Cuando Kim Jongin es condenado a cadena perpetua por asesinato, su hermano Seokjin tiene que luchar valientemente contra las probabilidades de sobrevivir en las calles de Seoul, solo y sin hogar, intentando todo lo posible para reunir el dinero sufi...
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Yoongi puso en marcha el motor, la motocicleta retumbó debajo de ellos.
-¡Agárrate fuerte, muchacho! Si te caes, me detendré y te golpearé el trasero.
Seokjin puso sus manos tentativamente en la cintura de Yoongi, su corazón latía tan rápido como si nunca antes hubiera tocado al hombre.
Yoongi salió lentamente del garaje, luego aceleró, rodeó las dependencias, avanzó por el camino de gravilla, pasando la tienda y el área de estacionamiento, hacia la carretera. Se detuvo, balanceándolos con el pie sobre el asfalto e hizo un gesto a Chan, gritando sobre su hombro mientras aceleraba pero aún los mantenía en su lugar.
-¡CHAN! ¡CIERRA EL GARAJE!
El conserje le hizo un gesto de "bien" a su jefe, y luego saludó alegremente cuando la moto salió a la calle, acelerando de inmediato.
Seokjin contuvo el aliento. El impulso de la motocicleta lo alejó brevemente de Yoongi, y él apretó la cintura del hombre y apretó los muslos contra las caderas de Yoongi. Sus hombros se tensaron, pero al mismo tiempo se sintió liberado y asombroso, recordándole lo increíble que era estar en una motocicleta a toda velocidad. Amaba todo al respecto. El viento azotaba su pantalón, el poder de la motocicleta hacía temblar su cuerpo, cómo el motor explotaba y rugía cada vez que Yoongi cambiaba de marcha. Pero, sobre todo, le encantaba estar tan cerca de Yoongi y verlo tan bajo control, manejando magistralmente el vehículo pesado. La forma en que sus hombros se movieron cuando los condujo a través de una curva y maniobró la motocicleta a través de una curva traicionera, hizo que la barriga de Seokjin se pusiera caliente y hormigueante.
Continuaron por millas, saliendo de la ciudad, donde los caminos se vaciaron y se ensancharon, el paisaje era más rural. Yoongi quitó una mano del manubrio y agarró los dedos de Seokjin, colocándolos sobre su vientre, antes de que despegara a gran velocidad, moviendo con arrogancia hacia adelante y hacia los lados en una linea recta, haciendo rugir el motor y el hombre detrás de él sonrió ampliamente.
Seokjin pudo sentir a Yoongi reír y cerró los ojos por un momento, apoyando su cabeza con casco contra la parte posterior de un hombro revestido de cuero, deseando que nunca volvieran y siguieran así por el resto de sus días. Solo conduciendo, sin pensar en nada.
Pero después de un viaje de cuarenta minutos, Yoongi disminuyó la velocidad y abandonó el camino, deteniéndose en un parche de hierba seca y arena. Él plantó sus pies firmemente en el suelo para equilibrarlos y se enderezó.
-Bájate, muchacho.
Seokjin quería preguntar por qué, pero luego siguió la orden, porque se suponía que no debía cuestionar las decisiones de Yoongi. Sus piernas se sentían divertidas mientras bajaba, de pie junto a la motocicleta, sin saber qué hacer.
Yoongi mantuvo una mano sobre el manubrio derecho, se deslizó hacia atrás y extendió un brazo, doblando dos dedos con una sonrisa.
