Cuando Kim Jongin es condenado a cadena perpetua por asesinato, su hermano Seokjin tiene que luchar valientemente contra las probabilidades de sobrevivir en las calles de Seoul, solo y sin hogar, intentando todo lo posible para reunir el dinero sufi...
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-Ooouu.
A las 4:14 de la tarde, un aullido fantasmal resonó en el sótano de la fábrica de cuero, que de otro modo sería silencioso, haciendo que Yoongi en su oficina levantara la vista de su computadora portátil. Escuchó por un momento, pero no escuchó nada más, así que volvió a trabajar.
-Aauu.
A las 4:18 PM, los dedos de Yoongi se detuvieron en su teclado, interrumpidos por un gemido espeluznante. Soltó un suspiro molesto y luego abrió un nuevo documento.
-Hhuuuuu.
A las 4:22, los hombros de Yoongi se encogieron de frustración, sintiendo que vivía en una mansión embrujada. Sacudió la cabeza, sacó una menta del cajón, se la metió en la boca y esperó un minuto. Se mantuvo en silencio. Tomó un bolígrafo y firmó algunos papeles.
-¡Oiiijee!
El bolígrafo negro con el logotipo de Nevermind Leather Factory voló sobre el escritorio a las 4:24 de la tarde.
-¡MUCHACHO! ¿Qué pasa? ¡Estoy tratando de trabajar aquí!- Yoongi gritó lo suficientemente fuerte como para hacerse oír a través de la mitad del edificio.
La triste respuesta desde la gran área del club tomó un momento.
-Nada, señor. Lo siento.
-Hfff- Yoongi masajeó su sien, tratando de concentrarse en su tarea nuevamente. Tomó una nueva pluma, firmó sus documentos, escribió dos cheques, terminó un correo a su nuevo socio comercial en Japón, ordenó una nueva licuadora para su cocina.
-¿SEÑOR?
Y luego decidió rendirse. Era hora de sacar a Seokjin de la cama de todos modos.
-Que chico- se recostó en la silla y se frotó la frente. Él estaba cansado.
La respuesta mansa llegó después de 23 segundos.
-¡Me duele la espalda y tengo hambre, señor!
Yoongi suspiró. Luego limpió su escritorio, cerró su computadora portátil, apagó las luces de su oficina, entró en el almacén del bar...
... y apareció en el área del club de la Fábrica 7 minutos después, sosteniendo en la mano un plátano medio pelado. Dio un mordisco y observó al hombre sentado en el suelo, con las piernas estiradas y extendidas, fregando la pista de baile con un cepillo de dientes.
No dijo nada, pero sonrió levemente, se acercó y levantó el pie, frotando generosamente la espalda encorvada de Taehyung con la suela de su zapato. Luego se agachó y le dio un bocado del plátano.
Taehyung miró a su sádico papá con las mejillas llenas y un ceño fruncido.
-No es divertido.
Yoongi movió las cejas, dando un gran mordisco.
Taehyung suspiró, agitando el sucio cepillo de dientes con frustración.
