Capitulo 50

3.3K 233 52
                                    

Salimos de mi casa con las manos entrelazadas. Caminamos durante varias calles hasta llegar al parque.

Matteo se tira bajo un árbol y me tira sobre él. Besa mi hombro y yo me dedico a ver a los niños.

─ ¿Traerás a nuestra hija al parque? ─ Pregunto y él presiona nuevamente sus labios en mi hombro. 

─ No he escuchado que la doctora haya dicho que sería una niña ─ Me dice y yo lo miro. 

─ ¿La traerás? ─ Pregunto y él mira a los niños. 

─ Siempre quise ir al parque de pequeño, nunca pude. Nunca nadie me llevo. No quiero que pase lo mismo que yo.

Me quedo en silencio mientras me recuesto contra su cuerpo. 

Matteo aun sigue sin mostrar sus sentimientos hacia nuestro bebé y eso cada vez me esta preocupando más.

─ ¿Que te gustaría que sea? ─ Pregunto y él ríe. 

─ ¿Estamos preguntona, cariño? ─ Pregunta y yo guardo silencio. El comienza a acariciar mi pierna ─ Una niña, tal vez. 

─ ¿Tal vez? ─  Pregunto y él asiente. 

─ No lo sé, las niñas siempre son más apegadas a su padre. 

─ Y tu quieres que sea apegada a ti. 

─ Claro que si, yo también lo seré ─ Me dice y yo sonrió.

Dirijo mi mirada a los niños y ahora me sorprende ver a Simón entre ellos riendo.

─ Creo que ese es el hermano de Ámbar ─ Me dice mi novio al oído. 

─ Con que esta jugando a la familia feliz ─ Le digo y él me hace dar vuelta así quedar frente a frente. 

─ ¿Sigues sintiendo algo por él? Se sincera, por favor. Necesito saberlo. 

─ No, Matteo. No siento nada por él ─ Respondo y él me mira un momento. Toma mi rostro entre sus manos y presiona nuestros labios. Envuelvo mis brazos alrededor de su cuello y cuando nos separamos deposito un beso en su barbilla.

Nos alejamos y nos quedamos mirando, el acaricia mi mejilla luego besa mi frente. Me apretó contra su cuerpo mientras lo abrazo.

─ Solo siento cosas por ti, Matteo ─ Me alegra saberlo nena. 

─ Me dice él también abrazándome.

Cierro los ojos mientras mantengo mi cabeza apoyada en el pecho de Matteo. El brinda caricias a mi espalda que me hacen relajarme demasiado.

─ Hey ─ Me dice mi novio, abro mis ojos y lo miro. 

─ Te has dormido, ¿Estas bien? ─ Pregunto y yo asiento mientras trato de acomodarme nuevamente contra su cuerpo. 

─ ¿Qué hora es? ─ Pregunto adormilada. 

─ Es hora de ir a otro lugar.

Nos ponemos de pie y caminando con mucha pereza de mi parte salimos del parque.

─ Tomaremos un taxi. Estas bastante cansada. 

─ Bueno ─ Digo, él para un taxi que por suerte nos espera.

Matt le da una dirección y el taxista conduce durante diez minutos hasta que llegamos, no es mejor de mi casa.

─ ¿Aquí viven tus padres? ─ Pregunto y niega con la cabeza.

De la mano entramos al edificio y nos subimos al ascensor, el marca el piso numero uno y la caja metálica comienza a ascender.

Cuando bajamos, caminamos el corto pasillo y Matteo abre la única puerta que hay.

─ Este es mi apartamento ─ Me dice y yo lo miro sorprendida. 

─ No sabia que vivías solo ─ Le digo y él niega con la cabeza. 

─ No vivo aquí, no aun. Cuando nuestro hijo nazca, podremos vivir aquí. 

─ Estoy bien en casa de mis padres, Matteo. 

─ Es un tema de privacidad, si vives con tus padres, no tendremos tiempo con nuestro hijo. Además, lo vería solo por ratos. No creo que a tu papá le vaya agradar verme por allí las noches.

─ Apenas estamos empezando Matteo, no podemos hablar de vivir juntos. 

─ Tendremos un hijo, Luna. Podemos hablar de esto. Quiero ayudarte a dormirla, a cambiarle los pañales, a cantarle, darle de comer. 

─ Hablemos de esto en otro momento ─ Digo y él bufa. Camina al sofá y se tira en el.

Camino hasta el y me acuesto a su lado. Él me rodea con sus brazos y me alegra saber que no está enojado. Beso su pecho y me mira.

─ Te quiero mi Lu ─ Dice él y siento como todo en mi se derrite al sentir una leve caricia en mi vientre. Él lo ha acariciado por primera vez. 

─ ¿Lu? ─ Pregunto tratando de no sonar muy emocionada. 

─ Apodo de novio, ya sabes. Si alguien te llama así, le partiré la cara ─ Me dice y yo río. Beso su boca y el profundiza el beso.

Cuando nos separamos por falta de aire, le sonrió. Él es tan bello.

─ También te quiero Matt.

Sweet [Lutteo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora