Cuando Kim Jongin es condenado a cadena perpetua por asesinato, su hermano Seokjin tiene que luchar valientemente contra las probabilidades de sobrevivir en las calles de Seoul, solo y sin hogar, intentando todo lo posible para reunir el dinero sufi...
💝 Capítulo dedicado a la hermosa SataRoo que hoy es su cumple 🎂🎀🎁 te deseo lo mejor de este mundo y que seas muy muy feliz. Mucho amor dulzura en este hermoso día 😊💓💞
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-¿Qué pasa?- Yoongi tomó el marcador azul de la mano de Seokjin y volvió a poner la tapa- ¿Te sientes incómodo?- sabía que Seokjin era un chico tranquilo, pero desde que regresó del trabajo esa noche, no había dicho ni una palabra y se veía bastante miserable.
-No- Seokjin negó con la cabeza, mirando brevemente a Yoongi antes de poner los 50 wones en el mostrador. Estaba pensando mucho en Taehyung y realmente no quería dormir solo en el sótano. Las imágenes de un hombre pálido, enojado y sin vida, con la garganta cortada aparecieron en su cabeza, haciéndolo sentirse gravemente enfermo.
Yoongi se chupó los labios y entrecerró los ojos mientras miraba a Seokjin, tratando de entenderlo.
-Ve a lavarte los dientes. Duermes conmigo esta noche- no tenía piedad en su voz. La compasión no era útil en ninguna situación. Pero el alivio instantáneo de una cara hermosa le hizo saber que su decisión fue correcta. Vio a Seokjin entrar al dormitorio y apagó las luces de la cocina, siguiéndolo.
Se quitó la camisa y esperó junto a la cama hasta que Seokjin terminó de ir al baño, luego chasqueó los dedos, apuntando dos hacia abajo.
Un cosquilleo caliente voló a través del pecho de Seokjin cuando se paró justo enfrente de Yoongi y se agachó en el suelo, arrodillándose con la espalda recta mientras lo miraba.
Yoongi lo miró desde arriba.
-Dame el pañuelo.
Seokjin sacudió su cabeza y sacó el paño rojo de su bolsillo, entregándolo.
Yoongi lo arrojó a ciegas al cesto de ropa sucia al lado del armario.
-¿Dónde está el recuerdo que te di?
Seokjin parpadeó y sacó el guante de látex negro arrugado de su bolsillo trasero. Lo sostuvo en alto, mirando a Yoongi a través de su largo flequillo.
-Buen chico- Yoongi acarició la parte superior de la cabeza de Seokjin, tomó el guante y lo arrojó sobre la mesita de noche- ¿Teléfono?
Seokjin suspiró, sintiéndose nervioso por todas las solicitudes inesperadas. Sacó el teléfono de su bolsillo y lo levantó para que Yoongi lo viera.
Fue arrojado sobre la cama, cerca de una montaña de almohadas.
-Levántate- Yoongi observó cómo los ojos marrones se movían con inseguridad, pero se siguió su orden, y Seokjin se puso de pie, frotándose el hombro contra la oreja. Agarró la camisa del hombre y se la quito sobre la cabeza con un movimiento rápido, tirándola también en la cesta de la ropa- Quítate el pantalón.
