Cuando Kim Jongin es condenado a cadena perpetua por asesinato, su hermano Seokjin tiene que luchar valientemente contra las probabilidades de sobrevivir en las calles de Seoul, solo y sin hogar, intentando todo lo posible para reunir el dinero sufi...
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Seokjin regresó después de once minutos, con una mancha de pasta de dientes blanca en su pecho desnudo, sosteniendo una pesada chaqueta de cuero en la mano.
Yoongi la tomó, tirándolo al otro extremo del sofá.
-Ven aca- sacó las piernas de la mesa de café, inclinándose hacia delante y extendiendo las rodillas- Aqui- señaló el suelo, el espacio libre entre sus piernas. Seokjin no se movió solo, así que extendió un brazo, ofreciéndole la mano, arrastrándolo más cerca y bajando al piso, sus labios se curvaron en una sonrisa cuando Seokjin dejó escapar un suspiro tembloroso y miró por accidente a la cercana entrepierna abiertamente presentada e inmediatamente bajó la cabeza- Es el mejor lugar de la casa, muchacho. ¿No te gusta?- tomó el costado de la cara de Seokjin, acariciando su cabello y oreja.
Seokjin asintió levemente, sin estar seguro de si quería decir sí o no, pero agradeció el toque reconfortante.
-Bueno, lo que viste es muy bueno ahí abajo, cachorro- Yoongi dio un último toque a la mejilla pálida y quitó la mano- Aquí- esperó hasta que Seokjin lo miró y luego levantó el teléfono- He leído tu informe y lo he cambiado, así es más fácil de leer.
Seokjin se quedó mirando la pequeña pantalla.
Buena: -He utilizado un pañuelo de papel. -He cambiado una bombilla malo: -No contesté la pregunta de Yoongi. -No me gustó el trabajo porqué todo era una mierda grosera y no comí mi puta cena. igual: -Comer arándanos. odio: -Cuando Yoongi se enojó. -Cuando Yoongi tuvo que corregirme. Cambio: Soy tímido. Me gustaría hablar con más confianza.
-¿Puedes hacerlo así por mí?- Yoongi le entregó el teléfono.
-Mhm. Sí- Seokjin asintió, sintiéndose instantáneamente avergonzado cuando leyó la palabra "tímido".
-Gracias. Lo hiciste genial, hermoso. ¿Quieres darme las buenas noches ahora?
Seokjin asintió de nuevo, pero era mucho más difícil mirar a los ojos oscuros, mientras estaba sentado tan cerca, rodeado por increíbles piernas. Él hizo su mejor esfuerzo de todos modos, mirando brevemente hacia arriba.
-Buenas noches.
Una sonrisa muy débil se deslizó sobre la cara de Yoongi.
-¿Quieres darme el beso de las buenas noches, Jin?
El calor se disparó a través de las entrañas de Seokjin, haciendo imposible respirar por un momento. Hurgó con su teléfono, sus ojos se movieron nerviosos debajo de largos flequillos.
-No.
La débil sonrisa se convirtió en una amplia, cuando Yoongi se inclinó, deslizando una mano por debajo de los largos mechones de cabello, hasta la parte posterior del cuello de Seokjin.
