Capítulo 10: "El acuerdo"

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Seokjin intentó moverse, pero quedó atrapado entre la pared sólida y un cuerpo fuerte

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Seokjin intentó moverse, pero quedó atrapado entre la pared sólida y un cuerpo fuerte.

-¿Tienes un arma?- Yoongi buscó en los bolsillos del hombre, le dio unas palmaditas y tiró todo lo que encontró en el suelo después de una breve inspección. Dos cigarrillos, un pañuelo sucio, algo de cambio, un diminuto dinosaurio verde, el paquete vacío de una barra de proteínas, un montón de papel moneda y un alambre. Resopló con una risa fría ante los dos últimos artículos, sacudiendo la cabeza- Tú, pequeña mierda.

Seokjin trató de liberar sus brazos, gruñendo y respirando pesadamente, su mente acelerada pero sin pensar en nada útil.

Yoongi empujó su rodilla dolorosamente contra la parte posterior del muslo de Seokjin, gruñendo peligrosamente.

-Te quitaré las manos de encima ahora. Tienes una jodida oportunidad de sentarte en ese sofá y responder a mis preguntas- esperó unos segundos, antes de aflojar su agarre y luego retiró sus dedos completamente, retrocediendo- Siéntate. Ahora.

Seokjin no se dio la vuelta. La breve idea de correr o pelear cruzó por su mente, pero luego desechó ese plan de inmediato, cuando vio al perro grande sentado frente a la puerta, bloqueando el único camino de escape.

-¡Dije, siéntate, carajo!- Yoongi repitió enojado, agarrando el suéter del otro hombre, tirando de él bruscamente hacia el sofá, haciéndolo tropezar.

Seokjin liberó su brazo, sentándose de mala gana.

Yoongi lo observó un momento, frotándose la barbilla con el pulgar y el índice. Luego sacudió la cabeza con incredulidad cuando reconoció el atuendo del extraño, colgando demasiado grande en un cuerpo ligeramente tembloroso.

-Bueno esta bien- camino detrás de su escritorio, se sentó y tomó un bolígrafo- ¿Qué robaste además de mi increíble ropa?

Seokjin no respondió, solo miró fijamente en un punto determinado de la alfombra a través de su pelo despeinado, sabiendo que todo había terminado. Lo sabía. En una hora se sentaría en un departamento de policía con tinta negra en las puntas de los dedos. Jongin seguiria en prisión. Jongin moriría, ejecutado por inyección letal. Por su culpa.

Yoongi señaló con su pluma brevemente a la derecha.

-¿Mi cámara?- lo anotó, luego abrió el cajón, levantó algunos de los papeles y vio cómo se abría la caja. Señaló el dinero, esparcido por el suelo- Eso es mío entonces, supongo.

Seokjin sorbio su nariz, sin atreverse a mirar hacia arriba. Quería decir que no. Quería decir que era de la casa de empeños y su pago por su primer día de trabajo. Pero se quedó callado.

Yoongi se lamió el labio inferior, inclinándose hacia atrás.

-¿Algo más?

Seokjin no quería llorar, pero se hacía cada vez más difícil contener las lágrimas. Quería golpear a este hombre, quería gritar y romper esa estúpida habitación. Quería simplemente cerrar los ojos y desaparecer para siempre. Sólo irse de ahí. Ya no quería más nada. No conocía ningún término adecuado para describir lo mucho que odiaba su estúpida y desordenada vida.

Mio - "Yoonjin/Sin" (Dominación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora