Ni siquiera se dio cuenta cuando el dolor la golpeó.
Ni siquiera se dio cuenta cuando su protector apareció.
Ni siquiera se dio cuenta cuando Shippo y Kirara literalmente cercenaron la cabeza de uno de sus atacantes.
No se dio cuenta cuando todo se tiñó de rojo a su alrededor.
Ni siquiera se dio cuenta cuando su amado se la entregó en brazos a Kohaku.
Ni siquiera se daba cuenta de que estaba gritando víctima de los dolores punzantes que la hacían retorcerse también.
Todo parecía... Una pesadilla.------Rin!------Escuchaba ella desde la profundidad de su inconsciencia.-----Rin!! RIN!!!
De repente todo pareció claro... La voz que la llamaba, su frágil peso sobre los brazos de su amigo, el movimiento de su cuerpo apresurado... El dolor...
-------K...Kohaku...-------Balbuceó ella.-------OH DIOS!!! KOHAKU!!!--------Gritó, víctima del punzante dolor en su vientre y espalda bajos...
--------ANCIANA KAEDE!!!------Llamó el joven una vez estuvo frente a la cabaña...
--------POR DIOS!!-------Lloró la miko saliendo de la casa a toda prisa.-------MI NIÑA!!!
-------AAAAAAAAAAAAAHHHHHH!!!!--------Gritaba Rin agudamente.
La vieja miko pidió a Kohaku que la llevase adentro, a la habitación principal. El muchacho colocó a su amiga sobre las sábanas pero ella se aferró a él con fuerza impidiéndole dejarla...
--------KOHAKU!!!! DUELE!!! NO ME DEJES!!!!!-------Lloraba a gritos la joven mujer.-------MIS BEBÉS NO!!!!!
-------RIN, DEJA QUE TE AYUDEN! TODO VA A ESTAR BIEN...--------Intentaba calmar el muchacho mientras luchaba por sacarse del agarre de su amiga con urgencia.
--------NNNNNNGGGGGGGHH AAAAAAAAAAAAHHHH!!!! SESSHOMARU!!!!!!!
-------KOHAKU! ------Llamó la vieja miko justo cuando Rin soltó al joven.-----RÁPIDO, TRE A KAGOME!! TRÁELA YA!!!
El muchacho asintió y rápidamente salió corriendo de la casa...
Sesshomaru corría con la sangre hecha fuego y olor de la sangre de su presa lo avivaba más y más.
Sus ojos eran rojo carmesí, sus dientes eran grandes y atrozmente afilados y sus garras parecían navajas.De un tremendo zarpazo que hizo que más sangre saliera disparada del cuerpo del lobo al que perseguía, derribó al hombre herido haciéndolo golpear contra un montón de árboles y una ves en el suelo, se acercó a él, mirándolo con ira...
-------Mátame!------Gruñó el lobo herido.------MÁTAME DE UNA VEZ!
La insolencia de ese hombre enfureció aún más a la bestia en la que Sesshomaru se había convertido. Solo usando su fuerza, arrancó por completo el brazo derecho del insolente lobo, haciéndolo gritar estruendosamente...
-------SESSHOMARU, ESPERA!!!------Llamó una voz detrás del Yokai: Inuyasha.----RIN ESTÁ MUY MAL!! ELLA TE NECESITA!!
Sesshomaru pareció ni siquiera escuchar las súplicas del hanyou. Miraba a su moribundo prisionero a los ojos mientras lo mantenía alzado por el cuello, apretando con inmensa fuerza y haciéndolo retorcerse.
-------E..esa...esa perra está acabada... Igual que los engendros...-------Se burló el cautivo.
Esa fue su última burla.
Con un tremendo rugido, Sesshomaru utilizó su mano libre para cortar con sus garras de un solo tajo una de las piernas del lobo...--------SESSHOMARU, YA BASTA!!------Llamaba Inuyasha intentando hacer reaccionar a su medio hermano.
El Yokai arrancó la otra pierna de su prisionero...
-------RIN TE NECESITA!!
Ahora el otro brazo...
-------SESSHOMARU!!
Lanzó lo que quedaba del hombre por los aires...
--------ESPERA!!
Transformándose por completo en un enorme Yako, la bestia atrapó el cuerpo aún con vida del lobo y cuál perro con un juguete, comenzó a destrozarlo sin piedad alguna, haciendo que sus gritos se desvanecieran en el aire y su sangre impregnará con su olor su cuerpo.
Inuyasha contempló la espantosa escena...
Jamás había visto tal cosa...
Había visto muerte toda su vida. Había visto sangre... Había visto a Sesshomaru ser implacable y despiadado... Pero jamás eso.
El Yako rugía y berreaba mientras parecía jugar con pequeños trozos de carne que de a poco se volvían cada vez más inexistentes.
El hanyou estaba completamente congelado, pero el recuerdo de la mujer que tan desesperadamente llamaba a su hermano lo despertó:-------SESSHOMARU!!!!!!!!!-------Llamó él mitad bestia con toda su fuerza mientras desenfundaba su espada y lanzaba el viento cortante en dirección al Yako furibundo.
La tremenda bestia dejó lo que hacía para evadir el ataque de un salto, aterrizando justo frente al híbrido.
Por un momento, pareció estar a punto de atacar también a Inuyasha, pero éste apeló a su casi inexistente conciencia:-------RIN TE NECESITA!!!! TINES QUE IR CON ELLA!!! RIN TE NECESITA!!!
Los ojos del Yako parecieron esclarecerse por un segundo y con un tremendo berrido saltó pasando por encima del hanyou y se adentró en el bosque.
La bestia de cuatro patas surcó el territorio, guiado por los llamados de su amada, los cuales eran cada vez más Fuertes y claros.
Cada desesperado llamado, lo hacía cada vez más consiente de sí mismo y de apoco, su forma fue cambiando hasta volver a su estado común...-------SESSHOAMRU!!!!
Resonaba en su cabeza.
-------SESSSHOMARU!!!!!
Ella lo llamaba.
-------SESSHOMARU!!!!!!!
Estaba justo frente a él...
--------RIN!!!! ------Llamó el.
Se arrancó la armadura.
Lanzó sus espadas.
Kohaku intentó detenerlo, pero hizo caso omiso.
Entró a la casa como un rayo...--------SESSHOMARU!!!
--------RIN!!!
Se arrodilló y tomó la mano de su amada.
Ni siquiera prestaba atención a las mikos, quienes se movían como remolinos a su alrededor.Sangre... Olía tanto a sangre... Ni siquiera sabía si toda era de ella.
-------RIN, MÍRAME!!------Suplicó el Yokai a la pérdida joven que comenzaba a perder el conocimiento.
--------Aaaaaaagghhhg!!! Se..Sessshomaru ...--------Se quejó ella ya con debilidad y sin ser capaz de gritar.------Mis bebés no...
-------Por favor...mírame!! Rin!! MIRAME!!
------LORD, SESSHOMARU, TIENE QUE SALIR!!------Ordenó Kagome frenéticamente.
-------No, Rin, MIRAME!!!!------Seguía llamando él.
-------Sesshomaru, vámonos!!!-------Indicó Inuyasha detrás de él, jalándolo por lo hombros ayudados por Kohaku.
--------Rin, perdóname...
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Aclisolar III: Luna de Sangre.
Fanfiction"La grandeza y trascendencia de un imperio, yace en el legado que contemplarán sus herederos".