Capitulo 22

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Gastón entra al salón y camina hacia donde estamos sentadas nosotras. Deja su bolso sobre la mesa y yo lo miro.

─ Matteo te está esperando en el campo ─ Me dice y yo frunzo el ceño.

─ ¿Para qué? ─ Pregunto mirándolo.

─ No sé, pero ve antes que llegue el profesor ─ Me dice y yo asiento.

Me pongo de pie y con mi bolso en mi hombro salgo caminando apresuradamente hasta llegar al campo de deportes.

Me siento al lado de Matteo en las gradas y él me mira.

─ Pensé que no vendrías ─ Dice y yo me encojo de hombros.

─ ¿Para qué me has llamado? ─ Pregunto y él tomando mi mano se pone de pie y me hace caminar hacia la casita del guardia de la Universidad.

Abre la puerta y me hace entrar. Lo miro confundida y él me sonríe. Esa sonrisa tan bonita que tiene.

─ Que tal, ¿Eh? ─ Me dice y yo lo miro atentamente.

─ ¿Planeas trabajar de Guardia acá? ─ Pregunto confundida.

─ No, Luna ─ Me dice riendo.

─ Sólo que ha renunciado y que no habrá nadie aquí... por un día. Te estoy deseando desesperadamente y aquí hay una cama.

─ Estas loco Matteo ─ Digo riendo.

Él me toma por la cintura y me acerca a su cuerpo.

─ Loco me vuelvo cuando te veo así. Te ves muy deseable ─ Susurra depositando un beso en mi cuello.


....


─ Esto ha sido una locura ─ Le digo y él me sonríe.

─ No hemos hecho nada ─ Me dice y yo ruedo los ojos.

─ Porque no te he dejado. ¡Por Dios! no puedo creer que hemos estado a punto de tener sexo aquí.

─ No ha pasado, relájate ─ Dice acariciando mis brazos.


....


Camino a paso rápido hasta Nina y la hago sentarse. Ella me mira y yo suspiro.

─ He estado con Matteo. Nos hemos... metido mano.

─ ¡Dios mío, Luna! ─ Dice sorprendida.

─ ¿Desde cuando haces esas cosas?

─ Desde que Matteo me busca. Parezco estúpida, pero vivo cayendo en él.

─ Te estas enamorando amiga ─ Me dice y yo niego con la cabeza.

─ Eso no va a pasar ─ Le digo y ella se encoge de hombros.

Odio que Nina me digas cosas como esas, porque siempre ella descubre mis sentimientos antes que yo misma.

─ Vamos, es hora de ir a educación física ─ Le digo y vamos hacia los vestuarios.

Cuando acabo de vestirme con mi uniforme de gimnasia, me miro en el espejo. Aun no se nota mi embarazo.

Ató mi cabello en una cola de caballo y frunzo el ceño al ver el moretón en mi cuello.

Me pongo una campera y salgo a paso rápido en busca de Matteo. Lo encuentro hablando con Gastón.

Me acerco a él y golpeó su pecho.

Él me sujeta las manos y me mira confundido.

─ ¡Eres un maldito! Me marcaste el cuello ─ Le digo y él me suelta y aparta un mechón de cabello para ver mi moretón.

─ Eh, lo dejé en cuanto me di cuenta. Lo siento.

─ Ahora no podré hacer gimnasia Matteo ─ Digo molesta.

─ De todas formas, no debes hacer ejercicio. Podría causar un aborto espontáneo e involuntario. Así que olvídalo por los siguientes meses.

Sweet [Lutteo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora