Capítulo 41: "Es lo que es"

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Jungkook lo había dejado salir diez minutos antes porque realmente no había mucho que hacer.

Seokjin había empacado su mochila y corrió más rápido por las oscuras calles de Seúl, mientras mantenía un diálogo interno con su hermano, contándole a Jongin todo lo que había pasado en su día. Lo bueno que había sido, los nuevos pantalones de la tienda y que lo habían invitado a un cumpleaños. Se imaginó lo orgulloso que estaría Jongin y luego, en mayo, el abogado lo liberaría y podrían volver a montar su vieja motocicleta.

Seokjin se sintió realmente bien cuando apareció la enorme silueta de la fábrica al otro lado de la calle. Ahora podría hacer otra cruz azul y decirle buenas noches al hombre pálido y enojado.

Cruzó la calle, cruzó la verja, abrió la puerta del sótano con la llave y se asomó a la oficina de Yoongi, pero estaba oscuro y vacío. Se abrió paso a través del corredor limpio, a la vuelta de la esquina, a través de la enorme área del club y luego redujo la velocidad cuando escuchó ruidos extraños en el otro extremo de la habitación. Donde estaba la habitación rara. La de la cortina de tiras de goma. Había luces encendidas.

Se acercó, aguantando la respiración mientras tiraba de dos de las tiras de goma negra a un lado y miraba hacia la habitación. Al instante se sintió frío, enfermo y mareado.

Estaba Yoongi, vestido con un pantalón de cuero ajustado, botas negras que de veían pesadas y guantes de cuero negro, pero sin chaqueta o camisa. Estaba allí con el pecho desnudo, mirando intensamente a otro hombre que estaba de rodillas. Un hombre muy bonito, que llevaba nada más que ropa interior y un collar alrededor del cuello. Miraba a Yoongi con una mezcla de miedo y pura adoración.

Seokjin no podía respirar ni pensar, cuando el hombre pálido y enojado comenzó a hablar, en un tono claro y severo, dando órdenes con calma.

-No. No te levantes. Dije que vengas hacia mí de rodillas.

El hombre con el collar comenzó a moverse, deslizándose hacia Yoongi sobre sus rodillas, deteniéndose a una distancia cortés, bajando sumisamente la cabeza.

Yoongi ofreció su mano, la maravillosa y segura mano, permitiéndole oler sus dedos, y luego acarició la oreja del hombre. 

-Bien hecho, Mark- su voz era agradable y reconfortante.

Una piedra muy grande, muy pesada y muy caliente cayó dentro del estómago de Seokjin, lo que le dio ganas de vomitar.

Soltó las tiras de goma, se dio la vuelta y no supo dónde ir por un momento, antes de dar unos pasos y se detuvo en un rincón frente a una tabla con normas contra incendios, levantando un brazo para cubrir su cara.

Escuchó que la cortina de goma se movía, escuchó a Yoongi acercarse, escuchó sus palabras fuertes y claras.

-Seokjin. Espérame arriba. Lávate los dientes, haz una cruz en el cuadrado, el dinero en el mostrador, luego escribe tu informe y envíalo.  

Mio - "Yoonjin/Sin" (Dominación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora