Cuando Kim Jongin es condenado a cadena perpetua por asesinato, su hermano Seokjin tiene que luchar valientemente contra las probabilidades de sobrevivir en las calles de Seoul, solo y sin hogar, intentando todo lo posible para reunir el dinero sufi...
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Había dos botellas de lubricante en el estante. Uno era negro, el otro blanco con una extraña planta verde en la etiqueta. Sabía que era lo que Yoongi quería usar para él. Lo tomó y encontró la billetera en un montón de ropa en el piso mojado. El condón todavía estaba adentro. Se preguntó si ya debería desenvolverlo, pero luego decidió no hacerlo y llevó los dos artículos a la habitación.
Yoongi esperó frente a la cama, aún con su pantalón de cuero y un guante, sosteniendo la fusta con ambas manos frente a su pecho desnudo.
Seokjin se sintió nervioso, sus dedos temblaban ligeramente, mientras sostenía sus hallazgos.
-Ponlo aquí para mí- Yoongi hizo un gesto con su fusta hacia la cama- Entonces arrodíllate sobre el colchón.
Seokjin sorbio la nariz, luciendo inseguro. Pensó que ahora estarían debajo de la manta para usar el condón.
-¿Podemos acostarnos?- su pedido no sonó muy amigable y Yoongi arqueó las cejas, repitiendo su orden un tono más fuerte.
-¡Quieres arrodillarte sobre ese colchón, muchacho!
Seokjin reprimió un suspiro e hizo lo que le dijeron, trepando un poco torpemente sobre la cama.
-Eso es mejor- Yoongi se acercó, sus piernas tocaron el marco de la cama, erguido y tan alto como lo permitía su estatura, mientras señalaba con la punta de su fusta un punto aleatorio de piel en la parte superior de su pecho- Lame.
Seokjin dudó un segundo, luego se acercó en posición de rodillas, inclinándose tímidamente para lamer el lugar donde debía hacerlo, y luego otra vez, porque sabía muy bien.
-Las manos en la espalda.
Un aguijón corto y agudo en el costado de su muslo desnudo hizo que Seokjin se estremeciera y obedeciera al instante.
-Lame- Yoongi señaló con la fusta su pezón derecho, empujando su pecho hacia afuera, y observó cómo los ojos marrones lo miraban inseguros, antes de que una lengua rosa y húmeda lamiera su pezón- Otra vez. Hazlo bien.
Seokjin exhaló una bocanada de aliento tembloroso, lamiendo de nuevo, esta vez más lentamente y con una lengua más amplia, asegurándose de mantener el contacto visual.
-Muy agradable- Yoongi miró con aprobación, luego se movió, señalando con la fusta más arriba- Lame.
Seokjin parpadeó a través de mechones de cabello despeinado, sin estar seguro de haber entendido la orden correctamente, pero Yoongi levantó una ceja, obviamente esperando, así que sacó la punta de su lengua y lamió con cuidado la clavícula del hombre.
-¡No es así como quieres lamer, muchacho!- Yoongi levantó la voz de inmediato, dando una mirada de advertencia- ¡Lame de manera correcta, lo digo en serio!
