Capítulo 113. Amor en tiempos de guerra...

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El día siguiente estuvo particularmente claro.
La nieve iluminaba el paisaje de blanco y todo estaba quieto gracias a la ausencia de viento.
Sesshomaru se aseguró esa mañana de que Rin sé sintiera bien al despertar, tomará su desayuno debidamente y acto seguido marchó a encontrarse con los líderes a cargo del perímetro que había puesto alrededor de su amada.
No fue demasiado lejos y finalmente llegó al punto de encuentro:

------Mi Lord.-----Saludo Kizoku con una amplia reverencia.

------Que tal bestia.-----Saludo Koga también reverenciando ligeramente al demonio.

------Ninguna novedad?-----Preguntó el demonio peliplateado.

-------No señor.------Aseguró Kizoku.-------No hay señal de esos mercenarios y mis hombres se mantienen atentos por cualquier amenaza respecto al ritual pagano. Hasta ahora todo está en orden.

-------Y yo ya hable con Kohaku.-----Confirmó el lobo.-------Los aldeanos parecen estar muy tranquilos. Parecen estar seguros de que esos mercenarios vendrán, pero han sido muy discretos, así que desconocemos cuando podría ocurrir.

------Ya ve...------Expresó el demonio y acto seguido suspiró profundamente.------Kizoku, duplicaste tus tropas como te lo pedí?

------Si mi señor.

-------Bien. Lobo...------Llamó el demonio a Koga.------La luna roja está demasiado cerca. Lo que suceda a partir de ahora es responsabilidad mía y solo mía. Reúne a tu clan y márchense.

-------Que?! ------Protestaba Koga.------De ningún modo. Te he prometido ayudarte a resguardar a tu compañera hasta que de a luz y así lo he de hacer.

-------Ella no dará a luz sino hasta después de la Luna de Sangre...------Decía Sesshomaru.-------No puedo dejar que te quedes. Si algo llegara a pasar y llegasen a venir por ella esa noche, es mi responsabilidad, no tuya y tampoco de tus hombres. Y tu, no puedes condenarlos a morir por una causa que no les pertenece.

------Pero...bestia...-------Koga sabía muy bien que protestar no le serviría de nada. En los últimos meses que había pasado tan de cerca al Lord había comprendido que, las decisiones de Sesshomaru eran unánimes. Ir en contra de ellas solo lo haría enfurecer, así que, en lugar de llevarle la contraria, negocio un trato más justo:-------Escucha, comprendo tu punto, y te lo agradezco. Sin embargo, mis hombres y yo somos sujetos de palabra, así que te ofrezco algo: haré lo que me dices, me marcharé a casa junto con mis hombres, pero nuestro territorio queda justo sobre las fronteras del norte...si algo vienen por tu compañera tendrán que pasar por nuestras narices. Nos mantendremos alerta y si vemos algo inusual les daremos aviso, eso les dará bastante tiempo antes de que lleguen. Te parece bien?

Sesshomaru miró al lobo y después apartó la vista de manera pensativa...

-------De acuerdo.------Accedió el demonio y agradeció con un ademán de cabeza.

Así pues los tres Yokai se separaron, dando así por Terminada aquella reunión.

Sesshomaru volvió a la cabaña, y al llegar, vio a Rin parada en el pórtico, alimentando unas cuantas aves...

La joven tarareaba una canción mientras usaba sus manos para dar semillas a los pequeños pajaros que se habían reunido cerca de ella. Les había puesto un recipiente con agua tibia así como algunas frutas.
A pesar de que no hacía viento y estaba bastante despejado, hacía bastante frío, así que se había puesto un par de botas de piel que Sesshomaru le había regalado tiempo atrás cuando llegó el otoño, una de sus yukatas más abrigadora a y su capa.
La mujer vio a lo lejos llegar a su amado y su corazón se alegró en un instante...

Aclisolar III: Luna de Sangre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora