Pasado algún tiempo, Sesshomaru por fin llevó a Rin a la casa en la planicie: era una cabaña realmente acogedora y especiosa: tenía tres habitaciones, una cocina, un saloncito, un cuarto de baño y un acogedor espacio en la parte trasera que miraba hacia el horizonte.
Rin amó esa casa desde el segundo en que la pisó.
Estando tan cerca de la aldea, la anciana Kaede iba a visitarla todos los días y cuando Sesshomaru se encontraba en el este, la vieja miko se quedaba con ella por la noche y el resto de sus amigos la visitaban durante el día. Rin nunca estaba sola.Una mañana Rin se despertó con el maravilloso sol acariciando su rostro. Buscó a su compañero por la habitación pero no lo encontró sino hasta unos segundos después que entró por la puerta...
-------Hola.-----Saludo Rin con una sonrisa.
------Hola.-----Correspondió el demonio acercándose a ella y arrodillándose en frente.------Te sientes bien hoy?
-------Si. Ya te vas??
-----Si. Volveré antes del anochecer.
-------De acuerdo. Traerás ya al señor Jacken??
-------No. Aún tiene mucho trabajo en el este. Pero falta poco. Lo prometo.
-------Bien. Ten cuidado.
------Desde luego.
Sesshomaru besó la frente de Rin y se dispuso a incorporarse para irse, pero la joven lo interrumpió tirando de su brazo.
-------Despídete bien de mi!-----Reclamó la mujer fingiendo un puchero.
El demonio entornó los ojos y luego volvió con su compañera.
Le dedicó un calido beso en los labios mientras ella se aferró a su cuello, rodeándolo con los brazos. El acarició su estrecha cintura y su prominente cadera mientras la besaba cada ves con más deseo.
Rin sentía las manos del demonio recorrerla y así de fácil su piel se erizaba por completo.
Los últimos días había estado tan deseosa y estaba segura de que el también, sin embargo, Sesshomaru había estado incluso evitando tener contacto con ella, ya que temía perder la cordura.
Rin ni siquiera pensó en lo que hacía: retiró sus manos del cuello del demonio y comenzó a pasarlas por su cuerpo. Recorrió suavemente todo el abdomen del inhumano por debajo de sus ropas, sintiendo la calidez de su cuerpo que cada vez crecía más.
Los jadeos que comenzaron a llenar la habitación se hacían cada vez más constantes.
Así de rápido y con las escasas provocaciones de su amado, la joven se sintió humedecer. Qué rayos le sucedía?!
La joven pegó su cuerpo lo más que pudo al del demonio, teniendo cuidado de no poner demasiada presión sobre su vientre bajo, el cual cada vez crecía más.
Sesshomaru la abrazó desesperado por sentirla aún más cerca. Podía sentir las manos de ella recorrerlo de la misma forma desesperada y podía sentirse endurecer casi dolorosamente.
Ninguno de los dos podía estar un momento más reprimiéndose.
No habían vuelto a hacer el amor desde que se habían enterado que Rin estaba embarazada. Estaban desesperados uno por el otro.
Sin embargo y antes de dejar que aquello se volviera irreversible, Sesshomaru comenzó a luchar por frenar la situación...-------Rin...no... No podemos... Detente.-------Pedía el demonio entre los intentos de dejar de besar a su compañera.
--------No puedo...-------Jadeó Rin entre besos.--------Ya no puedo más...
-------Ya basta... Detente.------Sesshomaru logró hacer que sus bocas se separaran. Se miraron fijamente, jadeantes y con el sudor asomando por sus frentes...-------Podríamos hacerles daño, Rin. Lo sabes.
-------Debe... Debe de haber una manera...Si...si tenemos cuidado...
--------No podemos arriesgarnos.
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Aclisolar III: Luna de Sangre.
Fanfiction"La grandeza y trascendencia de un imperio, yace en el legado que contemplarán sus herederos".