Capítulo 23. Un dia en el pariso.

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La despertó la luz del sol que asomaba entre los árboles, así como la sensación de calidez que había aparecido junto con él en lo alto.
Entreabrió los ojos y los cubrió con una de sus manos mientras se desperezaba, revolviéndose entre la suave estola que la rodeaba y cubría.
Retiro la mano que cubría sus ojos pardos una vez que se hubo acostumbrado a la claridad del día y acto seguido, buscó la mirada de su amado, encontrándola casi de inmediato y le sonrió a manera de saludo...

-------Como estas?------Preguntó el demonio dulcemente mientras le acariciaba la mejilla.

--------Estoy bien...muy bien.------Aseguró ella aún sonriente.-------Cuanto tiempo he dormido?

-------Todo el resto de la mañana...es pasado el medio día.-------Respondió Sesshomaru con una sonrisa tenue.

-------Por qué nunca me despiertas??-----Protestó Rin mientras se incorporaba para sentarse.

--------Eso sería un gran crimen.------Respondió el Yokai aún con la sonrisa en el rostro.

La joven se sonrojó y entorno los ojos ligeramente y casi inmediatamente después fue sorprendida por un cálido beso por parte de su amado.

--------Oye...-------habló la mujer separando su boca de la del demonio y pegando su frente a la de el.-------Gracias por todo, Sesshomaru.

------No Rin. Gracias a ti.

Rin suspiró mientras una nueva sonrisa se dibujaba en su rostro. Sesshomaru la conmovía hasta su centro prácticamente todos los días, pero en aquella ocasión, se había encargado de que la duda no tuviera cabida por el resto de la eternidad.

Volvieron a besarse con dulzura y afecto, lenta y tiernamente mientras que con sus manos acariciaban la piel desnuda del otro.
La próxima hora se fue así, entre besos y caricias que, de a poco, se hicieron más constantes y desesperadas. El calor de sus cuerpos crecía junto con su placer y necesidad de saciar sus deseos.
Sesshomaru se acercó aún más a Rin, la hizo rodearlo con sus piernas mientras el permanecía sobre sus rodillas y con sus fuertes brazos la rodeo por la cintura pegándola a su cuerpo tanto como le era posible.
El aire les faltaba, así que sus respiraciones se convirtieron en jadeos y suspiros, mientras su piel se humedecía lentamente de nuevo.
La masculinidad del demonio comenzó a presionar firme y erecta en el umbral de la feminidad de la mujer humana, haciendo que sus jadeos se transformarán en gemidos y quejidos al tiempo que su piel se erizaba.
Sesshomaru levantó un poco a Rin para salir de su posición de rodillas entendiendo las piernas para volver a retraerlas un poco y dejar a la joven entre ellas mientras ella lo rodeaba con sus propias extremidades, una vez ahí, el Yokai la atrajo un poco más hacia sí y mientras hundía su rostro en el pecho de su amada la penetró.
Rin lanzó un involuntario y gravoso quejido presa del placer que se volcó sobre ella.
Sesshomaru guió los movimientos de la chica mientras la sujetaba por la cintura, creando movimientos ascendentes y descendentes sobre sí mismo mientras mordía y chupaba los pechos de su amada con desesperación para luego subir a devorar su boca.
La joven jadeaba, gemia, se quejaba y gritaba sin control alguno mientras movía dócilmente sus caderas aflojando y apretando las piernas entre las que mantenía aprisionada la virilidad de su amado.
De un momento a otro, los deseosos quejidos de Rin fueron interrumpidos por uno particularmente dolorido...

--------Ah! S...Sesshomaru...------Hablaba la chica entre gemidos y de forma entrecortada.-------Duele...

Las palabras y el tono dolorido con el que su amada le habló, hicieron que asomara en el demonio un pequeño rastro de control y cordura, el cual fue suficiente para que éste notara que estaba sujetando a la humana por la cintura con demasiada fuerza, al punto en que sus afiladas garras estaban por hundirse en ella. También se percató de que había tomado entre sus dientes la tierna y suave carne debajo de uno se sus senos, justo sobre sus costillas y sus grandes colmillos estaban por perforar aquella zona.
Sesshomaru de inmediato aflojó el agarre de sus manos y soltó la mordida para liberar a su amada, quien suspiró con lo que pareció ser alivio al tiempo que bajaba para besar a su protector si darle tiempo a demasiadas preocupaciones.
Al cabo de unos minutos transcurridos entre fieros besos, desenfrenadas caricias y firmes embestidas, la tempestad del orgasmo llego y se volcó sobre ellos haciendo que el gruñera y se retorciera mientras que ella se quejó sonoramente, apretando fuertemente las piernas y sintiendo aquel cálido fluido masculino invadir su interior y un tanto correr entre sus piernas.

Se quedaron ahí un tiempo, recobrando el aliento y esperando a que sus corazones latieran más lento. Finalmente, ella lo hizo salir de su interior retrocediendo un poco para darse la media vuelta y quedar sentada con la espalda hacia su amado, luego se inclinó hacia atrás y descansó su cuerpo sobre el fuerte y firme torso del Yokai, quien a su vez descansó recargándose en el tronco del gran árbol que estaba cerca de ellos y que les había otorgado sombra mientras el día transcurría.
Se quedaron ahí, tendidos a la sombra un par de horas más, hasta que, finalmente, fueron capaces de volver a hablar...

-------Tengo que llevarte a casa...-------Susurró Sesshomaru mientras besaba la cabeza de la mujer.

-------No quiero ir a ningún lado...------Se quejó Rin por lo bajo.

-------Será solo para que puedas despedirte de tus amigos... Te llevaré al palacio conmigo, no era eso lo que querías?

-------Si... Pero... No ahora. Quiero quedarme aquí un poco más.

-------Rin, puedo escuchar a tu estómago protestar. Ya has pasado mucho tiempo sin comer nada, vas a enfermarte.

Haciendo un puchero que más bien sonó como un quejido, la chica giro ligeramente para quedar de costado y así, volvió a recargarse en el demonio.

-------No hay nada aquí que pueda comer?------Preguntó la joven aun en tono de queja.

-------Hay un río de agua dulce que pasa por debajo de la isla, ahí hay peces, pero, Rin, enserio, lo mejor será que te lleve a la aldea, es casi media tarde. Si demoramos más, la vieja miko va a angustiarse, se suponía que volverías en la mañana.

--------Muy bien...------Accedió la joven resignada con un suspiro. ------- pero... Antes, necesito un baño o hasta los demás humanos de la aldea podrán detectarme a kilómetros.

Sesshomaru rió un poco ante la afirmación de su compañera y luego le respondió:

-------De acuerdo. Entonces vamos.

Tal como era de esperar, vestirse representó una tarea de al menos otro par de horas, gracias a los nuevos besos y caricias que tuvieron lugar.
Al demonio le dio un vuelco el corazón al ver todas las heridas y moretones en el cuerpo de su amada, pero no quería discutir con ella bajo ninguna circunstancia, así que, (antes de que ella consiguiera vestirse) dedicó suaves y amorosos besos en cada sitio donde había heridas a modo de disculpa y después, hizo prometer a Rin que pondría medicinas sobre ellas tan pronto como llegaran a ala aldea.

Con la joven sobre su espalda, el demonio descendió por la isla hasta una cueva entre los peñascos. Dentro se extendía un amplio y cristalino río de agua dulce que al fondo desembocaba en una gran pileta redonda, iluminada por un gran tragaluz natural.

Ambos se despojaron nuevamente de sus ropas y las dejaron en una orilla sobre las rocas que bordeaban la sisterna y así pues se adentraron en la cálida y cristalina agua.
Nadaron plácidamente en compañía del otro durante un buen rato. Entre besos y caricias se hallaron haciendo el amor de nueva cuenta y después de otro maravilloso par de horas que se esfumaron en lo que parecieron segundos, volvieron a las orillas para secarse y después vestirse.

De vuelta en la superficie boscosa de la isla, las luciérnagas comenzaban a emerger cuando la luz del sol empezaba a desvanecerse y en uno de los extremos de aquel alto trozo de tierra, en la cima de un gran acantilado debajo del cual no había más que olas rompiendo contra el risco, Sesshomaru y Rin, se dispusieron a emprender su partida...

--------Me traerás de nuevo alguna vez?------Preguntó Rin mirando al horizonte sobre el infinito océano.
,
-------Siempre que me lo pidas.------Aseguró el demonio detrás de ella antes de tomarla en brazos y levantarse por los aires.

Nota: Como pueden ver, hoy he publicado más de un solo capítulo. Me motiva mucho ver que les gusta la historia y se mantienen pendientes de ella!! Mil gracias a todos por leer, por votar y por comentar! 💕💕💕💕💕
Les regalaré un capítulo más hoy mismo y el resto a partir de mañana. Lo mejor de esta historia está MUY CERCA!!! 🙈🙈🙈🙈

Aclisolar III: Luna de Sangre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora