Aclisolar III: Luna de Sangre.

Sangre Azul. (Parte 3: Aiko. Felicidad hecha ser).

Kagome fue encomendada para ir a bañar al recién nacido y mientras tanto, la vieja miko se encargó de ver que todo estuviera bien con el segundo pequeño que aún estaba por nacer...

--------No demorará mucho más, Rin.------Sonrió la sacerdotisa.-------Ya está en posición y todo parece bien.

-------Anciana Kaede... Estoy preocupada, y si su cuerda está demasiado apretada?-----Preguntaba la joven con angustia.

------No pienses eso, mi niña. Tranquila. Todo va a estar bien, no te preocupes.

Rin parecía estar a punto de decir otra cosa, pero fue abruptamente interrumpida por una fuerte contracción...

--------Dios!!!!!-------Se quejó Rin mientras soportaba aquel inmenso dolor que la aquejaba nuevamente mientras pegaba su barbilla a su pecho y apretaba las sabanas con sus manos.
Una fuerte presión se acumuló nuevamente en su entre pierna y después de unos segundos, parte de aquellas abrumadora sensación se liberó repentinamente...

-------La segunda bolsa se rompió...------Informó la anciana miko.-------Es hora, linda. Quieres cambiar de postura?

------No...------Jadeo Rin.------Así estoy bien...puedo sentirla descender... Oh, dios...!

-------Muy bien, preciosa... ------La mujer mayor retrajo un poco más las piernas de la joven y se posicionó entre ellas mientras ponía una de sus manos sobre su vientre aún abultado.-------Aquí viene otra contracción. Puedes hacerlo, Rin, esta será más fácil.

--------OOOOUUUHHH!!! MALDICION!-------Se quejó la joven una vez que el dolor estuvo justo sobre ella...

-------Vamos, linda, puja...

Rin obedeció a su cuidadora e hizo su mejor esfuerzo, sin embargo, no tardó mucho tiempo en percatarse que algo era diferente...algo no estaba del todo bien.

-------AAAAHH!!! DIOS!! -------Berreó la parturienta.-------NO SE MUEVE!!

-------Inténtalo de nuevo Rin, no te detengas, continúa...

Rin cedió a las exigencias de su cuerpo una vez tras otra durante varios minutos, sin embargo, no podía sentir mucho progreso, a diferencia de cómo había sido con el anterior bebé...

-------AAAAAAHHHHH!!!

-------Eso es Rin, finalmente entró al canal de parto, vamos, querida, puedes hacerlo...

-------DIOS!!! Me está pateando con mucha fuerza, pero no se impulsa hacia adelante!!!!

-------Está bien Rin, tranquilízate, tienes que ayudarlo, tú puedes...------La anciana Kaede sabía perfectamente que lo que estaba ocurriendo no estaba nada bien, por ello, sabía también que las cosas debían de apresurarse...------Tienes otra contracción, Rin. Vamos, puja.

Rin luchó con cada fibra de su ser por lo que parecieron años, sin obtener resultados significativos. El bebé en su interior parecía luchar por no salir al mundo y a pesar de que en algún momento no se movió más, continuaba sin descender lo suficiente, llevando a la joven madre al punto de la agonía pura.
Sujetaba sus propias piernas y hundía su mentón en su pecho, temblando y sofriendo espasmos con cada esfuerzo que realizaba, el cual era mucho más difícil y sobre humano que el anterior. Ella misma sabía que aquello debía haber sido más fácil y mucho más rápido, pero ciertamente se tornaba cada vez más y más difícil. Algo no estaba nada bien.
Incluso el mismo demonio pido percatarse de ello, cuando un tremendo olor a sangre golpeo sus sentidos...

--------AAAAAAAAAAAHHHHHHH!!!! -------Berreaba la joven...

--------Dioses...------Expresó la anciana miko.