CAPITULO 8

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No es consciente de que aceleraba 180 km/h, el olor a sakura y miel cada vez se tornaba mas empalagoso, su cabeza dolía, su alfa quería aullar, salir y morderlo, solo pedía que marcaran aquel delicioso omega quien rogaba en el asiento por ayuda.

-Mi-min-ho- Jimin apenas podía moverse, de su entrada escurría demasiado líquido, su cuerpo ardía y su mente se nublaba, en cambio escuchaba en el fondo de su cabeza una voz que le pedía ayuda, que pedía a gritos por un alfa, no entendía que pasaba pues jamás en sus 16 años paso por algo similar.

Mientras los demás omegas tenían su primer celo a los 14 años, el doctor le había dicho que el suyo seria hasta los 18, lamentablemente su madre acelero ese proceso.

-Me-di-ci-na, medicina- el omega al no comprender estaba seguro que estaba enfermo, las contracciones en su vientre le hacían dudar si fue algo que comió- Minho, medicina, medicina-

-Tranquilo- con voz de alfa susurro, ya no aguantaba, tenía que hacer algo, detuvo el carro en un granero que vio a lo lejos, al llegar este se encontraba muy silencioso además, las condiciones en que se encontraba le daban a entender que fue abandonado hace tiempo, tomo al pequeño en brazos- Descuida en un momento te sentirás mejor, ¿quieres sentirte bien Jimin? –

El susurro de su nombre provocó un escalofrió.

Recordó a su madre diciéndole.

"si te sientes mal, toma la medicina"

Pero, ¿Dónde estaba? Recordaba llevarla en una bolsa beige.

El alfa recostó al omega, en su inconciencia lo desvistió lo más rápido que pudo.

-No, No- se retorcía- mi ropa, Tengo frio, mi ropa- intento tomar su ropa, una cachetada de Minho lo detuvo.

-QUIETO- uso la voz, aquella temida por todos los omegas, hizo que obedeciera al instante, llevando una mano el lugar golpeado, sollozando- estas enfermo pero sigues siendo un omega-

-No, no, quiero irme, Tae, Tae...-

Al escuchar a Jimin, la parte racional de Minho pedía que se detuviera, que esto estaba mal y de verdad que luchaba contra sus instintos pero como siempre, ellos ganan.

la playera del menor, la rompió, tomo un trozo y lo introdujo en la boca para así callarlo.

Se acabó de desvestir, saco su miembro palpitante y lo llevo a la entrada del peli rosa, Jimin vio aquello, no sabía que iba a suceder pero tenía miedo, mucho miedo como nunca. Esto no se comparaba a cuando llovía y los truenos le espantaban, ni cuando veía películas de miedo con Tae, Ni cuando se perdió en el parque, ahora sabía que todo eso eran ridiculeces comparado con lo aterrado que esta.

Sintió la intromisión, si no fuera por el lubricante del celo, en ese mismo instante su entrada se hubiera desgarrado aun así, dolió, ardía y a pesar que pedía que parase, no era escuchado, a pesar de que lucho, de verdad lo hizo, fue golpeado hasta agotar su fuerza y en cada estocada, Jimin pensaba que lo mejor hubiera sido no haber nacido jamás.

De Su blanca y lechosa piel goteaba rojo vivo, sus delicadas manos sucias y lastimadas, donde intento arrastrarse, rasguñar o lo que fuera para salir, varios de sus huesos habian sido quebrados, su respiración anormal debido a las manos en su cuello.

Esto llego a su fin con el nudo, algo que Jimin no pudo soportar más, simplemente se desmayó; cuando aquello acabo Minho se dio cuenta de su gran error y a pesar de querer ayudar, su miedo fue tanto que simplemente huyo.

El motor del carro resonó, el acelerador fue pisado al máximo dejando ilusiones muertas.

...

[...]

RAMÉ (YOONMIN) OMEGAVERSE PRIMER LIBRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora