Especialmente dedicado a @MiliVargas4 y @JessicaTiradoFabian
Gracias por seguir la historia! Amo leer sus comentarios 😘😘😂😂😂🙌🏼💕❤️Las siguientes semanas pasaron imperceptiblemente como el viento mismo.
Sesshomaru había cumplido lo dicho y nunca se había ausentado mucho más de tres dias.
Con cada visita le llevaba a Rin un par de yukatas nuevas así como algunos libros que sacaba de la biblioteca del palacio para que la joven pudiera entretenerse más fácilmente cuando él no estaba.Rin había tenido una serie de altibajos en esas últimas semanas: si bien se sentía muy mimada y más tranquila respecto a las ausencias de su amado, nuevos malestares habían aparecido. Solía sentirse fatigada, comúnmente sufría de severos mareos y en más de una ocasión, Sesshomaru había regresado antes de tiempo completamente paranoico porque a Rin le sangraba la nariz.
La anciana Kaede y Kagome les habían asegurado a ambos que todos esos malestares eran normales y que si bien tenían que estar muy pendientes de la futura madre, no había nada de lo cual angustiarse.
A pesar de esos infortunios, Rin estaba disfrutando mucho de las novedades de su embarazo: su barriga había crecido bastante más, por lo que había dejado los kimonos definitivamente y había comenzado a usar las yukatas que su compañero le había regalado; en los últimos días había estado sintiendo una especie de mariposeo esporádico en su interior y la anciana Kaede le había dicho que eran sus bebés moviéndose, pero aseguraba que en cualquier momento podría sentirlos con mucha más fuerza y aquello llenaba a la joven de emoción.En cuanto a todo lo demás en la aldea, las cosas parecían haberse calmado un poco, sin embargo, los habitantes de ésta se mostraban bastante hostiles hacia todos los que sabían eran amigos cercanos de Rin y además de todo, Kohaku estaba convencido de que algo se traerían entre manos así que concentraba sus mejores esfuerzos en mantener oculta la permanencia de su amiga en el territorio, así como la información de su progresivo embarazo.
Por otro lado, Sesshomaru estaba realmente cerca de dar con los aliados enemigos. Estaba convencido de que tendría que tratarse de alguna comunidad de monjes y sacerdotes, pero aún tenía que averiguar cuál de todas las que habitaban en el norte era capaz de aliarse con un grupo de Yokai.
Aquella era una tarde sumamente agradable. No hacía calor, pero tampoco hacía frío. El cielo estaba despejado y a donde quiera que se mirara, los colores del último mes del verano resplandecían como si supieran que iban a perecer pronto.
Rin se encontraba en su huerto cosechando en una cesta los vegetales que había sembrado tiempo atrás mientras Ah-Un la seguía de cerca, comiendo animosamente lo que la joven dejaba atrás.
Estaba muy tranquila y hundida en dulces pensamientos cuando escuchó a la vieja miko llamarla:-------Rin! Linda!
-------Ya voy!-------Respondió la joven mujer, levantándose, tomando la cesta llena de vegetales y dirigiéndose al frente de la casa, topándose de inmediato con su amado protector.-------Mi vida.------Sonrió la mujer dejando la canasta en el pórtico y apresurándose a abrazar al recién llegado.
--------Como estas?------Preguntó Sesshomaru una vez que la joven se hubo separado de el.
-------Estamos bien.------Corrigió Rin con una sonrisa. Sesshomaru puso los ojos en blanco pero esbozando una sonrisa de ternura y acto seguido, llevo sus dos manos al redondeado vientre de la mujer.-------La anciana Kaede va a hacerme la siguiente revisión mañana. ------Aseguró Rin con tono entusiasta.
-------No has podido sentirlos?
-------No. Solo... Ese cosquilleo de siempre, pero nada más. Ya no deben de tardar... Han crecido mucho.
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Aclisolar III: Luna de Sangre.
Fanfiction"La grandeza y trascendencia de un imperio, yace en el legado que contemplarán sus herederos".