Cuando Kim Jongin es condenado a cadena perpetua por asesinato, su hermano Seokjin tiene que luchar valientemente contra las probabilidades de sobrevivir en las calles de Seoul, solo y sin hogar, intentando todo lo posible para reunir el dinero sufi...
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Una hora y once minutos después, había un gran charco frente a la bañera, huellas de pies descalzos y uñas de los pies esparcidas por todas partes, una toalla mojada colgada sobre el lavabo, y Seokjin se sentó en el suelo del dormitorio, colocándose un par de calcetines limpios. Azul oscuro esta vez, a juego con la camisa azul y la ropa interior azul que había recibido. El pantalón era demasiado largos, se arremolinaban extrañamente alrededor de sus tobillos cuando se levantó y se miró a sí mismo. No le importaba porque todo olía a detergente y al hombre pálido y enojado que le había frotado la espalda de la manera más fantástica.
Recogió su suéter del piso, verificando que todas sus pertenencias y el dinero aún estuvieran allí, antes de ponérselo y abrir la puerta, mirando hacia afuera. No había nadie, ni siquiera el perro. Pero un nuevo plato esperaba en el mostrador de la cocina, con una rebanada de pan tostado con mantequilla, junto con la taza roja, llena de té apestoso. Ya no tenía fiebre, ni siquiera estaba realmente tibio, pero Seokjin lo bebió de todos modos, mientras se metía el pan en la boca, mezclándolo antes de tragarlo y limpiarse los labios con el dorso de la mano.
Puso la taza y el plato en el fregadero, deseando que Yoongi lo hubiera visto haciéndolo.
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"Dominio responsable y propiedad de su sumiso" era solo uno de los muchos seminarios y talleres que ofrece Nevermind Factory. Algunos dictados por el propio Yoongi, otros por sus empleados, otros por tutores invitados. Todos ellos estaban reservados la mayor parte del tiempo, por personas interesadas en el BDSM de todo el país, a veces incluso del extranjero.
-ALGUNOS podrían argumentar, que tal entrenamiento es más como una mierda mental- Yoongi dijo alto y claro, caminando lentamente de un lado a otro frente al grupo de hombres, sentados en sillas en el fondo de la sala, que generalmente se usaba para eventos fetichistas. Todos prestaron mucha atención, escribiendo notas en el medio- Pero eso no podría estar más lejos de la verdad- miró a su público, ajustando su chaqueta de cuero de su propia marca- Una mierda mental es tomar sus puntos de vista preconcebidos sobre la vida y la realidad y meterlos debajo de la alfombra. Eso son "Juegos mentales" que se utilizan en interrogatorios o en el condicionamiento psicológico de las fuerzas armadas- él inclinó la cabeza, haciendo una breve pausa- El entrenamiento responsable de un sumiso, por otro lado, es todo lo contrario: su construcción es nueva o se puede construir sobre los cimientos de una persona que ya es sumisa por naturaleza pero que aun no tiene noción de ello. Todo eso, solo una pieza a la vez- se pellizcó la nariz, caminando lentamente hacia la izquierda- No rompemos su sentido de la realidad. Los reestructuramos. Ponemos las cosas en un contexto diferente para establecer un nuevo marco desde el cual operamos- hizo un gesto con la mano, luego puso las dos detrás de su espalda, caminando en la otra dirección- Al principio, esto podría hacerse a través de rituales de saludo, cambios de lenguaje, cambios de posición o postura al caminar, sentarse o arrodillarse. Tal vez la gestión del vestuario, la supervisión de prioridades, servicios primarios- caminando en la otra dirección.
