Una vez Rin hubo terminado sus deberes y hubiera acabado de ayudar a la anciana Kaede, se dispuso a ir al manantial a bañarse.
La joven primero se inclinó a la orilla del agua y lavó el traje de exterminadora que Sango le había prestado para entrenar, una vez estuvo listo y lo hubo tendido sobre una roca, la joven se quitó el kimono que llevaba puesto, retiro por completo la funda que estaba atada a su muslo derecho en donde llevaba la daga y entró en el agua.
Avanzó hasta que su cuerpo estuvo cubierto hasta poco más abajo de los hombros, con cuidado lavó su largo cabello y después el resto de su cuerpo.
El pensamiento del regreso de su amado demonio cruzó por su mente y no pudo evitar sonreír, hacía ya tres días que Sesshomaru la había llevado a la aldea a visitar a sus amigos mientras el atendía algunos asuntos y había prometido regresar por ella tres lunas más tarde...
Algo mermó los felices pensamientos de la joven Rin...-----Tres lunas...------ pensó en voz alta, acto seguido llevó su mano izquierda a su entre pierna y la rozó suavemente, después sacó su mano del agua y la contempló, miro hacia abajo y observó el agua unos instantes.------ Nada...----- volvió a decir para sí misma. ------Ya vendrá...
La joven prosiguió con su baño despreocupadamente...
Después de la primera luna llena que Sesshomaru y Rin habían pasado juntos, el demonio se había negado a tocar a la humana a la siguiente luna llena... Por tres dias y tres noches, Sesshomaru evitó por completo cualquier contacto con su amada compañera hasta que, finalmente al tercer día, ésta hubo sangrado.
Aquel fue el inicio de una (no precisamente rara) costumbre: el día antes de la segunda luna llena de cada treinta días, Sesshomaru llevaba a Rin a la aldea y regresaba tres lunas después, atraído nuevamente por el esperado olor de su sangre.
Al inicio Rin no se había percatado de aquel ritual que Sesshomaru seguía, pero cuando presto más atención al patrón que seguían aquellos hechos, no tardó en comprender por qué lo hacía.
A la joven no le afectaba en lo más mínimo el proceder del demonio, así que nunca había hablado con él al respecto, se limitaba a hacerle saber que entendía, siguiéndole la corriente. Rin confiaba en que las cosas se darían cómo debían darse y en su debido momento, después de todo, ambos tenían una eternidad para decidir su próximo paso.Finalmente, la joven salió del agua y se vistió con un vestido limpio, se sentó a cepillar su cabello mientras tarareaba una canción y miraba el agua corriente, fue entonces cuando sintió un espeso líquido caliente correr entre sus piernas.
------Enserio?!------ berreó la joven mientras se apresuraba a levantarse y así evitar que la ropa limpia que llevaba se ensuciara.
Rápidamente la joven se saco el vestido y entró de nuevo en el agua para volver a lavarse; una pequeña cantidad de agua a su alrededor se tiñó de rojo...------Muy bien... Justo a tiempo.------habló la chica de nuevo pensando en voz alta.
Rin salió del agua nuevamente y antes de ponerse otra vez el vestido limpio, sacó de una pequeña bolsa de tela, (en donde también guardaba su cepillo) una pequeña esponja. La joven introdujo aquel suave objeto en su cuerpo a través de su entre pierna y finalmente pudo vestirse.
Rin estuvo ahí unas cuantas horas, solo observando el agua y pensando en su amando demonio, finalmente, se percató que gracias al material con el que estaba hecho, el traje de Sango estaba casi seco, así que lo tomó junto con el resto de sus cosas y se introdujo en el bosque camino a la aldea.
Estaba a medio camino, con la cabeza baja pensando en sus cosas, cuando sintió que alguien se le acercaba por enfrente. La joven se detuvo en seco y sonriendo miró hacia enfrente; su sonrisa se hizo más grande aún al ver a Sesshomaru parado justo frente a ella...------Mi Lord...----- dijo Rin por lo bajo mientras se lanzaba a abrazar al demonio, éste le correspondió y después, suavemente con su mano en la barbilla de la joven, alzó su rostro y la besó.
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Aclisolar III: Luna de Sangre.
Fanfic"La grandeza y trascendencia de un imperio, yace en el legado que contemplarán sus herederos".