Capítulo 12: "El dinosaurio verde"

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Un 4 de diciembre, Seokjin se despertó por la mañana con un breve sentimiento de emoción, pero luego todo fue como siempre

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Un 4 de diciembre, Seokjin se despertó por la mañana con un breve sentimiento de emoción, pero luego todo fue como siempre.

No había desayuno en la cocina sucia ni pastel en la vieja mesa de café, solo un cenicero rebosante y varias botellas vacías. Su padre no estaba allí. Jongin no estaba allí. Nadie estaba alli.

Como a nadie le importaba si asistía a la escuela o no, no iba la mayor parte del tiempo. Pero ese día quería hacerlo. Tal vez los otros niños recordaran su cumpleaños. Tal vez el profesor diría: "¡Todos le deseamos a Seokjin un fantástico día! Como lo había hecho el mes pasado, en el cumpleaños de Yoora.

Revisó su desordenado vestidor, buscando ropa limpia y encontró un suéter rojo. Era un poco corto y tenía un pequeño agujero, pero por lo demás, todavía se veía bien. Se lo puso, junto con un jean que le había pertenecido a Jongin cuando él tenía su edad. Le encantaba usarlo. No había peine en el baño, pero su cabello no se veía tan mal.

El camino a la escuela no fue largo. A 10 minutos en autobús. Pero odiaba el autobús y a los idiotas que nunca lo dejaban sentarse en ningún lado. Así que corrió todo el camino, y no necesito tanto tiempo como el autobús, porque era muy rápido.

Tenía mariposas en el estómago cuando caminaba por el pasillo y sonrió alegremente cuando entró a su salón de clases.

Pero nadie le devolvió la sonrisa. Nadie lo miró. Su nombre no estaba en la pizarra y no había ningún cupcake en su mesa con una pequeña vela encima. No había nada. Solo las marcas de Sharpie negras, desde cuando el chico tonto y popular había escrito "RETRASADO" en su mesa, la semana pasada.

Se sentó, tratando de ignorar el sentimiento de vergüenza y tristeza, flotando por su vientre, matando a todas las mariposas.

Su cumpleaño no existía, al igual que todos los demás. Sin regalo, sin pastel, sin canción de cumpleaños. Ningún niño pidiendo una invitación a su fantástica fiesta. No hay globos en el buzón.

Solo un grupo de muchachos siguiéndolo a casa, soplando bolas de papel y saliva en su espalda, porque su suéter rojo era demasiado pequeño y revelaba una parte de su vientre, cada vez que se movía.

Se sentó detrás de la casa por la noche, dibujando líneas en la tierra con el dedo, escuchando a su padre gritando dentro y llamando a su hermano un saco de mierda inútil.

Luego, la puerta trasera se abrió de golpe y Jongin salió, luciendo un nuevo ojo negro, pero fingiendo que no estaba allí y que no podía importarle menos, como siempre. Se acercó a Seokjin, empujando su zapato.

-¿Qué sucede en tu cabeza, lloraste otra vez?

Seokjin entendió las palabras, pero todo lo que escuchó fue el tono tranquilo y casi amistoso con el que le hablaba. Miró a su hermano, mostrándole una cara seria, sin lágrimas ni ojos rojos. Él no era un chico debil y llorón.

Jongin despeinó el cabello en la parte superior de su cabeza, sentándose a su lado con un suspiro. Muy cerca, compartiendo algo de su reconfortante calor corporal.

Seokjin apoyó la cabeza en el brazo de Jongin, cerrando los ojos, queriendo decir que era su cumpleaños. Que tenía nueve años ahora. Casi lo bastante mayor para huir con Jongin. Pero él no lo dijo. Él no tenía que hacerlo.

Cuando abrió los ojos, su hermano sostenía un pequeño peluche de dinosaurio verde oscuro frente a su cara y le dijo: "Feliz cumpleaños, niño llorón" en una voz muy agradable.

Era el único regalo que Seokjin había recibido, y era, por mucho, su posesión más preciosa.

Y el simplemente, se olvide de su cumpleaños y perdió la cuenta de su edad con los años.

   *****


A las tres y media de la madrugada, Seokjin  había terminado de lavar tres docenas de vasos de cerveza y se encontraba en el rincón más oscuro que pudo encontrar, en el primer piso de Magic Shop, mirando a un grupo de hombres mayores fumando cigarros en el área vip, mientras sostenían una conversación. Le gustaban sus voces profundas y su comportamiento sereno. Un hombre más joven se arrodilló junto a uno de ellos, con los ojos cerrados, solo apoyando su cabeza en el muslo del hombre, mientras su cabello estaba siendo acariciado distraídamente.

Era una de las cosas más extrañas que Seokjin había visto, pero rara vez se sentía tan celoso. El joven parecía muy amado e invisible para el resto del mundo, al mismo tiempo.

-Oye, ¿todo bien? Pareces un poco deprimido hoy- Taehyung lo golpeó en un costado con un dedo, obviamente listo para decirle que la noche estaba muy fría, porque llevaba su abrigo extra grande y abrigado en conjunto con su gorro.

Seokjin se encogió de hombros.

-Sí- él no estaba bien. Había tocado fondo.

-¿Quieres que te espere? Conozco un muy buen lugar para pasar la noche- Taehyung ofreció, junto con un chicle rosa que sacó del bolsillo de su abrigo.

-No- Seokjin negó con la cabezam Realmente no tenía ganas de hablar esta noche y era demasiado tímido para aceptar el chicle.

-Bueno- Taehyung le guiñó un ojo, girandose para irse- Pero te lo estás perdiendo- se puso los auriculares, saludando con la mano por encima del hombro- ¡Nos vemos mañana, Jin Hyung!

Seokjin lo miró y luego se miró los zapatos, hasta que Jungkook llegó treinta minutos después para decirle que su turno había terminado y que realmente necesitaba lavarse el pelo para el día siguiente.

      *****

Eran casi las cinco de la madrugada cuando apareció la enorme silueta de un edificio de fábrica al otro lado de la calle. Seokjin había caminado lentamente, su estómago se sentía enfermo durante todo el camino.

Y ahora que llegó, no sabía qué hacer. ¿Subir sobre la cerca? ¿Toca el timbre? ¿Poner el dinero en la puerta?

Al final, se trepó a la cerca, porque la puerta estaba cerrada y con un gran candado, y el temor de no entregar el dinero era más grande que el temor de ser atrapado al entrar de nuevo.

Caminó alrededor del edificio, encontrando la puerta roja, pero no estaba completamente seguro de si realmente era la puerta del apartamento del tipo. No tenía buzón, ni timbre, ni nombre, solo un tapete de goma y una maceta verde.

Se sentía cansado y deseó que Jongin estuviera allí para decirle qué hacer. Pero no estaba. Estaba solo y nadie le decia nada. Así que se sentó, con las piernas cruzadas, sobre el tapete negro de goma de la puerta, envolviendo sus brazos alrededor de su pecho, esperando que llegara la mañana y que apareciera el hombre pálido y enojado, para poder darle la mitad de su dinero.








Hola!!!
Como están??? Espero que bien 🙆
Otro capítulo más!!!! Es q esta fic es súper adictiva y necesito compartirla con ustedes 😚
Que les pareció??? Tuvo errores??? Les gustó???
Gracias por el apoyo 💕
I Purple You 💜💜💜
Besos voladores 😙😙😙

Mio - "Yoonjin/Sin" (Dominación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora