Regresaron al palacio aún con la brillante luz de la tarde. Estaban saliendo del bosque cuando el señor Jacken los interceptó apresuradamente..,
-------Amo bonito! Amo bonito!
--------Que pasa?------Preguntó Sesshomaru seriamente.
--------Espere, antes... Hola joven Rin.------Saludo el demonio verde.
-------Hola señor Jacken.------Sonrió Rin.
-------Ahora si, amo bonito. Pues verá, el capitán Kizoku estuvo aquí hace un rato, pidió hablar con usted de algo aparentemente urgente. Se negó a darme el mensaje, dijo que solo podía hablar con usted y me pidió que le dijera que, tan pronto como usted regresará...
--------Ahora mismo me hago cargo de eso.------Interrumpió Sesshomaru, sin necesidad de dejar que el demonio verde terminara.------Gracias Jacken. Puedes seguir con tus labores.
El pequeño demonio verde hizo una reverencia y luego dedicó una mirada amistosa a la joven Rin, acto seguido se marchó.
-------Pasa algo malo?------Preguntó Rin con angustia.
-------No te preocupes. Vuelve al palacio. Vendré más tarde.------Ordenó Sesshomaru secamente.
--------Sinceramente creo que deberías decirme qué pasa... Soy tu compañera...
-------Esto no tiene nada que ver contigo. No quiero que te involucres en temas que respetan a otros demonios y mucho menos sobre...
-------La luna de sangre?
------Si. Ya lo sabes.
-------Pero... Sesshomaru...yo...
-------No discutas! Has lo que te digo, vuelve adentro!
Rin sintió como su pecho se apretaba. Le pesaba tanto que Sesshomaru no la involucrara en sus responsabilidades y deberes.
La joven tragó pesadamente evitando que cálidas lagrimas escaparan de sus ojos cristalinos, después respondió:-------Bien entonces.
Así pues se dio la media vuelta y caminó a paso firme hacia la entrada del palacio.
Rin entró al edificio con el corazón hecho un remolino y la frustración a punto de escaparse por sus ojos pardos.
Caminó rápida y firmemente por los pasillos hasta que llegó a la puerta de la habitación principal, la empujó con fuerza, entro a la habitación y luego la cerró tras de sí fuertemente.
Lágrimas calientes escaparon de su ojos y la desesperación invadió su garganta, haciéndola soltar un grito de enojo mientras sostenía su cabeza con las manos.
Mil sentimientos la sofocaban: impotencia, enojo, frustración y miedo. Se sentía tan patética de ver que Sesshomaru la considerara tan débil como para no ampollarse en ella, para no compartir sus pronlemas, preocupaciones y responsabilidades... A caso no era para eso su compañera?
Aquello le generaba también un tremendo pánico. Rin estaba aterrada de que llegara la noche de la Luna de Sangre. Sesshomaru enfrentaría entonces la que posiblemente sería la más horrible batalla de su existencia y Rin ni siquiera terminaba de entender el propósito. El demonio no la involucraba en nada, no respondía a sus dudas ni le permitía conocer sus planes y Rin tenía tanto miedo de todo aquello que ignoraba... Ella no quería perder a su amado demonio... Ella desconocía a lo que él se enfrentaría... No podía si quiera pensar en cómo ayudarlo porque desconocía por completo el problema...-------Por qué, Sesshomaru?...------Preguntó la chica en un susurro mientras se dejaba caer sentada en el suelo recargada en la puerta.--------Por qué no confías en mí...?
La joven mantuvo abrazadas sus rodillas, puso su frente sobre ellas y, sin darse cuenta, se quedó dormida.
Sesshomaru entró al palacio velozmente, tomó una armadura y se la colocó, acto seguido volvió a salir del edificio tan rapido como un relámpago.
Recorrió a gran velocidad una distancia bastante considerable y finalmente, se detuvo a mitad del gran bosque, encontrándose con el demonio de aspecto de oso que se conocía como Kizoku.--------Lord Sesshomaru!------Exclamó el demonio ante la sorpresa y reverenciando al Yokai peliplateado.
