitación y se quita la camiseta. 

─ Ese chico es un sol ─ Dice ella y yo río ─ Hija, ven a almorzar ─ Me pide y yo miro la espalda de mi novio. 

─ No, no quiero que papá haga sentir mal a Matteo ─ Digo y este me mira. 

─ Si tu papá hace sentir mal a ese chico se las verá conmigo. Tu ven preciosa. Vendrá casi toda la familia. Quiero que estés aquí. 

─ Yo defenderé a Matteo si él dice algo. Así que mejor que cierre su boca. Dime a que hora y allí estaremos. 

─ Vengan al mediodía cariño. Se lo dejaré claro. Ya hizo que te fueras de la casa, no va hacer otra cosa. 

─ Vale, te amo mamá ─ Le digo y ella me devuelve el te amo antes que corte.

Matteo me mira y yo me pongo de pie. Camino hacia él y enredo mis brazos en su cuello. Pasa sus brazos por mi cintura. Me pongo de puntas de pie y depósito un beso en sus labios.

─ Mamá quiere que vayamos a almorzar ─ Le digo y él asiente. 

─ Vale ─ Me dice. 

Acaricio su mejilla y lo abrazo. Oculto mi cabeza en su pecho y pongo más fuerza en el abrazo.

─ ¿Que sucede Luna? ─ Pregunta y yo no respondo.

Nos mantenemos abrazados por un momento y luego me separo. Entrelazó nuestras manos y lo miro.

─ Te amo ─ Susurro y él sonríe. 

Suelta nuestras manos entrelazadas y toma mi rostro entre sus manos. Luego me besa. 

─ También te amo princesa ─ Me dice y yo sonrio. 

─ Vamos a ducharnos ─ digo y él asiente.

Caminamos hacia el baño y el pone la tina a llenarse. Me mira y comienza a desnudarme. Luego procede a desnudarse. Cuando estamos como Dios nos mando al mundo me ayuda a meterme para luego meterse detrás mío. Me rodea con sus brazos y me relajo mientras el deposita un beso en mi hombro.

─ ¿Cómo crees que este Ámbar? ─ Pregunto y él suspira. 

─ No se, pero esperó que este bien ─ Me responde y yo asiento. Siento como comienza acariciar mi vientre y una sonrisa se apodera de mis labios. 

─ ¿Qué crees que le haya pasado? ─ Pregunto y me abraza otra vez. 

─ No lo sé, pero estoy seguro que si Ámbar fueras té yo habría matado al hijo de puta que se atrevió a hacerte daño. 

─ Esperamos que nadie me lastime y que no mates a nadie ─ Le digo y el ríe.