Cuando Kim Jongin es condenado a cadena perpetua por asesinato, su hermano Seokjin tiene que luchar valientemente contra las probabilidades de sobrevivir en las calles de Seoul, solo y sin hogar, intentando todo lo posible para reunir el dinero sufi...
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La puerta no estaba completamente cerrada y algo parpadeaba, la tenue luz cayó a través de la grieta de la puerta. Seokjin podía escuchar voces apagadas, música y palmas. Su mente adormecida imaginó que era la televisión. Se sentó, buscó el teléfono y lo encontró debajo de una almohada pequeña. La pantalla se encendió cuando la tocó, y reveló el tiempo en grandes números. 9:18 PM. Su pecho se apretó demasiado para respirar. Había perdido las primeras horas de trabajo. Él sería despedido. Él no conseguiría el dinero para Jongin. Y Yoongi.
Se arrastró fuera del colchón, caminó por el cuarto oscuro y abrió la puerta. Estaba oscuro afuera, la única luz en la habitación realmente venía del televisor, iluminando débilmente el gran sofá de cuero negro y el hombre, sentado en él, absolutamente relajado, vestido con una camisa blanca lisa y pantalón de jean, con un brazo en el respaldo, una pierna estirada y Lobo tumbado a sus pies.
Seokjin se quedó en el marco de la puerta, limpiándose unos largos mechones de pelo de su cara.
-Debo trabajar- sus palabras no eran fuertes ni claras, pero Yoongi las entendió.
-No trabajas hoy. Llamé a tu jefe- hizo un gesto con la cabeza- Ven aquí.
Seokjin se limpió la nariz con los nudillos de sus dedos, dudando un momento, antes de atravesar la habitación, con los pies descalzos sobre el impecable suelo de madera. Se detuvo frente al sofá, envolviendo un brazo sobre su pecho, deseando tener su pantalón .
-Sientate- Yoongi señaló con un dedo hacia su costado- Tendremos una pequeña charla.
Seokjin se apartó un poco el pelo de los ojos y se sentó un poco alejado del hombre, dejando el teléfono a su lado.
Yoongi asintió y apagó el sonido del televisor.
-¿Te sientes mejor?
-Hm- Seokjin se encogió de hombros, luego asintió y agregó un pequeño "Sí". Cuando el otro hombre le lanzó una mirada severa.
-Bien. ¿Recuerdas lo que te dije esta mañana, cuando tuviste que sentarte en la silla?
Los ojos de Seokjin se movieron nerviosos alrededor mientras sacaba el dedo índice de su mano derecha, su mente acelerada, tratando de recordar todo.
-Dije que ya no puedes dormir afuera. Dije que se detiene de inmediato.
-Hm- Seokjin miró hacia un lado y luego hacia abajo. Se acordó de eso.
-¿Pensaste en dónde quieres dormir de ahora en adelante?
En el sofá gris, fue lo primero que le vino a la mente a Seokjin. Pero no podía decir eso y en cambio negó con la cabeza, sorbiendo la nariz.
-No.
Yoongi asintió, frunciendo los labios.
-Bueno, me gusta la forma en que cumples con nuestro acuerdo. Tu trabajas, entregas la mitad de tu dinero, siempre en el maldito tiempo...- se levantó y caminó hacia su tocador de madera, sacando un paquete de pañuelos de papel del cajón- Eso lo respeto mucho- lo abrió y le dio uno a Seokjin, luego se volvió a sentar en el sofá y dobló las manos sobre las rodillas ligeramente extendidas- Especialmente porque tu situación no es la mejor. Puedo decir que ahora la estás pasando mal.
