Cuando Kim Jongin es condenado a cadena perpetua por asesinato, su hermano Seokjin tiene que luchar valientemente contra las probabilidades de sobrevivir en las calles de Seoul, solo y sin hogar, intentando todo lo posible para reunir el dinero sufi...
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A pesar de la hora tardía y la fiesta de clausura fuera del hotel en el Magic Shop, el vestíbulo del hotel Hyatt Regency todavía estaba lleno de cientos de hombres de cuero de fiesta, la mayoría de ellos ya habían llegado a sus límites borrachos.
Seokjin presionó su rostro contra la manga de una pesada chaqueta de cuero, mientras Yoongi discutía algo con el personal del hotel sobre la sala de exhibición y el envío de mercadería. No sabía por qué tardó tanto. Era aburrido y ya quería subir las escaleras.
Bajó la mirada hacia la mano de Yoongi, que se envolvió con seguridad alrededor de la suya, y luego dejó que sus ojos recorrieran el vestíbulo y todos los hombres que lo atestaban. Uno de ellos no llevaba más que botas, calzoncillo de cuero ajustado y tirantes a juego, mientras prácticamente devoraba a un chico joven sin camisa y el cabello teñido de azul, que tenía dificultades para mantenerse erguido.
Seokjin se tensó, tirando de la chaqueta de Yoongi.
-Un momento- Yoongi apretó la mano de Seokjin, esperando que se quedara quieto, mientras hablaba con el gerente del hotel.
Seokjin miró a Taehyung y vio al extraño semidesnudo que pasaba sus mano sin vergüenza por el interior de su pantalón. Taehyung ni siquiera parpadeó. Seokjin volvió a tirar del brazo de Yoongi y luego trató de liberar su mano para poder ayudar a Taehyung.
Yoongi se dio vuelta, irritado.
-Chico, estoy teniendo una conversación aquí- entrecerró los ojos ante la expresión de disgusto de Seokjin, antes de descubrir la razón por sí mismo. En el otro extremo de la habitación, casi inconsciente, en los brazos de un idiota cachondo.
Golpeó el mostrador frente al gerente del hotel.
-Me pondré en contacto contigo- y arrastró a Seokjin a través de la gente, furioso por la ira, mientras agarraba al extraño medio desnudo por la nuca y lo quitaba- ¿No puedes ver que ni siquiera se puede mantener en pie, pedazo de mierda?
El hombre parecía un poco sorprendido, levantando las manos conciliadoramente y desapareció entre la multitud, para encontrarse a otro tipo sin novio celoso.
Taehyung se balanceó sobre sus pies, incapaz de concentrarse en nada. Él no sonrió ni intentó hablar, pero se veía terriblemente pálido, listo para vomitar o desmayarse en cualquier momento.
Yoongi agarró la barbilla del hombre, tirando de ella, apretando los dientes, al notar sus pupilas extremadamente dilatadas.
-¿Qué mierda te metiste, mocoso?- no recibió una respuesta, maldijo algo inapropiadamente, tomó a Taehyung de la otra mano y se fue, arrastrando a sus dos muchachos a los ascensores.
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-¡NO! ¡PUEDES ESCUCHAR, IDIOTA!- Yoongi dejó de pasearse frente a la ventana y gritó al teléfono- ¡También es duro para él! ¡Y él es tu maldita primera prioridad!
