La voz de su protector resonó en el lugar llamándole:
------Rin?!
------Estoy aquí.------Respondió la joven secando las rezagadas lágrimas que caían por sus mejillas.
-------Maldición, Rin!------Reprendió el demonio rodeando el árbol en el que estaba recargada la joven y así pararse junto a ella.------A caso perdiste la razón?! No deberías estar aquí sola y mucho menos de noche!
-------Por dios, Sesshomaru...-----Protestó Rin poniéndose de pie y mirando al demonio de frente.------Sabes que no me va a pasar nada! En este bosque no hay monstruos ni nada de eso! Estás exagerando!
-------No hay monstruos. Pero hay animales peligrosos, lo sabes! Algo podría morderte o atacarte, Rin!
-------Ya basta! Déjame tranquila.
Rin se dispuso a marcharse pero esta vez fue detenida por Sesshomaru, quien la tomo del brazo para evitarle el paso.
-------A donde crees que vas!?-----Regañó el evidentemente irritado demonio.-----No iras a ninguna parte hasta que arreglemos esto!
------Estas lastimándome.-----Se quejó la joven haciendo que el Yokai la soltara.-----Que quieres arreglar Sesshomaru?! De que se supone que hablemos? Ya has sido muy claro. A ti no te importa nada ni nadie más que yo! Pero... No comprendo cómo puedes amarme llevando yo la sangre de la especie que tanto aborreces!!
-------Deja de decir tonterías!! No necesito sentir compasión por todos los humanos para amarte a ti!!
-------Es que tú vas mucho más allá del desinterés. Tú desprecias a los humanos! Como puedes no sentirte así respecto a mí?!! Soy humana Sesshomaru... Y soy todo lo que dices que somos. Soy igual de débil, insignificante, patética, insolente y miserable! Sesshomaru...yo... Siempre he pensado que no le debo nada a mi especie. A fin de cuentas, ésta me ha lastimado mucho más que cualquier bestia o demonio. Pero... Yo no los odio, Sesshomaru. Ya jamás podría aborrecer ni a los humanos ni a los demonios, porque ambos son parte de mi. Llevo sangre humana, mis padres y mis hermanos fueron humanos. Mi mejor amigo y la mujer que me ha cuidado son humanos. Posiblemente no tendré sangre Yokai, pero, tú, el ser a quien más amo en este mundo, que me ha protegido y cuidado, que jamás me ha hecho daño y que me ha dado mi vida entera, si. Y no solamente eres tú; el señor Jaken es un demonio y es un gran amigo para mí, así como Ah-Un. Shippo, a quien amo como un hermano e incluso el Señor Inuyahsa, quien siempre ha sido bueno conmigo, tienen sangre Yokai. Sesshomaru, como podría yo odiar algo que me ha dado tanto? Si. Posiblemente de ambas partes he recibido daño, pero más he recibido de lo bueno. Por qué no puedes entender eso? A caso no te das cuenta de que al despreciar a los humanos me desprecias a mí también? Te guste o no, desde el momento en que decidiste que querías que fuera tu compañera o incluso mucho antes, desde el momento en que decidiste revivirme la primera ves, tomaste a los humanos como parte de ti. Si tanto me amas, deberías ver que fue esa raza a la que tú llamas débil e insignificante, la que me permitió existir. Sesshomaru... Soy todo lo que más odias y todo lo que puedes esperar de mí lo es también. Desprecias a tu propio hermano por ser híbrido, pero no ves que la única descendencia que yo podré darte alguna vez lo será también. A quienes acusas, son parte de tí.
Sesshomaru miraba a su compañera a los ojos. Podía ver en ellos reflejado todo el dolor que el tema le causaba y eso lo hacía sentir verdaderamente terrible.
No sabía qué hacer ni qué responder. No podía seguir mostrándose molesto ante lo que Rin le expresaba porque su naturaleza sensible y compasiva eran una de las cosas que más amaba de ella, así como también una de las que más lo sacaban de sus casillas.
