Sweet [Lutteo]

Capitulo 83

LUNA.

Abro mis ojos algo desorientada. Inmediatamente me doy cuenta que estoy en un hospital. Miro mi vientre que no se encuentra abultado como cuando estaba mi bebé ahí dentro. Cierro los ojos y los recuerdos caen sobre mi como una cascada.

Busco a mi alrededor alguna señal de compañía, pero no la encuentro. Miró que a mi lado, hay como una mesa de noche y allí oprimo el único botón que hay. Es sólo cuestión de segundos hasta que en la habitación aparece una doctora. La chica parece sorprendida de verme así que sale corriendo y vuelve con cuatro personas mas.

─ ¿Qué paso con mi bebé?. ─ Pregunto preocupada. Sólo necesito saber que mi bebé está bien. 

─ Él esta bien, estaba aquí con su padre hasta hace un momento. ─ Dice una de las doctoras.

Cada doctor comienza a analizarme, me preguntan cosas y me sacan sangre para hacer unos estudios mas. Cuando en la habitación sólo queda una doctora ella me regala una sonrisa.

─ Tus chicos están afuera llorando. ¿Los hago pasar?. ─ Pregunta y una sonrisa se comienza a formar en mis labios. 

─ Sí, pero pídele a Matteo que no venga todo lloroso porque me va a romper el corazón. 

─ Yo lo hago cariño. ¿Tú quieres algo? ─ Pregunta ella y yo niego con la cabeza. Lo único que quiero es conocer a mi bebé y abrazar a mi novio.

Una vez que la doctora sale de la habitación no puedo evitar pensar en cuanto falta para volver a ver a esas dos personas que tanto amo. Esas dos personas que integran mi familia.

Ignoro el malestar que siento, sólo quiero una cosa. Conocer a mi hijo y ver a mi novio. Luego tendría tiempo para sufrir los malestares.

La puerta de la habitación se abre y hago que mi mano forme un puño tomando parte de la sábana por los nervios. Cuando veo de quien se trata, mi emoción baja.

─ ¿Cómo se encuentra señorita?. ─ Pregunta lo que creo que es un doctor, su rostro me resulta parecido, pero no recuerdo de donde exactamente. 

─ Estoy bien. Solo quiero conocer a mi bebé. ─Explico y me regala una sonrisa. Se me queda observando unos segundos y reconozco esos ojos celestes. ─ Tú. ─ Susurro y el lleva un dedo a sus labios indicándome que haga silencio. No trato de desobedecerlo, no quiero más drama en mi vida. 

─ Sólo quería saber que estabas bien. No voy a hacerte daño, tranquila. Me he quedado preocupado. 

─ Eres un criminal.─ Susurro y mi subconsciente me abofetea. 

─ Lo soy, pero no lo hago porque quiero. Me iré antes que alguien se de cuenta que no soy un doctor.

Me mira durante unos cortos segundos antes de abrir la puerta, cuando la abre mi respiración queda en el olvido. Matteo está en la puerta, el sostiene a un bebé pequeño en sus brazos. Siento mis ojos humedecerse. Es el momento de conocer a ese ser que estuve cuidando por tanto tiempo.

Detrás de Matteo se encuentra la doctora que mira al ojiclaro que me ayudó en la toma de rehén.

Matteo se queda parado únicamente mirándome. Como si pensará que esto es un sueño. Me regala una amplia sonrisa que podría enamorar a cualquier chica y se acerca con cuidado. Cuando llega hacia mi, deposita un beso corto en mis labios. Pone al bebé sobre mi pecho y bajo mi vista hacia el. El niño se encuentra dormido. Sonrió y lamo mis labios.

No estuve sus primeros días de vida, pero estaré toda mi vida junto a él y eso nadie podrá evitarlo.

Levanto mi cabeza a mi gran amor y él vuelve a unir sus labios con los míos. Acepto su beso , lento y dulce. Donde me da a saber cuanto me ha echado de menos este tiempo ausente.