Cuando Kim Jongin es condenado a cadena perpetua por asesinato, su hermano Seokjin tiene que luchar valientemente contra las probabilidades de sobrevivir en las calles de Seoul, solo y sin hogar, intentando todo lo posible para reunir el dinero sufi...
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Un hombre pálido, vestido con una chaqueta de cuero y un gorro, caminaba a través del enorme y concurrido vestíbulo del hotel, seguido por Seokjin, quien se sentía más que incómodo en el brillante suelo de mármol con todo los hombres vestidos con trajes de negocios.
-Entonces, como pueden ver, este es el lobby principal. Ya no se verá así en unas dos horas- Taehyung caminó detrás de ellos, levantando la cámara para mostrar a su público los alrededores- Todavía tienen gente de negocios aquí. Pobres. No saben qué sucederá este fin de semana, por lo que aún no saben cómo correr- se echó a reír, y luego caminó un poco más rápido cuando Yoongi chasqueó los dedos, girando a la derecha, a lo largo de un corto pasillo, pasando por las salas de ventas de otros tres expositores, hasta la enorme sala de exhibición de la Fábrica de Cuero Nevermind, todo terminado y puesto. Listo, para los primeros clientes.
Taehyung sostuvo la cámara en alto, girando en un círculo completo.
-¿No se ve increíble? Al igual que la tienda en Seoul con, bueno...- mostró la vieja alfombra beige/azul del hotel con un estampado floral inquietante- Esto. Pero oye...- puso la cámara de nuevo, sonriendo alegremente- Nadie mirará al suelo, con chicos lindos como él- miró a la izquierda, a Seokjin, quien se estaba rascando la oreja por la selección de atuendos que Yoongi le mostró.
-Niño- Yoongi chasqueó los dedos- Apaga esa cosa. ¿Qué quieres usar?
Taehyung guardó la cámara, mirando a través de los artículos ofrecidos, eligiendo un pantalón de látex negros con dos franjas rojas a los lados, recorriendo toda la pierna de arriba a abajo.
Yoongi agitó los dedos.
-Ve a cambiarte. Dile a Namjoon que necesitas un arnés a juego para eso.
-Sí señor- Taehyung puso una mano en la parte posterior del cuello de Yoongi, acariciando el corto y oscuro cabello allí por un segundo, antes de besar la mejilla del hombre- Cualquier cosa por ti- lo dijo en serio y se marchó, empujando juguetonamente a Seokjin mientras caminaba, señalando un pantalón en específicos.
Seokjin lo miró. También era de látex, negro con rayas azules en lugar de rojo. Levantó la vista hacia Yoongi, queriendo mostrar su puño izquierdo con un dedo meñique estirado.
-Pero eso no es lo que quieres vestir delante de todas estas personas, ¿verdad?- Yoongi se acercó, colocándose pecho contra pecho con Seokjin, poniendo cinco dedos en su trasero, tirando de él otra pulgada- Dime.
Eso era cierto. Seokjin no quería usar pantalones de latex ajustados donde todos pudieran ver cada detalle de su cuerpo, como si estuviera desnudo.
-No- lo dijo en voz baja y sonó un poco desafiante. Pero a Yoongi le gustó de todos modos.
-Buen chico, diciéndome la verdad.
Seokjin cerró los ojos, olvidando dónde estaba, cuando una boca cálida cubrió la suya y todo olía y sabía como un hombre pálido y enojado. Quería decir la verdad para siempre.
