Cuando Kim Jongin es condenado a cadena perpetua por asesinato, su hermano Seokjin tiene que luchar valientemente contra las probabilidades de sobrevivir en las calles de Seoul, solo y sin hogar, intentando todo lo posible para reunir el dinero sufi...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Seokjin miró hacia el cielo cuando salió de la cafetería Good Karma, y un fuerte y repentino trueno retumbó en el aire. Arrugó la nariz y apretó los brazos alrededor de la bolsa de papel marrón con pan sin gluten y los sandwich mientras gruesas gotas de lluvia fría golpeaban su rostro.
Fue una caminata de doce minutos, de regreso a la fábrica. Estaba completamente empapado después de los primeros cuatro minutos, sin importar qué tan rápido intentara correr.
Cuando entró por la puerta roja, los restos húmedos de la bolsa de papel marrón se pegaron a la barra de pan esponjosa. Seokjin pateó la pared con sus zapatos embarrados, tiró el pan que goteaba por tres escalones, y después de un momento de recuperar el aliento, lo levantó de nuevo para subir las escaleras, limpiándose un mechón de cabello de la cara.
No podía esperar a que este día terminara.
*****
A las once y media, Seokjin le dio un mordisco a su manzana y puso la ropa en la lavadora, tratando de darle sentido al manual paso a paso, que Yoongi había pegado a la máquina escandalosamente costosa para Sunhee, con una frase alentadora adicional "¡No lo arruines! ¡Esto cuesta más que tu coche!" en marcador rojo.
Suspiró, limpiándose la oreja contra su hombro porque una gota gruesa de agua corría a lo largo de su oreja, haciéndole cosquillas.
No parecía demasiado complicado. Había puesto toda la ropa, seleccionado la temperatura, la velocidad de giro y el peso, agregó un poco de detergente y suavizante de telas y cerró la puerta.
-Hm- se encogió de hombros, dio otro mordisco a su manzana y apretó el botón de inicio, escuchando cómo corría el agua hacia la lavadora. Parecía funcionar bien.
Al menos lavar la ropa no era tan malo.
*****
El teléfono sonó a las 12:01 PM.
De: Yoongi Pon la mesa, por favor. Llevaré el almuerzo a las 12:30.
Seokjin lo leyó, sintiendo una chispa de felicidad girando alrededor de su pecho. Se levantó del piso e hizo lo que le pedían, colocando platos y cubiertos en la mesa, junto con un vaso para Yoongi y una taza roja para él. Luego se sentó en su silla, con la espalda recta, y esperó.
Yoongi entró en su apartamento a las 12:28, y Lobo lo siguió obedientemente.
-Buen trabajo- puso una bolsa de plástico con recipientes plateados de comida sobre la mesa, pasando sus dedos sobre el cabello húmedo de Seokjin- ¿Atrapado en la lluvia?
Seokjin levantó sus hombros.
-Sí.
-Ve a cambiarte de ropa- Yoongi comenzó a desempacar la comida, poniendo un poco de comida con una cuchara en los platos- Elige una camisa que te guste.
