Cuando Kim Jongin es condenado a cadena perpetua por asesinato, su hermano Seokjin tiene que luchar valientemente contra las probabilidades de sobrevivir en las calles de Seoul, solo y sin hogar, intentando todo lo posible para reunir el dinero sufi...
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-Te dije que ganaría- Taehyung estaba cansado después de un largo día en la convención, y las tres copas de champán en su sangre no ayudaron mucho. Se movió una pulgada hacia la izquierda en el asiento trasero del auto alquilado de Yoongi, apoyó la cabeza sobre el hombro de Seokjin y levantó el teléfono para que el otro hombre lo viera, mientras hojeaba las docenas de fotos que había tomado en el Concurso Mister Mid Word Leather, ni siquiera hace una hora.
Mostraban a Yoongi y a los otros participantes en el escenario, Yoongi con el anfitrión del evento, Yoongi con los jueces, Yoongi solo en el escenario hablando al público, Yoongi saliendo del salón Regency con su faja, parche y medallón, Yoongi rodeado por admiradores, y Yoongi recibe un gran abrazo del actual Mister Leather LA.
Seokjin frunció el ceño a este último. Estaba contento de que la competencia hubiera terminado. Todas las personas, cámaras y discursos habían sido muy intimidantes, especialmente porque a todos parecía gustarles y disfrutarlo, excepto él. Se sentía bien sentarse en el auto ahora, donde conocía a todos y todo estaba en silencio. Además, el auto se parecía exactamente al que Yoongi tenía en Seúl, grande, negro y brillante. Simplemente no olía tan bien por dentro.
Taehyung se rió y le dio un codazo en el brazo a Seokjin mientras cambiaba a otra imagen. Mostraba a Namjoon, molesto, porque alguien había derramado un vaso entero de cerveza sobre su pantalón.
-Pobre papi- se rió de nuevo, luego bostezó, arrojó el teléfono en algún lugar del asiento y se quitó el cinturón de seguridad para acostarse, con la cabeza en el regazo de Seokjin, cerrando los ojos- Despiértame cuando lleguemos.
-¡Siéntate y abróchate el cinturón correctamente!- Yoongi miró por el espejo retrovisor, hablando lo suficientemente alto como para hacer que Seokjin se estremeciera- Puedes beber agua pero no necesitas un maldito descanso por la tarde, ¡puedes mantenerte despierto!
Taehyung se frotó los ojos, se colocó un poco de pelo detrás de la oreja y volvió a sentarse, ofreciendo un cansado
-Sí, señor, lo siento.
Seokjin miró la expresión severa de Yoongi en el pequeño espejo, tirando de sus dedos, sin estar seguro de si él también estaba en problemas.
-¿Recuerdas a dónde vamos, muchacho?
Seokjin asintió, contento de que el tono de Yoongi fuera mucho más amigable ahora.
-La fiesta de clausura- estuvo ansioso por eso todo el día, porque significaba que toda la gente de cuero babeante volvería a casa, y nadie trataría de abrazar o besar al hombre pálido y enojado, o tomarse selfies tontas con él.
Yoongi asintió también, deteniéndose en las luces rojas.
-En el Magic Shop DC. Es como en el que trabajas en Seúl, mucho más grande.
-Es como McDonald's- Taehyung se puso los auriculares, tratando de mantenerse despierto con un poco de Heavy Metal- Tienen uno en cada gran ciudad.
-Mhm- Seokjin no lo sabía. Se preguntó cómo Jungkook podría ser tan millonario, pero aún así conducir un automóvil viejo en mal estado.
-Habrá prensa y mucha gente- las luces se pusieron verdes y Yoongi volvió a encender el auto- Quieres tener tu mejor comportamiento y quedarte a mi lado en todo momento, ¿verdad?
-Sí- Seokjin sintió que tendría que ir al médico para que le quitaran todos los dientes y las uñas. Realmente no le gustaba la prensa y mucha gente.
Las facciones de Yoongi se suavizaron al ver la cara aplastada de Seokjin y los hombros encorvados.
-También hay una cena muy grande. ¿Quieres compartir un gran filete conmigo?
Seokjin levantó la vista, su estómago retumbó como una señal.
-Sí- antes de que las mariposas arrojaran un cubo de dulce y pegajosa felicidad en su vientre, cuando el hombre pálido y enojado le guiñó el ojo por el espejo retrovisor, con la sonrisa más bella del mundo.
*****
El Magic Shop en Washington no se parecía en nada a su contraparte en Seúl. Tenía cuatro pisos de altura, espectacularmente iluminado, y solo la multitud que esperaba afuera tenía el doble del tamaño de cualquier cosa que el Magic Shop de Seúl hubiera visto.
Seokjin quería esperar en el auto y mostrar su señal de seguridad, cuando Yoongi abrió la puerta trasera del Tahoe alquilado, lo tomó de la mano y lo guió hacia la entrada, deteniendo cada par de pasos para posar para una foto, o para responder una pregunta.
A Taehyung no pareció importarle toda la atención, caminó felizmente detrás de Namjoon y Hoseok e incluso poso para una foto con un fanático de su canal de Youtube.
-¡Yoongi! ¿Puedes decir algo sobre tu sumiso?- un joven con micrófono gritó en dirección a Yoongi- ¡Él es muy bello!
Yoongi ofreció un corto.
-Eso es cierto- envolvió sus dedos con fuerza alrededor de la mano de Seokjin y caminó con él a través de la entrada, ignorando todas las demás preguntas y solicitudes de imágenes, en su camino directo a través de la gente, todo el camino hasta el tercer piso casi vacío, que estaba cerrado para la audiencia general. Se preparó un pequeño escenario para la ocasión, junto con un gran buffet, y al menos treinta mesas dispuestas, con un aspecto inusualmente elegante para una celebración del cuero.
Yoongi fue recibido y felicitado por el dueño del bar y algunos miembros del personal.
Seokjin se asomó por detrás del hombro de Yoongi, tratando de averiguar si alguien podía estar relacionado con el señor Jeon, pero nadie se parecía ni remotamente a su jefe en Seúl.
-Genial- Taehyung llegó y soltó la mano de Namjoon, dirigiéndose directamente al buffet- ¡Albóndigas!
Yoongi chasqueó los dedos con dureza, a pesar de que estaba en medio de una conversación con el dueño del bar.
-Bien bien- Taehyung levantó los brazos, aparentemente consciente de que la advertencia estaba dirigida a él, luego agarró un palito de pan cuando nadie lo miraba y se dirigió a una de las mesas donde Hoseok olisqueó la vela, decepcionado de que no tuviera aroma.
-Ven y siéntate con nosotros más tarde- Yoongi le dio unas palmaditas en el hombro a un hombre, estrechó un par de manos y trajo a Seokjin a su lugar, haciéndolo sentarse entre Namjoon y Taehyung, luego se inclinó por detrás sobre el hombro de Seokjin, hablando cerca de su oído- Esperas aquí como un buen chico y escuchas a Namjoon. Se llenará realmente aquí en unos minutos.
A Seokjin le gustaba la sensación de aliento cálido contra su cabello.
-Puedo contigo.
-¿Puedes ir conmigo?- Yoongi bajó la voz en un tono profundo y retumbante, rozando su barbilla contra el costado de la cara de Seokjin- No, no puedes, porque tengo que estar en el escenario y eso no te gustaría, ¿verdad?
-Sí- Seokjin asintió, mirando su elegante plato de porcelana. Realmente esperaba que todo esto de Mister Leather terminara pronto y que el hombre pálido y enojado ya no tuviera que estar en escenarios tontos.
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