Cuando Kim Jongin es condenado a cadena perpetua por asesinato, su hermano Seokjin tiene que luchar valientemente contra las probabilidades de sobrevivir en las calles de Seoul, solo y sin hogar, intentando todo lo posible para reunir el dinero sufi...
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Pasaron más de dos horas, antes de que la puerta hiciera un clic y se encendiera una pequeña luz verde otra vez, y un hombre pálido y cansado entró en la habitación.
Puso su chaqueta en una silla, su billetera, su tarjeta de visita y su teléfono en el escritorio, y se dirigió a la ventana, donde Seokjin estaba de pie mirando hacia la noche, a un enorme edificio blanco con una alta cúpula en la parte superior. Yoongi cerró las cortinas.
-No hay nada que valga la pena mirar. Deberías concentrarte en mí.
Seokjin sorbio la nariz y dio un pequeño paso hacia atrás, sacando un puñado de billetes arrugados de su bolsillo. Era todo lo que había guardado para el abogado. Lo sostuvo en alto, tratando de mirar al otro hombre a los ojos.
-Para la habitación.
Yoongi pareció sorprendido, y le lanzó a Seokjin una larga y silenciosa mirada.
-¿Puedo invitarte? Es lo menos que puedo hacer. Trabajaste muy duro para mí los últimos dos días.
Seokjin parpadeó, sin estar seguro de qué hacer. Bajó las manos y asintió después de un momento.
-Gracias- se miró los pies sobre la costosa alfombra, sintiéndose avergonzado.
-Eres mi invitado especial- Yoongi lo dijo con voz clara y firme, acariciando la barbilla de Seokjin. Luego tomó el dinero y lo puso en el escritorio- Mañana te conseguiré una bonita billetera ¿De acuerdo?
-Sí- Seokjin quería preguntar si siete hombres vendrían a visitar Yoongi durante el fin de semana. Tal vez esa era la razón por la que la habitación era tan grande y la cama tan cómoda. Pero al final las palabras no salieron.
Yoongi se quitó la camisa, exponiendo un pecho desnudo.
-Qué pasa, dime- se sentó en uno de los sillones, ocupando todo el espacio que tenía para ofrecer, sentado con las piernas abiertas en una postura relajada. Chasqueó los dedos, indicando al otro hombre que se arrodillara delante de él.
Seokjin lo hizo, con la cabeza baja, la espalda y los hombros encorvados. Se rascó las uñas sobre la alfombra.
-Qué pasa aquí- era una pregunta muy tranquila y ronca, y no la que originalmente quería formular, pero su valor no permitía más.
Yoongi se recostó por completo, apoyando los brazos en los reposabrazos.
-Espalda recta. Me miras fijamente- esperó pacientemente a que obedeciera su orden- En este momento, Hoseok y dos ayudantes colocan la tienda en la planta baja en una habitación separada. Por la mañana desayunaremos y pasaremos un rato privado juntos. A las diez, comienza la convención. Estaremos en nuestra sala de exhibición para atender a los clientes. Habrá demostraciones intermedias para presentar nuestros nuevos productos. Por la noche es un evento con música y algún tipo de espectáculo. Lo mismo ocurre el domingo- miró a Seokjin, inclinando un poco la cabeza- ¿Dónde estarás durante toda nuestra estadía? Dime.
Seokjin levantó su hombro izquierdo y se frotó la oreja.
-Contigo- no estaba seguro, pero esperaba que fuera la respuesta correcta.
-Dime por qué.
Seokjin lo pensó un momento, tirando nerviosamente de la alfombra.
-Prestandote atención.
-Tu atención COMPLETA, en todo momento, ¿verdad?
-Hm- Seokjin asintió, pareciendo serio- Bueno.
-¿Tienes otra pregunta?
Seokjin negó con la cabeza.
-No- si él estaba justo al lado de Yoongi en todo momento, no podría haber otros siete hombres. Eso sería extraño.
-Bueno- Yoongi meneó su pie derecho- Quítame los zapatos.
Seokjin quedó perplejo por la orden de un segundo. Tomó uno de los zapatos con ambas manos, mirando hacia arriba, vacilante, antes de tirar de el y poner el zapato al lado del sillón. Repitió la tarea con el otro, moviendo la cabeza para quitarse el pelo de los ojos, cuando se incorporó de nuevo.
Yoongi lo miró, sin moverse, solo con un indicio de una sonrisa en su rostro.
-Ahora los calcetines.
Eran negros y suaves y se veían tan limpios como recién salidos de la secadora. Seokjin empujó el lado derecha del pantalón del hombre hacia arriba sobre el tobillo, para tener un mejor acceso, y agarró el calcetin con sus dedos, sintiendo su estómago extrañamente emocionado por tocar la piel peluda de la pierna de Yoongi. Bajó y sacó el calcetín con cautela, colocándolo en uno de los zapatos costosos, luego hizo lo mismo con el pie izquierdo. Miró hacia arriba a través del largo flequillo mientras bajaba el calcetín por el tobillo de Yoongi, al ver que lo observaban ojos oscuros e hipnotizantes. Dejó volar chispas a través de su pecho, y luego su corazón tropezó con un latido cuando estaba a punto de dejar el calcetín a un lado, pero fue detenido por una voz profunda y tranquila.
-No, huele.
Seokjin se congeló en su posición de rodillas, la ira y la vergüenza asomaron en su interior, mientras algo pulsaba con entusiasmo en lo más profundo de su abdomen inferior. No se atrevió a mirar, cuando se llevó el calcetín a la nariz y olfateó tímidamente. Era suave contra sus labios, olía cálido y correoso, nada desagradable, así que olfateó de nuevo y luego inhaló profundamente, asomándose tímidamente a través de su cabello.
-Muy bien, Jinnie.
El elogio fue oscuro pero amoroso, enviando algunas mariposas en su camino.
-Lame.
Por un momento, Seokjin no entendió la orden, confundido por qué se suponía que debía lamer el calcetín, antes de registrar que Yoongi golpeó su pie izquierdo ligeramente sobre la alfombra, tres veces. Parpadeó ante los dedos descalzos y luego miró a Yoongi, quien lo miró amablemente, sin decir nada.
Seokjin exhaló sin sonido, limpió un mechón de cabello hacia un lado, luego se movió, se deslizó hacia atrás sobre su trasero y se agachó, metiendo la punta de su lengua contra la parte superior del pie de Yoongi. Sabía a piel, ligeramente salada, por lo que respiró aire caliente contra ella y le dio una verdadera lamida, y otra, luego inclinó un poco su cabeza para lamer hacia los lados y hasta un poco hacia arriba, hacia el tobillo del hombre.
-Buen chico- Yoongi se inclinó, agarrando la barbilla de Seokjin para jalarlo a un beso gratificante. Era lento y profundo, haciendo que Seokjin gimiera y sus dedos se engancharan en la tela del pantalón oscuro, antes de que Yoongi se retirara, lo suficiente para hablar contra los labios húmedos.
-Vamos al baño, hermoso. Te extrañe mucho hoy y tu boca traviesa me traera problemas... Me gustas tanto.
Hola!!!! Como estan??? Espero que muy bien 🙆 Este capítulo fue algo ¿raro? ¿diferente? ¿les gusto? ¿tuvo errores? Personalmente tengo algo con los pies (no me gustan) así que este capítulo fue difícil pero era necesario 👀 Las adoro infinitamente 💕 I Purple You 💜💜💜 Besos voladores 😙😙😙
