Rin a penas escucho cuando la anciana Kaede le autorizó proceder, simplemente se limitó a ceder ante las exigencias de su cuerpo, realmente no fue capaz de hacer o pensar en cualquier otra cosa...
Respiró profundamente y de inmediato sintió como una nueva contracción la golpeaba. Dio un primer empujón guiada por sus instintos pero el repentino movimiento dentro de ella la hizo detenerse muy pronto, en medio de un grito que combinaba impresión y dolor....--------AAAH!!! DIOS!! ---------Gritó Rin mientras soltaba la fuerza de su empuje.-------- YA VIENE!! ESTÁ NACIENDO!!! DIOS!! DUELE!!
--------Está bien Rin...está en el canal de parto...----Decía Kagome acariciando dulcemente a su amiga mientras mantenía una de sus manos sobre su vientre.-------Respira profundo, viene otra contracción, intenta mantener el empuje un poco más de tiempo está bien?
--------Oh dios...--------Se agitó la joven mientras podía sentir la nueva contracción acumularse...
--------Tu puedes hacerlo, querida... Anda, vamos, puja.-------Pidió la vieja sacerdotisa quien permanecía detrás de ella, lista para recibir al pequeño por nacer. Rin atendió a la petición de su cuidadora cediendo también a lo que cada fibra de su ser le gritaba que hiciera. El dolor que le invadía durante aquel esfuerzo era monstruoso, pero se negó a ceder tan rápido y continuó por unos cuantos segundos más...---------Eso es, Rin, lo estás haciendo muy bien, mantenlo otro poco.--------La joven podía sentir al pequeño por nacer moverse hacia abajo en su interior. Era como una gran esfera caliente que se abría paso dentro de ella, estirando su carne a niveles que jamás creyó posibles, jamás hubiese podido imaginar tal cosa.
--------AAAAAHHHH!!! -------Soltó Rin con un berrido mientras soltaba también su empuje. Ni siquiera tuvo tiempo para quejarse, otra contracción la golpeo fuerte y rápido, obligándola a ceder nuevamente...--------NNNGGGHH...NNNNNGGGGHHHH AAAAAAAH!!! MALDICION!! QUEMA! TODO DENTRO...ARDE!!
-------Respira, Rin...-------Consolaba Kagome.--------Tu puedes hacerlo... Tú puedes...
-------Viene otra contracción, linda, tú puedes. Puja.
La joven estuvo así lo que le parecieron años. El dolor y la sensación de estar en llamas la hundía por completo, sin embargo, era como si su cuerpo supiera perfectamente lo que debía hacer y no le permitía detenerse ni por un instante y cada vez que por su mente cruzaba la simple idea de darse por vencida, sentía a las dos pequeñas vidas que aún estaban en su interior, recordándole que, al final, todo ese calvario valdría cada segundo.
Sesshomaru acariciaba el cabello de su adorada humana y cada vez que ella se lo pedía, la tomaba de la mano.
Pensaba que su corazón se saldría de su pecho, el evidente sufrimiento de Rin sobrepasaban los límites de lo imaginable. Habría dado su alma entera por parar su sufrimiento... Habría dado cualquier cosa por qué no tuviese que pasar por eso... Pero por el momento, todo lo que podía hacer era estar ahí.
En algún momento, la joven no fue capaz de sostenerse más en sus manos, así que la ayudó a incorporarse sobre sus rodillas, sosteniéndola él mismo, abrazándola por debajo de sus brazos y permitiéndole a ella aferrarse a su espalda y a sus ropas con fuerza.
Podía sentir sus lágrimas caer sobre el. Podía sentir sus gritos ser sofocados en sus brazos...podía sentirla tensarse y comenzar a temblar con cada esfuerzo... Y el, solo podía acariciarla y hacerle sentir su presencia.
Un sin fin de minutos que parecieron horas transcurrieron y fue entonces cuando, prácticamente de la nada, el pánico golpeó al demonio cuando un olor terriblemente conocido llegó a su aguda nariz...-------Está...está sangrando??------Cuestionó el demonio al borde de la histeria.
-------Si, pero no se preocupe...------Decía Kagome.-------Es normal. Su cuerpo se está estirando, para que el bebé pueda pasar...
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Aclisolar III: Luna de Sangre.
Fanfiction"La grandeza y trascendencia de un imperio, yace en el legado que contemplarán sus herederos".