Cuando Kim Jongin es condenado a cadena perpetua por asesinato, su hermano Seokjin tiene que luchar valientemente contra las probabilidades de sobrevivir en las calles de Seoul, solo y sin hogar, intentando todo lo posible para reunir el dinero sufi...
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Kim Taehyung se puso los auriculares, se dejó caer en la cama de su habitación, puso la música más fuerte, pero aún podía escuchar a sus Daddys peleando. Abajo en la sala de estar. Donde Jackson había estado bebiendo desde que regresó de Washington.
Era ridículo y desgarrador. Le dolía profundamente y lo enojaba muchísimo. Y después de 41 minutos y la tercera botella vacía arrojada contra la pared de la sala, se levantó, metió algunas cosas al azar en su bolsa de lona y bajó las escaleras.
-¿A dónde mierda crees que vas?- Jackson levantó un brazo en el aire, furioso, usando no más que un pantalón de chándal manchado.
Namjoon tenía ambas manos en las caderas, manteniendo los ojos bajos y la voz.
-Déjalo fuera de esto.
-Voy a pasar la noche en la fábrica- Taehyung besó la mejilla de Namjoon- Si él me deja.
Namjoon asintió con la cabeza.
-Lo llamaré- tocó su frente con la sien de su novio por un segundo, queriendo pedirle perdón, pero luego no pudo.
Taehyung lo entendió de todos modos.
-Te veo en la tienda mañana- mantuvo su voz tranquila y gentil, luego cargó con su bolso y se fue, tratando de ignorar cada palabra dura que le gritaba Jackson en su espalda.
Se sintió terriblemente culpable por dejar a Namjoon solo con la situación. Le revolvió las tripas todo el tiempo, mientras bajaba la calle y esperaba el autobús, antes de que decidiera caminar durante una hora, porque no tenía ganas de ser aplastado con otras 40 personas en un vehículo maloliente. Al final, pensó que sería mejor darse la vuelta y mantenerse firme, tener la espalda de su novio y decirle a Jackson que deje de destruir todo. Pero no pudo. Lo había intentado varias veces, y siempre terminaba igual. Namjoon estaba en medio de una pelea, tratando desesperadamente de conciliar entre su niño y su pareja.
Se sentó en un soporte para bicicletas, frente a la oficina de correos, sacó de la basura un donut medio comido, perfectamente fino, y dio un gran mordisco.
-Solo pensaré que eso nunca sucedió.
Taehyung sonrió antes de siquiera levantar la vista.
-Hola Kookie.
Él se sentó a su lado, le quitó la donut de la mano, la arrojó a la basura y sacó una bolsa de bocadillos de plátano.
-¿Alguna idea de si Seokjin regresa esta noche?
-Si- Taehyung se metió uno en la boca, le gustó mucho y metió toda la mano en la bolsa por veinte más- Él estará allí- lo miró con las mejillas llenas- ¿Mucho que hacer durante el fin de semana?
Jungkook se encogió de hombros, frunciendo los labios.
-Realmente no.
-Hm- Taehyung asintió con la cabeza- Sabes, hemos estado en el Magic Shop de DC. Estaba lleno. Creo que deberías actualizar a sus estándares para atraer a una multitud más grande- él sonrió, robando otro puñado de la merienda- Puedo ayudarte.
