Solos (Parte 2).

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Para todos los que me dijeron tener dudas sobre los significados de los bebés:
Yûdai: grandeza/esplendor.
Aiko: Niña muy amada.

Ojalá les hayan gustado mucho 🙈❤️😘

Dado que la habitación aún no se había templado lo suficiente, ambos estaban en la cocina.
No era más de media tarde y Rin bebía té caliente junto al fuego mientras él estaba sentado detrás de ella, permitiéndole recargarse en su pecho.
El demonio mantenía sus brazos rodeando a la mujer, posando sus manos sobre su vientre y acariciándolo suavemente...

-------Sientes como siguen las caricias de tus manos con sus piecitos?-------Preguntó Rin con una sonrisa en el rostro.

-------Si.------Respondió el demonio.

------Ya quiero conocerlos.------Suspiró ella.-----Pobrecitos... Nueve meses calientitos en mi panza y van a nacer en medio del invierno más frío de la historia. Que inoportunos.

Sesshomaru no pudo evitar sonreír con diversión.

-------Espero no sea un mal hábito suyo.------Dijo el demonio.

------Eso sí sería un gran desastre.----Rio Rin.

Se quedaron en silencio un buen rato. Simplemente gozando de la presencia del otro y de su cercanía.
Rin acaricio las piernas del demonio gentilmente mientras él pasaba a acariciar sus costados.
Una sensación que conocía muy bien comenzó a recorrerla lentamente, subiendo lenta y sigilosamente la temperatura de su cuerpo.
Nuevamente, malditas hormonas.
La joven llevó sus manos al limite de las piernas del demonio, en donde estás se unían a su cadera. Sutilmente comenzó a acariciar aquella zona y poco a poco pudo sentir como comenzaba a estremecerse mientras su respiración se aceleraba a penar de manera perceptible.
Estando tan pegada a él, Rin pudo sentir como sus caricias surtían mayores efectos, haciendo endurecer de a poco la hombría del demonio mientras ganaba mayor contacto con su cuerpo...aquello la hizo jadear y humedecerse de solo pensar.
Apoyándose en las piernas del él, la chica se levantó ligeramente para después bajar de nuevo, esta vez pegando su feminidad húmeda a la creciente virilidad del demonio.
Sesshomaru gruñó ligeramente mientras Rin suspiró con necesidad.
A pesar de que las prendas de ambos estaban de por medio aún, ambos podían sentir la entre pierna del otro chocar y restregarse con la suya haciéndolos jadear y sentir el calor inundar sus cuerpos.
Rin movía su cadera contra la del Yokai de manera firme, haciendo que de su boca salieran ligeros jadeos que poco a poco se fueron transformando en gemidos...

-------Maldicion...Rin...------Se quejó Sesshomaru pensando en lo anciosa que la joven se mostraba. A fin de cuentas, habrían pasado a penas un par de horas desde la última ronda.

-------Por favor, Sesshomaru...por favor...-------suplicaba la joven entre jadeos y sin dejar de moverse sobre el demonio.

-------No creo que... Éste sea un buen lugar...-------Advirtió Sesshomaru a punto de perder las riendas también.

-------Por favor...

El Yokai suspiró pesadamente. Poner resistencia no serviría de nada, además, el también ya estaba al limite.
Sosteniéndola por los costados, el demonio indicó a la joven que se levantara un poco y una vez ella lo hizo, rápidamente, pasó sus piernas por entre las de ella, desató sus prendas inferiores y liberó su erguida hombría.
Acaricio las piernas de su amada mientras subía la tela de su yukata hasta sus caderas y una vez ahí, la ayudó a bajar nuevamente sobre el, de manera lenta y gradual, hundiéndose en ella de a poco...

------Oh...Mi amor...-------Gimió Rin al sentirse cada vez más unida al Yokai...

La joven soltó un ligero quejido de dolor disfrazado de placer al sentir un tenue dolor en su vientre una vez que el demonio se hundió de lleno en ella.

Con ayuda de su amado, quien la sostenía firmemente por la cintura, la mujer se movió con suavidad y firmeza sobre él.
Los bajos jadeos y quejidos que escapaban desde el fondo de su pecho se convirtieron en sonoros gemidos y al poco tiempo gritos de incontenible deseo.
Él tremendamente sensible cuerpo de la mujer parecía estar al borde del estallido. Corrientes eléctricas la golpeaban y la recorrían completa, cargadas de placer y mucha más necesidad y al poco tiempo pequeños pero fuertes y constantes orgasmos la chocaron como balas, haciéndola gemir, gritar, estremecerse y doblarse mientras su piel permanecía por completo erizada. Era como si fuese a realmente arder en llamas.
Un particularmente fuerte orgasmo se acumuló sobre ambos.
Rin podía sentir los músculos de su abdomen tensarse mientras todas las demás sensaciones que invadían su ser la hacían gritar fuertemente.
Sesshomaru terminó en ella una vez más mientras se sostenía fuertemente de las piernas de la mujer, depositando sobre su cuello cada quejido y gruñido naciente de su garganta.
La profundidad del demonio en su interior comenzó a volverse realmente un malestar para la mujer, simplemente el dolor en su vientre ya era bastante difícil de ignorar y temía que aquello pudiera ser un riesgo mayor...

-------Mi vida...------Decía Rin jadeante y agitada.------Ne...necesito levantarme... Me...me duele...

El demonio pareció salir de un profundo y placentero sueño de repente, alarmado por la afirmación de Rin...

-------Que te duele?

-------Es...es solo... -------Con ayuda del demonio, la joven se levantó, haciéndo salir de ella al Yokai y posándose sobre sus rodillas y apoyando sus manos sobre la pequeña mesita frente a ella.-------Me molesta un poco si... Estas demasiado adentro... Pero ya pasó... Estoy bien...------Aseguró mientras continuaba jadeando.

Sesshomaru se incorporó y avanzó hacia ella. Delicada y cariñosamente bajó un poco las mangas de la yukata de la mujer y besó sus hombros y su cuello. Podía notar como la piel de la joven se erizaba a cada toque mientras se tensaba...

--------Mi vida...------Decía Rin entre pequeños gemidos.-------Por favor... Continúa otro poco...

La joven mujer retrocedió ligeramente y bajó sus manos de la mesa para posarlas sobre el suelo cuidadosamente y si bien el demonio se mostró algo dudoso al inicio, dado el anterior malestar que ella había expresado, no logro resistirse mucho tiempo.
Con la suavidad y delicadeza que eran tan propias de él, el Yokai comenzó a subir la yukata por las piernas de su amada, hasta descubrir por completo su cadera.
En todo momento fue consciente de que debía ser sumamente cuidadoso y se tomó su tiempo para acariciar las extremidades de la mujer con sus manos mientras comenzaba a posarse sobre ella pero sin recargar su peso, accediendo así con su boca a su frágil y sensible cuello...
Sus manos recorrieron las piernas y los muslos de la chica pasando por casi todo su alrededor y recogiendo su suave calor.
Sesshomaru fue muy consciente de sus garras en todo momento y se aseguró de no hacer un solo rasguño a la suave piel de la humana y fue aún más cuidadoso cuando sus dedos rozaron con su empapada y terriblemente sensible feminidad.

-----Oh, dios....------Gimió Rin al sentir el suave toque sobre sus labios femeninos.

Sentir estremecer de esa manera a la chica debajo de él, llevó al inhumano a su límite.
Posó sus dos manos sobre la cadera de su amada, evitando que sus ropas se deslizaran hacia abajo y acto seguido (de manera lenta y sumamente cuidadosa) procedió a penetrarla nuevamente.
Rin se tensó tremendamente antes de que un gran gemido escapara por sus labios y una una vez que el demonio procedió a embesrirla, cualquier rastro de control sobre su cuerpo para no gritar se esfumó.
Las embestidas eran constantes y firmes pero suaves y cuidadosas, aún cuando no la penetraba tan profundamente, así que eran como suaves roces en los delicados pliegues de la mujer que la hacían estremecerse.
Sesshomaru gruñía, jadeaba y se quejaba, liberando el cálido aire de su aliento sobre el cuello de la mujer y ésta a su vez restregaba su cabeza con la de él incapaz de quedarse quieta y dejar de gemir.
El nuevo orgasmo que se volcó sobre ellos llegó como un estallido desde dentro de sus cuerpos, tensando su piel al máximo mientras gritaban en un último aliento desesperado.
Por fortuna eran solo ellos.

Aclisolar III: Luna de Sangre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora