Cuando Kim Jongin es condenado a cadena perpetua por asesinato, su hermano Seokjin tiene que luchar valientemente contra las probabilidades de sobrevivir en las calles de Seoul, solo y sin hogar, intentando todo lo posible para reunir el dinero sufi...
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-No ha terminado, todavía estás mojado en la espalda- Yoongi tocó el cabello húmedo en la parte posterior de la cabeza de Seokjin, mientras salía del baño con una toalla alrededor de su cintura- Cachorro pícaro.
Taehyung tiró de un mechón de cabello detrás de su oreja y volvió a encender el secador, inclinando un poco la cabeza de Seokjin hacia un lado para un mejor acceso.
-¿Va a tener una sala de exposición en Washington, señor?- hablaba un poco más alto, para que el otro hombre lo escuchara a pesar del ruido.
-Sí- Yoongi estaba en el armario abierto, buscando un atuendo informal- Enviaremos todo mañana. Puedes ayudar a empacar.
-Por supuesto. Me encantaría- Taehyung inclinó la cabeza de Seokjin en la otra dirección, pasando sus dedos por el cabello húmedo.
Seokjin no protestó. Estaba enojado y horrorizado al principio, cuando Yoongi le ordenó a Taehyung que le secara el cabello. Pero una vez que estaba sentado en la cama y el aire cálido, calmante y el ruido constante lo rodeaban, quería que continuara para siempre. Era una de las mejores cosas que había experimentado.
-¿Salimos en la mañana?- Taehyung se acercó y guió la cabeza de Seokjin para que se apoyara contra su estómago, cuando apuntó el secador hacia las largas hebras en la parte posterior de su cabeza.
-No. Hoseok odia viajar de dia- Yoongi tiró calcetines, un calzoncillo y una camisa blanca de manga larga sobre la cama- Tomamos el último vuelo el viernes.
Seokjin cerró los ojos, mientras escuchaba la conversación de los hombres y el zumbido constante del secador. Le gustaba el aire cálido y los dedos suaves que tiraban de su cabello. Y de alguna manera la ropa de Taehyung olía como el interior de la cafetería Good Karma. Inhaló profundamente y hundió su nariz en la camisa del hombre por un segundo. Olía como a galletas.
-¿Está bien ahora, señor?- Taehyung se hizo a un lado después de dos minutos y apagó el secador, pasando sus dedos por el cabello seco.
Yoongi vino a tocarlo él mismo y asintió, levantando la cabeza de Seokjin.
-Esa es tu ropa- señaló la ropa en la cama- Vístete y arrodíllate junto a mi silla. Debemos desayunar.
-¡Impresionante! ¿De dónde sacaste eso?- Taehyung levantó una camisa rosa pálida que había encontrado entre la ropa recién doblada y recién lavada en la cesta de la ropa.
Yoongi sonrió, poniendo una amplia mano en la parte superior de la cabeza de Seokjin.
-Jinnie lo hizo, solo para mi, imagina eso.
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-¿Puedo pantalón?- Seokjin sabía que su pregunta no parecía ser educada ni especialmente amistosa, pero estaba contento de que hubiera salido en absoluto. Caminó hacia la mesa del comedor, con calcetines, camisa y ropa interior, sacudiéndose la cabeza, antes de pasar un brazo sobre su pecho.
