Cuando Kim Jongin es condenado a cadena perpetua por asesinato, su hermano Seokjin tiene que luchar valientemente contra las probabilidades de sobrevivir en las calles de Seoul, solo y sin hogar, intentando todo lo posible para reunir el dinero sufi...
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43 minutos después de salir de su casa, el orgulloso propietario de Nevermind Fábrica de cuero que opera con éxito en todo el mundo llegó al aeropuerto y ya necesitaba un paquete de Valium, un masaje de piedras calientes de tres horas y una tetera con té de hierbas para aliviar los nervios, porque su incompetente conductor lo había conducido ocho rondas adicionales por la ciudad, disculpándose profundamente por no saber el camino al aeropuerto.
-¡QUÉ SIGNIFICA QUE NO ES DE AQUÍ!- Yoongi bramó con un volumen ensordecedor en la cara del pobre Kadir, mientras el hombre sacaba tres maletas y una chaqueta de cuero del maletero de su taxi, casi orinando su pantalón- ¡Tienes que estar jodiéndome!- Yoongi clavó su dedo en la etiqueta con el nombre del hombre con la auspiciosa inscripción 'KADIR KHATUN - Servicio de taxi de Seoul y transporte al aeropuerto'- ¡NO PIENSES QUE TE PAGARÉ POR ESTA MIERDA!- Kadir se inclinó hacia atrás cuando su furioso pasajero se acercó incómodamente a su espacio privado con una expresión asesina- ¡DEBERÍAS PAGARLE A MI PUTO CULO POR NO DEMANDARTE POR LA MIERDA DE SERVICIO QUE ME PROPORCIONASTE!- Yoongi apretó los dientes y sostuvo la mirada mortal en el rostro temeroso de su taxista, cuando el elegante tono de llamada de su teléfono interrumpió la matanza india que acababa de planear- ¡QUÉ!
-Bu... buenos días, señor? Ehm, soy Sunhee.
La tímida voz tartamudeando en su oído, dejó que Yoongi se volviera a enfocar de inmediato.
-Si que pasó- le quitó la chaqueta de cuero de la mano a Kadir y observó cómo se ponían sus maletas en un carrito de equipaje, mientras las imágenes de una cocina de diseño incendiada y un Kim Taehyung gravemente herido le pasaban por la cabeza.
-Oh, nada señor- Sunhee se rió nerviosamente, mirando a los tres hombres en la mesa del comedor, mirándola expectante- El señor Namjoon acaba de pasar con una caja de ehm... ¿donas? Y quería consultar con usted, si su...- hizo un gesto hacia al adorable criminal en traje gris, buscando el término correcto para llamarlo- Si su novio... el joven... su...
Yoongi sostuvo el teléfono entre la oreja y el hombro, mientras empujaba el carrito de equipaje a través de las puertas automáticas de la terminal, ignorando las medias reverencias y las disculpas cantadas tras él con acento indio.
-Sí, una. Después del desayuno. Avena, fruta y un jodido té.
-Por supuesto señor- Sunhee sonrió aliviada y se limpió unas gotas de sudor de la línea del cabello- Gracias por la confirmación. Disfruté su viaje- ella terminó la llamada, sonrojándose cuando Taehyung aplaudió y luego silbó con dos dedos, para celebrar su heroico coraje y victoria.
-¡Increíble!- abrió la tapa de la gran caja de papel y agarró una enorme rosquilla rosa con chispas y relleno de vainilla lista para dársela a Seokjin.
-Oh no- Sunhee sacudió la cabeza con severidad maternal y le quitó el pastel de la mano- Primero dijo el verdadero desayuno. No quiero que me despidan.