--------Jacken me informó que tenía algo importante de que hablar. Le advierto que no estoy de humor, capitán, así que sea claro.
------Desde luego mi señor! Verá usted...yo...tengo malas noticias...
-------Te dije que fueras claro!
-------Lo lamento, mi señor. ------Se disculpó el demonio con torpeza.------ Lo que ocurre es que, Dokuhe desapareció. Mis hombres sospechan que planea algo...muy grande.
-------A que te refieres con que desapareció? Ya había desertado y comandaba la alianza del sur y el oeste...
-------Lo sé señor. Y tal como usted lo ordenó, no nos molestamos en hacerle pagar por la tradición. Aun así, lo manteníamos vigilado. Pero....desapareció. No hay rastro de él.
------Y la alianza?
-------No se ha dispersado. Hemos tratado de averiguar quién es el nuevo líder al mando, pero no hemos tenido suerte. Al parecer...están haciendo varias cosas a discreción. El conocimiento que teníamos sobre su formación y planes para proceder es superficial. Algo traman, señor. Y debe de ser algo bastante turbio.
---------Tienes alguna teoría?
-------Pienso que...están buscando la manera de tomar el control del norte sin que nos demos cuenta. Eso les daría una ventaja definitiva, pero tal como usted lo afirma, enfrentar al norte implica grandes pérdidas que no les conviene afrontar. Sin embargo... Tienen la opción de tener a las tribus Yokai como aliados. Tal vez... Estén negociando con ellos.
-------Eso también representaría un gran riesgo. El norte está demasiado dividido...negociar con un clan implicaría tener a otro tras sus cabezas... No tiene sentido.
-------Tal vez, pero, debe haber algún clan o tribu que sea neutral. O posiblemente que pueda tener cierta influencia para con las mayorías.
-------Es posible...
Sesshomaru se quedó pensativo un rato.
El demonio había sido criado para ser un implacable combatiente y un estratega excepcional, tenía muchos conocimientos acerca de la guerra pero uno que para él era vital era que, no hay plan o estrategia enemiga más peligrosa que aquella que no conoces...--------Me haré cargo de eso personalmente.-------Concluyó Sesshomaru.-------Si el norte es el objetivo, lo voy a averiguar, así como también cuál es su propósito. Tú y tus hombres deben continuar con lo demás. Vigilen los movimientos de la alianza y si vuelve a ocurrir algo inusual, házmelo saber inmediatamente.
-------Muy bien señor, así será. ------Confirmó el demonio con una reverencia.------Y señor...puedo preguntar... Dado que ahora el norte puede considerarse hostil...que hará con su compañera?
-------El plan sigue igual para con ella. No me resultará difícil mantenerla a salvo estando ella en el norte considerando que me mantendré al tanto de todo lo que ocurre en esas tierras. El riesgo que corre permaneciendo aquí continúa siendo mayor dado que lo primero que querrán será atravesar esa muralla. Nadie sabe ni sabrá que permanecerá en el norte.
-------Entiendo señor. Me parece que tiene razón. De cualquier forma, le aseguro que cuenta conmigo para garantizar la protección de su compañera.
-------Gracias. Pero yo me haré cargo de ella.
A pesar de que Sesshomaru se mostraba calculador y sereno con respecto a aquella situación, si era sincero, una fría sensación de miedo le recorría el cuerpo. Si la teoría de Kizoku era correcta, ya no había lugar seguro para su amada Rin, no lejos de su protección y (dado que asegurar el triunfo en la guerra que se avecinaba era también su responsabilidad) el Yokai estaba atado de manos, debía proteger a su amada humana, pero también asegurar el imperio... Tenía que encontrar la forma de hacer ambas cosas, sin importar el costo.
ESTÁS LEYENDO
Aclisolar III: Luna de Sangre.
Hayran Kurgu"La grandeza y trascendencia de un imperio, yace en el legado que contemplarán sus herederos".