Capítulo 111. Sangre de nuestra sangre.

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La noche calló finalmente, trayendo consigo un terrible frío y la primera de las que prometían ser muchas y mucho peores nevadas.

Totosai y Myoga habían ayudado muchísimo a la anciana Kaede y terminaron bastante tarde, por lo que la miko les insistió en quedarse por lo menos hasta el día siguiente, ya que hubiese dejado de nevar. Ambos ancianos aceptaron después de negarse por mucho tiempo, pero ninguno de los dos podía resistirse a la dulce sonrisa suplicante de la joven Rin.

Todos se habían ido a dormir y Seshomaru y su amada estaban en la habitación principal. Él estaba recostado al lado de ella, otorgándole calor y permitiéndole reposar sobre su pecho y mientras el sueño se dignaba a aparecer, la joven cantaba una nana para sus pequeños no natos, quien aparentemente ya estaban dormidos...

------Sesshomaru...-----Llamó la joven unos segundos después de terminar su canción.-----Que pasa? Estás muy pensativo desde lo de esta tarde.

El demonio suspiró profundamente.

-------No es nada...sólo... Me preocupa.-----Respondió el con honestidad.

------Que te preocupa? Kagome y la anciana Kaede dijeron que todo estaría bien. No tienes nada que temer.

-------Si, tal vez...pero...no sabemos si pueda surgir alguna otra cosa...

------No pasara. Tranquilo. Todo va a estar bien...-----Todo quedó en silencio un instante, hasta que Rin hablo de nuevo...------Dime, no te sientes feliz??. Es decir... A pesar de todo, tus hijos podrán ser los dignos herederos del linaje de tu familia.

Sesshomaru miró a Rin fijamente con una expresión entre incredulidad y molestia.

------Rin, a mí no me importa si su sangre es pura o no.-----Aseguró el demonio mirando a la mujer fijamente y acto seguido acaricio su rostro.------A mí solo me importa que llevan tu sangre y la mía. Nada más. Y...te lo dije alguna vez antes y lo sostengo ahora: incluso para mi mejor sería si fuesen humanos... Eso te hubiese ahorrado muchos riesgos y no tendríamos que preocuparnos por otros que son pote cuales. Rin, sean humanos, o híbridos o Yokai, a mí no me interesa. Son mis hijos. Nuestros hijos. Son sangre de mi sangre y sangre de tu sangre. No quiero nada mas. Yo... No los veo como herederos de un linaje. Yo no quiero que lleven ese peso...

La joven miraba con incredulidad a su compañero. En verdad era el "el gran Sesshomaru Taisho"???

------Se...Sesshomaru...-----Balbuceaba Rin mientras sus ojos se llenaban de lagrimas.

------Yo no quiero imponerles un deber que consideró no les corresponde.-----Decía el demonio bajando la mirada y suaviza do la voz, mientras llevaba su mano al vientre de la mujer.------Rin, yo... Lo he pensado demasiado...pero... Todo esto del imperio que se ha impuesto a cada generación de esta maldita familia... No vale nada. Ya no vale nada ni importa para mí. Yo no quiero que ellos carguen con ese estúpido peso jamás. Quiero que puedan elegir. Quiero que su vida se base en mucho más que el linaje y el poder y que un día decidan la clase de seres que quieren ser. Y...en verdad espero que sean más como tú que como yo. ------El demonio hizo una pausa por un momento...------"La grandeza y trascendencia de un imperio hace en el legado que contemplarán sus herederos". ------Repitió Sesshomaru recordando las palabras que le había dado el viejo Totosai algunos meses atrás.--------Yo no quiero que ellos contemplen sangre y sufrimiento. Llevan sangre humana y sangre Yokai... Sería patético erguir un imperio por sobre la sangre de alguna de esas dos especies.------El Yokai volvió a alzar la mirada y vio a los ojos a su compañera quien lo miraba con asombro y lágrimas cayendo por su rostro.-------Como puedo alzar un imperio de demonios pasando sobre la especie humana cuando tú, mi vida entera lo eres tambien y los hijos que vas a darme llevan esa sangre?? Sé que intentaste hacérmelo ver muchas veces. Y te pido perdón, porque entonces no podía comprenderlo. Pero ahora lo veo más que claro. No puedo dejar que estos niños crezcan sintiendo desprecio por algo que es parte de ellos. No puedo. Y no voy a permitirlo. ------El demonio suspiró profundamente y volvió a mirar el vientre de su amada.-------Cuando llegue la luna de sangre... Voy a terminar con lo que mis antecesores iniciaron. Terminaré con este estúpido conflicto y acabaré con todos esos bastardos que lo único que quieren es sangre. No dejaré a nadie que pueda seguir alimentando la sed de poder y una hacia ideología basada en el linaje.  No habrá ningún maldito imperio. No habrá Yokai alzándose sobre humanos ni humanos alzándose sobre demonios. Enfocare mi poder en construir una tierra en la que goma os y demonios puedan elegir si conviven o no, pero jamás se les permitirá destruirse mutuamente. Rin... Nuestros hijos son la prueba más grande de que la sangre no representa ninguna diferencia y estoy seguro de que el mundo entero será capaz de verlo una vez que todo se termine y ellos queden como sucesores legítimos del que ha sido el apellido más influyente de todos los territorios. ------El demonio miro a su amada y seco una lagrima que corría por su mejilla...------Rin...no voy a volver a pelear ninguna otra batalla que no sea por ellos y solo por ellos, empezando por la de que está en puerta. No voy a ir a esa guerra con el afán de levantar un imperio comandado por sangre Yokai, sino con el propósito de que mis hijos vengan a este mundo libres de ser lo que son: no mitad demonios y mitad humanos, sino mitad míos y mitad tuyos.
Nada más me importa ahora. Nada.

Aclisolar III: Luna de Sangre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora