Cuando Kim Jongin es condenado a cadena perpetua por asesinato, su hermano Seokjin tiene que luchar valientemente contra las probabilidades de sobrevivir en las calles de Seoul, solo y sin hogar, intentando todo lo posible para reunir el dinero sufi...
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Seokjin decidió que le gustaba más Washington en la tranquilidad de la habitación del hotel, solo con Yoongi.
Era difícil concentrarse en las reglas con todas las personas en el resto del hotel. Todos hablaron con él, él no sabía las respuestas a la mayoría de las preguntas que le hicieron, y Yoongi tenía que hablar con los demás constantemente. Seokjin había contado a diecisiete hombres solos en la última hora, quienes se habían acercado al pálido hombre enojado para un abrazo o un saludo, y tres de ellos incluso lo besaron en la mejilla.
Tuvo que visitar el baño mientras todos cenaban, y cuando terminó, no pudo encontrar el camino de regreso. Por eso había necesitado media hora hasta que estuvo de vuelta en la mesa. Yoongi le había dado una mirada severa y quería saber si había olvidado cómo funciona el teléfono para pedir ayuda.
Luego, mientras comía una sopa tonta hecha de tomates e hinojo, Seokjin se olvidó de usar el pañuelo rojo para limpiarse la boca y en su lugar tomó la parte de atrás de su muñeca, tres veces. En la cuarta vez, Yoongi golpeó la mesa junto a su plato y lo llamó por su nombre, en lugar de niño o cachorro. Hizo que su estómago se contrajera.
Después de la cena fue un evento para los titulares actuales y pasados de la comunidad del cuero, en el gran salón de baile del hotel. Había mesas, un escenario y mucha gente. Tres hombres diferentes dieron discursos interminables en el escenario y Yoongi los escuchó a todos, mientras que Seokjin tuvo que sentarse en una silla, junto a él. Era aburrido y Seokjin estaba cansado. Ni siquiera podía ver lo que Taehyung jugaba en su teléfono, porque estaba sentado muy lejos, en medio del hombre de hoyuelos y el hombre de cabello platinado. Lo único gracioso era Hoseok, quien construyó impresionantes casas con cartas sobre el brillante mantel blanco, mientras que su nuevo asistente estaba en modo de seguridad total, a una distancia cortés, detrás de la mesa, en busca de posibles amenazas o fanáticos astutos.
Seokjin se encogió de hombros y sorbio la nariz, deseando poder arrodillarse entre los muslos de Yoongi en el suelo.
El teléfono sonó y Seokjin lo sacó rápidamente de su bolsillo, esperando que nadie hubiera notado el ruido.
De: Taehyung Mi Sim se desnudó sola, salió a la calle y golpeó a una chica al azar.
Qué zorra 😂 ahora esta en una habitación con un chico.
Pero estoy un poco orgulloso de ella 😌
Seokjin parpadeó ante el mensaje. Sabía lo que era un sim. Taehyung le había mostrado a la pequeña persona en su juego, que se parecía a sí mismo pero era una mujer y vivía en una casa muy lujosa, con un tobogán en el interior y piscina de hidromasaje.
El teléfono volvió a sonar, antes de que tuviera la oportunidad de contestar.
De:Taehyung ¡Necesito tintinear! ¡Ven conmigo, y hacemos una carrera por la libertad!
Seokjin tecleó un pequeño 'ok' y lo envió, bastante seguro de que el tintineo era lo mismo que orinar, y luego observó, cómo Taehyung le susurró algo al chico de las mejillas con hoyuelos, antes de levantarse y hablarle en voz baja a Yoongi.
Yoongi asintió brevemente, se volvió hacia Seokjin y acercó su boca a su oreja.
-Quieres quedarte con Taehyung en todo momento, ¿verdad?
Seokjin asintió, y le gustaba lo bien que olía Yoongi desde una distancia tan cercana.
-Sí.
-¿Qué harás si te pierdes o necesitas ayuda? Dime.
-Con el teléfono- Seokjin envolvió sus dedos alrededor del teléfono inteligente tonto, esperando que su suposición fuera correcta.
-¿Ves? Eres un chico inteligente- Yoongi le acarició dulcemente el cabello y le dio un beso pequeño en los labios- Vuelve pronto, te voy a extrañar.
Una cálida nube se extendió por el estómago de Seokjin, empapado por las bonitas palabras como una esponja.
-Sí.
Una leve sonrisa tiró de las comisuras de la boca de Yoongi, sabiendo exactamente cómo se sonrojaba la cara de Seokjin en ese momento, incluso si la habitación estaba demasiado oscura para verla.
-Ve, hermoso cachorro.
*****
Taehyung cerró el agua y sacudió sus manos goteando en dirección a Seokjin, salpicando algunas gotas en su rostro.
-Entonces, ¿qué haremos ahora?
Seokjin arrugó la nariz, no estaba seguro de qué había sido todo eso. Se encogió de hombros.
-Bueno, no podemos volver ahora, esta todo demasiado aburrido y mi Sim está ocupada.
-Hm- Seokjin tuvo que estar de acuerdo. Era realmente aburrido.
Taehyung pensó un momento, antes de que una sonrisa malvada se extendiera sobre sus labios.
-Oh, sé lo que haremos.
*****
Hernando, el mejor roomboy del Hyatt tuvo una velada estresante. Su novia embarazada siguió enviándole mensajes de texto sobre posibles nombres de bebés, mientras que cien invitados a la vez le preguntaron por el servicio de habitaciones. Aparentemente, algunos de los no asistentes a la convención consideraron que la invasión de los temibles hombres de cuero era un poco intimidante, y preferían cenar en la seguridad de sus habitaciones.
Tomó una pequeña bandeja de plata con aperitivos de su carrito de servicio y llamó a la puerta número 4.12.
-¿Señor Schumacher? ¡Servicio de habitaciones!
Seokjin se agachó detrás de la esquina, colocando un dedo delante de sus labios, indicando a Taehyung que se callara, luego agitó la mano, cuando se abrió la puerta y Hernando desapareció en la habitación.
-Ven- le susurró a Taehyung y se acercó al carrito de comida, sin hacer ningún ruido, mientras tomaba una pequeña barra de pan y un plato con una tapa de plata.
Taehyung señaló un tazón blanco con fresas, insinuando.
-Eso también.
-Que tenga una buena noche, señor Schumacher, háganos saber si hay algo más que podamos hacer por usted- Hernando contó los miserables 55 centavos de la propina que había recibido, suspiró cuando el teléfono en su bolsillo volvió a vibrar y cerró la puerta, empujando su carrito de servicio por el silencioso corredor para su próxima entrega.
*****
-¡Este es el premio gordo!- Taehyung se metió otra papa frita en la boca- Finalmente algo real para comer- se movió en su posición de piernas cruzadas, tirando de un mechón de cabello detrás de su oreja... a 14 pisos por encima del suelo, en la azotea del Hyatt- La cena fue muy asquerosa hoy.
-Hm- Seokjin asintió, mirando hacia el cielo oscuro, masticando su hamburguesa con queso robada de 28 dólares. La sopa acuosa hecha de tomates e hinojo no era muy sabrosa.
Taehyung miró al otro hombre con una sonrisa.
-Es como cuando nos conocimos. Pero mejor, porque ahora no tendré que buscarte para verte sólo un momento.
Una pequeña sonrisa apareció en los labios de Seokjin. Eso era verdad. Quería decirle a Taehyung lo feliz que estaba de haberlo conocido.