La frustración comenzó a invadirlo, pero no hacía Rin ni su sentir, sino hacia el mismo. Jamás le había pesado el no ser capaz de comprender sentimientos como los que su amada compañera poseía. Siempre creyó que demostrarle su afecto y consideración bastaría, pero ahora se daba cuenta, de que todo el desprecio que emitía hacia el resto de los humanos, la hería también a ella...------Maldicion!!...-----Expresó el demonio mientras se daba la vuelta y golpeaba un árbol con sus garras, haciendo que Rin soltara un pequeño grito ahogado.
El demonio sentía que llegaba a su límite, simplemente no sabía qué hacer ahora. No podía cambiar la perspectiva que tenía respecto de los humanos o cualquier otra especie, no porque no quisiera hacerlo, sino porque su mera condición de demonio junto con la forma en que había sido criado se lo impedían por completo.
Sesshomaru no estaba hecho para sentir compasión, afecto o respeto por la vida. Rin había retado todo eso y lo había cambiado, pero solo para con ella. Rin no era sólo la humana que amaba, sino TODO y lo ÚNICO.------Rin...-----Volvió a hablar el demonio acercándose a su compañera y tomando sus manos mientras se arrodillaba.------Ecuchame... Lo siento. Lo lamento de verdad, pero... No puedo. Yo...yo no soy capaz de ver las cosas como tú lo haces. Yo jamás podré ver a otros como una mera extensión de mi. Yo no veo a nadie como mi aliado o mi amigo. Yo no siento absolutamente nada por nadie y eso no va a cambiar jamás.
El único ser que ante mis ojos tiene valor, eres tú. Rin, yo... Yo te amo. Te lo he dicho siempre y te lo diré de nuevo, tú eres lo único que yo amo. Tal vez no tenga corazón para nadie más, pero para ti si. Y te pertenece entero. Perdóname. Pero tú para mí eres y serás siempre todo. Posiblemente mis ojos no pueden ver lo que los tuyos si. Pero te ven a ti; y por el amor que te tengo viviré el resto de mi existencia tratando de compensar aquello de lo que carezco. Rin, juro que atenderé a tu manera de sentir y de pensar. Prometo tomarte en consideración y darte el lugar que te corresponde como mi compañera. Posiblemente eso no va a evitar los desacuerdos, pero te aseguro que, voy a escucharte y haré todo lo necesario para evitar que cada paso que dé hacia mis ideales me aleje de ti. Sé que esto que te ofrezco no es mucho, pero es todo lo que tengo. Probablemente valdría más jurarte que haré lo que pueda para ver las cosas como tú, pero eso... Aunque quisiera, sé que no puedo dártelo.Los ojos de Rin desbordaron cristalinas lágrimas, pero esta vez, no estaban impregnadas de pesar, sino de inmensa conmoción.
Sesshomaru, una vez más, le mostraba, desde el fondo de su corazón cuanto la amaba.
La joven no podía creer cuanta devoción le tenía el demonio. Era tal y como el viejo Totosai lo había dicho: el amor que el Yokai tenía por ella no tenía límite alguno. Ni siquiera el orgullo, ni siquiera las pesadas responsabilidades que acarreaba su linaje.
Sesshomaru parecía dispuesto a incluso fallar con sus ideales y deberes con tal de no fallarle a ella.
Tal vez el demonio no podía cambiar su actuar y su pensar, ya que nadie puede cambiar su esencia y condición misma; pero estaba dispuesto a mantenerse al margen de los sentimientos e ideales de la mujer que amaba.
Sesshomaru nunca había teñido limitaciones de ningún tipo, pero parecía comprender perfectamente, que sus deseos y ambiciones terminaban donde comenzaba Rin.
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Aclisolar III: Luna de Sangre.
Fiksi Penggemar"La grandeza y trascendencia de un imperio, yace en el legado que contemplarán sus herederos".