Capitulo 25

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Volteó divertida y mi sonrisa se borra al encontrarme a Ámbar devolviendo. Pobre, por suerte, mis náuseas se han ido.

Me acerco a ella y sujeto su cabello. Maldigo a los estúpidos que están mirando sin hacer nada. Cuando ella acaba, la ayudó a sentarse en una banca y le doy de mi botella de agua.

Ella la bebé sin decirme nada. Se ve terrible, esta pálida y sus ojos colorados. Me da pena.

─ ¿Por qué haces esto? ─ Pregunta mirándome.

─ ¿Hacer qué? ─ Pregunto mirándola.

─ Ayudarme.

─ Mañana puedo ser yo la que necesite tu ayuda. ¿Estás bien? ─ Pregunto y ella pone una mano en su estómago.

─ Si... sólo me ha caído mal el almuerzo.

Escucho la voz de Simón de lejos. Viene corriendo. Se pone de rodillas frente a Ámbar y toma su rostro entre sus manos.

─ ¿Estas bien? ─ Pregunta el preocupado. Ella asiente y Simón me fulmina con su mirada.

─ ¿La estas molestando? ─ Pregunta molesto.

Yo no le respondo, me pongo de pie y camino hacia Matteo. Este me rodea los hombros con su brazo.

─ Me ha ayudado. ¿Puedes llevarme a casa? Me siento débil.

─ Vamos ─ Dice el tomándola en brazos.

Miro a Matteo y él se encoje de hombros.

─ ¿Has oído unas gracias? ─ Pregunto y el ríe mientras niega con la cabeza.

─ Da igual nena. No sirve de nada unas gracias forzado. ¿Tus náuseas se fueron? ─ Pregunta con interés.

─ Así parece. No las llamemos, estoy feliz sin ellas.

─ Puedo creerte. Me ha gustado lo que has hecho. Eres tan buena.

─ No me costaba nada hacerlo ─ Le digo y el asiente.

─ Apuesto a que nuestro hijo será más guapo ─ Me dice y yo golpeó su abdomen.

─ ¡Cierra la boca! Aun no quiero que nadie se entere.


......


Mientras camino por el pasillo me da asco lo que escucho sobre Ámbar. Todos están malditamente juzgándola por haber quedado embarazada.

─ No lo va a tener. En cuanto vea que ha subido de peso directo al cirujano para abortar. ─ Dice Fernanda y yo pongo mis ojos en blanco.

Dudo que Ámbar aborte. Creo que si pensará en abortar lo habría hecho antes que corra el rumor.

Matteo me llama para que me siente a su lado y lo hago. Apoyo mi cabeza en su hombro y él pone una mano en mi rodilla.

─ ¿Qué sucede? ─ Pregunta en voz baja.

─ Todos están criticando a Ámbar ─ Susurro angustiada.

─ Cuando sepan que también yo... lo harán conmigo.

─ Y yo les partiré la cara, Luna. Arriba, no me gusta verte triste.

─ Ya se me pasará ─ Digo mientras sacó mi celular y le mandó un mensaje a Nina.

¿Dónde estás?

Espero una respuesta pacientemente, pero no llega. La clase comienza y yo me dedico a escribirle la mano a Matteo. El ríe y niega con la cabeza.

─ Mira lo que has hecho ─ Dice divertido.

─ Te encanta que lo haga ─ Le digo y él niega con la cabeza, aun sonriendo.

─ Me encanta que me hagas otro tipo de cosas. Pero escribirme, no cariño.

─ Eres un completo idiota ─ Le digo y él me pone un brazo sobre los hombros.

─ Ahora deberé darme un baño ─ Bromea.

─ Era hora. Apesta por aquí ─ Le digo y él ríe antes de besar mi cabeza.

─ Gracias por esta oportunidad Luna. Me hubiese odiado toda la vida si te perdía.

─ Fuiste un idiota. Me sentí para la mierda cuando preferiste a Simón. Tú y Gastón son mis mejores amigos.

─ Lo siento Luna. Soy un idiota, lo sabes.




Maratón 3/4

Sweet [Lutteo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora