Sweet [Lutteo]

Capítulo 43

Limpio mi boca y me encaminó hacia la cama.

Esta última semana he estado con vómitos. Esos horribles malestares han llegado a mí para hacer de mi vida un infierno.

Me recuesto en mi cama y prendo la televisión. Estoy aburrida y sola en casa.

Tendría que estar en el Instituto pero no tengo nada de ganas de ir.

Bostezo y me remuevo en la cama buscando algún a posición cómoda para poder dormir.

Cierro mis ojos pero a los pocos segundos mi celular comienza a soñar.

Lo tomó rápidamente antes de que ese ruido comience a darme dolor de cabeza.

Sin mirar la pantalla abro el mensaje.

De: Matteo
-Espero que estés bien, después de clases paso a verte. Cuídate. :) ♡

No puedo evitar sonreír ante sus caritas.

Me vuelvo a poner en posición y esa vez si me permito hacer un largo viaje a la oscuridad.

......

Cuando me despierto, trato de darme vuelta pero algo me lo impide.

Abro mis ojos y me encuentro el cuerpo sin camiseta de Matteo a mi lado.

Lo miró y él me sonríe.

- Hola preciosa, no quise despertarte ¿Estás bien?- pregunta y yo asiento con una sonrisa tonta.

Él se acerca y besa mis labios.
Sonrió mientras me permito enredar mis brazos alrededor de su cuello.

Cuando nos separamos acaricio su mejilla, y él presiona sus labios sobre los míos una vez más.

Me acomodo contra su cuerpo y pongo una mano sobre su pecho.

Se siente bien esto.

Sólo espero que esta relación si funcione.
Con Simón también había sido perfecto al principio.

Lo miró y frunzo el ceño al notar que lleva un golpe en su mejilla.

Llevo mi mano hacia ahí y él se aleja rápidamente con una mueca.

- ¿Qué te ha pasado? - preguntó y él niega con la cabeza.

Toma mi mano y se la lleva a sus labios para depositar un beso en ella.

- Nada que valga la pena contar, Luna - me dice y yo golpeo su pecho.

Me pongo de pie y lo miró con la manos en mi cintura.

- Vamos nena.

- No Matteo. Se supone que somos novios y los novios no se ocultan cosas - le digo molesta.

- No se supone que somos novios - dice él  y yo abro mi boca para acotar pero él me lo impide - somos novios. Y de verdad, no importa lo que pasó.

- ¡Si que importa! - digo casi gritando.

La puerta de mi habitación se abre y mi mamá aparece ahí.