Después de una noche sumamente tranquila, Irasue decidió marcharse, no sin que antes Rin le expresara su inmenso agradecimiento. La demonesa prometió volver si la requerían nuevamente así como para el día en que nacieran los cachorros.
Más tarde, el resto de los amigos de Rin fueron a visitarla y a expresarle su alegría de que todo estuviera bien.
Así pues, de una manera igualmente tranquila, transcurrieron dos demandas más.
Rin finalmente se había recuperado casi por completo y los mellizos también, ambos bebés habían crecido mucho en ese escaso tiempo, así que la pequeña barriguita de Rin se había convertido en lo que Kohaku y Shippo llamaban "un melón sobre desarrollado." Sin embargo, eso no molestaba en lo absoluto a la futura madre, sino por el contrario, se sentía muy contenta sabiendo que sus pequeños finalmente gozaban de buena salud. La verdad era que todos estaban aliviados y dichosos.Ese día era una tarde bastante ventosa y fría.
La joven futura madre se encontraba sentada en la habitación de la cocina bebiendo una taza de té caliente mientras bordaba una pequeña frazada.
La anciana Kaede se encontraba en el huerto junto a la casa revisando la cosecha de calabaza junto con Ah-Un y Jaken había ido con el Lord a cumplir unas tareas de las cuales Rin no conocía detalles.
La joven dio un sorbo a su taza tranquilamente y al dejarla nuevamente en la mesita, su carrete de hilo calló al suelo...------Rayos...------Resopló la joven dejando el resto de sus cosas sobre la mesa y disponiéndose a levantar el carrete del suelo.-------Rayos!!-----Exclamó Rin al toparse con el problema de que la simple tarea de agacharse, se había convertido en casi imposible.------Nadie me dijo esto...------Pensaba en voz alta la castaña mientras continuaba buscando maneras de agacharse y recoger el objeto del suelo.
Obviamente la tarea no era incomoda solamente para la joven Rin, sino también para los pequeños revoltosos en su interior, ya que pasaron de estar muy tranquilos a patearla y removerse con cada uno de los movimientos de su madre a manera de protesta por sentirse apretados e incómodos.-------Bien, bien, bien...paren..ustedes ganan.------Suspiró Rin volviéndose a sentar. De repente, una nueva idea cruzó su mente: la joven se deslizó con cuidado hasta el suelo de la cocina y con ayuda de sus manos se sentó y una vez ahí, simplemente estiró su brazo y tomó el carrete de hilo que se le había caído.------Si!!------Vitoreó la joven y acto seguido se dispuso a incorporarse nuevamente.------Es enserio?!------Exclamó Rin al darse cuenta de que tampoco le resultaba tan facil ponerse de pie. Ahora que lo pensaba, Sesshomaru la ayudaba a levantarse de la cama...
La joven suspiró con resignación, cruzo sus piernas frente a ella y con cariño acaricio su vientre...------Que inoportunos.------Suspiró Rin con una sonrisita.-------Rin?------Llamó la voz de su compañero detrás de ella.-----Que...qué rayos haces ahí?!------El demonio se apresuró al lado de la joven.------Te has hecho daño?!
-------No. Tranquilo, no me pasó nada.------Tranqulizó Rin.-------Es que... Mi carrete calló de la mesa y no pude solo agacharme a levantarlo. Tuve que sentarme aquí.-----Explicó con tono tranquilo.
-------Maldicion, Rin.------Reprendía el demonio.------No pudiste esperar a que alguien más lo levantara???! Pudiste hacerte daño!
-------Claro que no. Cálmate. ------Pedía Rin entornando los ojos.
-------Que sucede??.-----Cuestionó la vieja miko entrando a la cocina de la misma forma exaltada.------Rin! Qué sucedió?! Has resbalado??!
-------No!-----Insistió Rin ya bastante irritada.------Estoy bien! Solo... Bajé a recoger mi hilo. No caí!
------Está bien querida...-----Tranquilizaba la miko a la joven.-------Vamos, levántate, quieres??
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Aclisolar III: Luna de Sangre.
Fanfiction"La grandeza y trascendencia de un imperio, yace en el legado que contemplarán sus herederos".